El sector de la automoción capea el temporal
Ello explica el total de centros de producción: 17 plantas de constructoras de vehículos distribuidas a lo largo de la geografía española y pertenecientes a los principales fabricantes de automóviles y cuya actividad en 2011 supuso para las empresas fabricantes de componentes para automoción una facturación superior a los 6 millones de euros, un 2% más respecto a 2010. La nota negativa del ejercicio 2011 la aporta el mercado de recambio, cuya cifra total arroja un 2,2% negativo. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en los últimos 10 años esta cifra ha crecido a un ritmo anual entre el 4 y el 5%.
Destino de la importación de componentes de automoción (23.478,32 M)
- Suministro industria constructora: 14.675,92 M
- Suministro industria componentes: 7.100,12 M
- Suministro mercado recambio: 1.702,12 M
Hay que tener en cuenta sin embargo que las cifras publicadas, y las que recientemente se publicarán relativas a 2012 que no se prevén tan positivas, no reflejan una certeza, y es el trabajo constante del sector de automoción para mejorar su competitividad y lograr la asignación de nuevos modelos que se materializarán a finales de este año y primeros del próximo. Por algo España ocupó el segundo puesto en producción de vehículos en Europa y el noveno en el mundo en 2011, siendo el primer productor europeo de vehículos industriales. Un importante porcentaje de esta producción (más del 90% según datos de Anfac, a la espera del cierre de 2012) se exporta, convirtiendo a España en el 4º exportador de vehículos a nivel mundial con destino a más de 90 países. Y el peso de este sector (incluyendo la industria de los componentes) dentro de la economía española, representa más del 6% del PIB industrial.
Por otra parte, hay que señalar que la mayoría de las plantas de producción de turismos en España se han especializado en vehículos de gama media o pequeños, siendo España uno de los líderes europeos en este segmento tan competitivo.
Productividad, un factor aún más clave
Si bien las plantas de producción españolas destacan por sus altos índices de productividad, las empresas exigen cada vez más esfuerzos a mejorar estos datos y optan por fórmulas, como la flexibilidad laboral, los periodos no productivos, el uso de incentivos ligados a la producción o la reducción salarial para mantener las cifras en positivo. Fruto de esta política es el reciente acuerdo alcanzado en la planta de Barcelona de Nissan entre sindicatos y empresa y que supondrá la fabricación de un nuevo vehículo además de una inversión, por parte de la firma nipona, de 130 millones de euros en dicha planta.
Por otra parte, la importancia de la industria de la automoción se explica también por el empleo que supone. Si bien emplea directamente a más de 250.000 000 personas en España —unos 60.000 constructores y 190.000 en fabricantes de componentes— esta cifra aumenta hasta más de 2 millones si se tiene en cuenta el empleo indirecto que genera. Se trata además de trabajadores con un nivel de cualificación y especialización, tanto de operarios como ingenieros o investigadores, alto. En este ámbito cabe destacar los datos aportados por Sernauto, que reflejan un incremento en 2011 del 6,7%, a la vez que se ha reducido casi a la mitad (-45,7%) el absentismo laboral en el sector.
I+D+i e internacionalización, un tándem de éxito
Las empresas españolas han apostado fuertemente por la investigación, el desarrollo y la innovación, conscientes del dinamismo del sector y de la necesidad de crear nuevos productos que se adapten a las necesidades, cada vez más exigentes, de las empresas del sector. De hecho, la industria automovilística es el sector que más ha invertido en I+D+i. Asimismo, las empresas también son conscientes de los retos medioambientales del sector, por lo que están priorizando la investigación en tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, nuevos modelos de funcionamiento como el vehículo eléctrico y combustibles ecológicos como el biodiesel y el bioetanol.
En este sentido cobran especial importancia los centros tecnológicos, fundamentales para sostener esta inversión en I+D. En España existe una importante red de centros que se dedican tanto a la industria automovilística como a otros sectores relacionados directamente con ella. Mencionar también el papel que juegan las universidades españolas, que cuentan con grupos dedicados a la investigación dentro del sector del automóvil.
También es especialmente relevante la capacidad de internacionalización de muchas de las empresas suministradoras del sector. Tanto por su potencial exportador como por su transformación en empresas globales con centros de producción y desarrollo en todo el mundo. Trabajar globalmente permite a las empresas fabricantes de componentes de automoción diversificar riesgos y compensar los resultados del mercado español o europeo.
La industria de componentes
Uno de los factores que más contribuyen al éxito de la industria automovilística española es la competitividad de la industria española de componentes. En este sentido, existen grandes grupos que han logrado consolidarse tanto en el ámbito nacional como el internacional. Además, las empresas españolas de componentes han sabido situarse geográficamente cerca de las plantas de producción de las empresas del automóvil proporcionándoles de esa forma un servicio rápido y adecuado a sus necesidades.
Las industrias auxiliares
Entre las industrias auxiliares destaca la de maquinaria, un sector con relevancia directa en la industria automovilística puesto que la innovación en máquinas y sus mejoras inciden directamente en la mejora de la productividad de las plantas de fabricación. Y el gran protagonista es el sector de la máquina-herramienta, estrechamente ligado a la industria automovilística y que destaca como uno de los más avanzados en Europa.
Sin olvidar las industrias productoras de materiales como plásticos o acero, materias primas para la construcción de vehículos y sus componentes.
Innovación con solera
La industria automovilística se remonta, en la fabricación de vehículos, a los primeros años del siglo XX con marcas punteras de su época como Hispano Suiza entre otras. La creación de la empresa Seat promovió el desarrollo una autentica industria de proveedores y fabricantes de componentes. Durante los siguientes años, España se comenzó a posicionar en el sector gracias a que empresas extranjeras de primer nivel acudían a España para implantarse, tanto por sus costes laborales y mano de obra cualificada como por su situación geográfica. Ello propició que empresarios españoles se lanzasen también a la producción industrial en este sector, desarrollando así una incipiente industria española productora de vehículos con marcas como Barreiros o Pegaso. En el sector de los fabricantes de componentes para el automóvil se crearon también una gran cantidad de empresas, que surgieron en muchos casos desde pequeños talleres de reparación hasta convertirse en proveedores de componentes para la fabricación de vehículos. Todos ellos se sitúan en la cuna de la industria actual.