Tuberías TOM de PVC Orientado: herramienta ideal para la gestión de recursos hídricos y garantía del agua canalizada
Las tuberías TOM de PVC Orientado (PVC-O) conservan totalmente inalterada la calidad del agua que circula por su interior. Esto es debido a que es un material homogéneo químicamente y resistente a la corrosión, es decir, sin recubrimientos ni protecciones interiores, de manera que no se producen ni degradaciones ni migraciones del material hacia el agua que transporta dicha tubería. Por otra parte, la perfecta estanqueidad de las uniones entre tuberías y la elevada vida útil del material, hacen mucho más efectiva la gestión de los recursos hídricos disponibles, ya que las fugas de agua se reducen a su mínima expresión. En definitiva, las tuberías TOM son una herramienta ideal para la gestión de los recursos hídricos durante generaciones por la eficiencia y eficacia que aportan.
Legislación aplicable para agua consumo humano
La Unión Europea, a través de la Directiva Marco del Agua (DMA) 2000/60/CE, establece el marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. Esta directiva, es de obligado cumplimiento respecto a los objetivos propuestos, aunque deja a elección de cada país miembro, la forma y los medios a aplicar para su consecución. Respecto al agua para consumo humano, en espera que se establezcan normas armonizadas para todo el territorio comunitario, cada país está aplicando su propia normativa.
En países como Francia, Alemania, Holanda y Reino Unido, se tienen establecidos esquemas de aceptación de productos de construcción en contacto con agua de consumo humano, con requerimientos muy rígidos respecto a la concesión de certificados de aptitud de dichos materiales, siendo imprescindible la obtención de dicho certificado para poder utilizar el material para esta aplicación. En España la legislación sanitaria aplicable es el Real Decreto 140/2003 ‘Criterios de calidad del agua de consumo humano’, donde se establecen los parámetros de calidad que debe cumplir el agua a utilizar para consumo humano, pero apenas tiene exigencias con el material en contacto con el agua.
Tras realizar los ensayos requeridos en un laboratorio acreditado, se emite una conformidad de cumplimiento. Actualmente el organismo oficial correspondiente, Ministerio de Sanidad, a diferencia de otros países europeos donde ya se está aplicando una normativa más estricta, no emite ningún certificado de aptitud del material para uso con agua potable. La tubería TOM de PVC-O, cumple con los requerimientos de dicho Real Decreto y por tanto, es apta para uso con agua potable según la legislación española vigente. Su aptitud también está corroborada con la obtención de certificados sanitarios europeos como son el ACS (Attestation de Conformité Sanitaire) o el DWI (Drinking Water Inpectorate) emitidos por los correspondientes Ministerios de Sanidad en Francia y Reino Unido, tras un exhaustivo estudio de la formulación del producto y rigurosos ensayos sobre el material, que aseguran su perfecta aptitud para la conducción de agua destinada a consumo humano.
PVC-O es el material idóneo para transportar agua de consumo humano
Químicamente inerte
El PVC es un material químicamente inerte frente a todas las sustancias químicas presentes en la naturaleza, por lo que no es demasiado importante cuál es la naturaleza química del suelo donde va ir enterrada la tubería. Esto hace que se eviten problemas de degradación del material, que podrían producir fugas del agua canalizada o lo que es peor, la introducción de sustancias dentro de la misma que alteren la calidad del fluido. Esta alta resistencia química también hace que los desinfectantes que contiene el agua, tales como el dióxido de cloro, no ataquen a la pared interior del tubo, de forma que se mantiene inalterada, no reduciéndose en ningún momento la larga vida útil de la tubería.
Resistente a la corrosión
Gracias a que el material no se ve alterado químicamente y que permanece inerte, es totalmente inmune a la corrosión. Al contrario que en las tuberías de fundición dúctil, el PVC-O es un material homogéneo, es decir, que no tiene ni recubrimientos ni protecciones catódicas, que podrían degradarse y en caso de desprendimiento, o mal funcionamiento, reducirían la vida útil de la tubería. De esta forma, se asegura que nunca se van a producir puntos de corrosión que puedan alterar la calidad del agua, haciendo, en casos extremos, que se superen los límites establecidos en la legislación vigente, pasando a ser agua no apta para consumo humano y que pueda suponer un problema de salud pública.
Caudal constante de circulación del fluido
El carácter excepcionalmente liso de la superficie interna de la pared de las tuberías de suministro de agua fabricadas en PVC-O, favorece el flujo y limita los eventuales depósitos que lo podrían obstaculizar. Para el transporte de agua potable, estas propiedades son indispensables en la preservación de la calidad, ya que ésta, podría verse alterada si los depósitos incrustados fuesen arrastrados por el fluido. Pueden llegar incluso, a provocar averías en elementos de la red, como pueden ser las bombas, por obturación de los mecanismos de funcionamiento de los mismos.
Por otra parte, la mínima formación de depósitos que se produce, hace que el diámetro interior apenas se vea reducido, así se asegura el mantenimiento del caudal del fluido para el que la tubería ha sido diseñada, a lo largo de toda la vida útil del tubo. Además hay que tener en cuenta, que el proceso de orientación molecular para la fabricación de estas tuberías, producen un aumento muy significativo de la capacidad hidráulica respecto a tuberías fabricadas con otros materiales.
Total calidad del agua
Las diferentes certificaciones sanitarias avalan que en las tuberías TOM no se produce ninguna migración de los componentes del conducto al agua que transporta, por lo que se puede asegurar que la calidad del fluido permanece inalterada.
Optimización de recursos hídricos
La completa estanqueidad de la uniones de los tubos gracias a la junta elástica de gran calidad utilizada, y al eficaz diseño de las copas de las tuberías TOM, además de facilitar el montaje de los tubos y aumentar el rendimiento de instalación, evitan fugas del agua canalizada.
De la misma manera, debido a la alta resistencia química del material, no se van a producir degradaciones que vayan a reducir la vida útil de la conducción. A diferencia de redes instaladas en otros materiales, en los que por degradación química pueden producir fugas importantes del agua canalizada e incluso, puede provocar que haya que realizar la reposición de la canalización en pocos años, las tuberías TOM son el la herramienta perfecta para la gestión de los recursos hídricos disponibles durante generaciones.
Otras ventajas de las tuberías TOM
Larga vida útil
Gracias a su característica estructura laminar, la tubería TOM de PVC-O es muy resistente a los golpes y a la propagación de las grietas, con lo que se minimizan las roturas durante la instalación o las pruebas en obra producidas por caídas e impactos de piedras.
Su alta flexibilidad, hace que pueda soportar deformaciones de hasta el 100% del diámetro interior sin sufrir daños estructurales, recuperando su forma original cuando cesa el esfuerzo que las ha provocado. También permite una gran adaptabilidad al trazado de la red durante la instalación.
La celeridad del PVC-O es menor que en el resto de materiales, de forma que se minimizan los golpes de ariete derivados de variaciones bruscas de caudal y presión. Su mejor comportamiento frente al golpe de ariete hace que la red sea más segura, protegiendo así a todos los elementos de la red.
Gran rendimiento de instalación
Dado a la ligereza, manejabilidad y facilidad de conexión de esta tubería, se consigue una gran eficiencia en costes debido a la disminución de mano de obra, maquinaria y tiempo de ejecución.
TOM, la tubería más respetuosa con el medioambiente
A todo esto hay que sumarle su mejor comportamiento medioambiental, ya que es un material 100% reciclable, consume menor cantidad de materia prima en su fabricación y sobre todo hay que destacar, su eficiencia energética y de emisión de CO2 a la atmósfera. Esto es de especial importancia durante la fase de uso de la tubería, etapa de mayor consumo de energía debido al bombeo, donde, gracias a las menores pérdidas de carga que tienen lugar por la menor rugosidad de la superficie del tubo, el fluido puede circular a mayor velocidad reduciéndose el consumo de energía de forma importante respecto a otros materiales.