Tecnología que mejora la actividad de las CRAs

La gestión última de esas Centrales Receptoras de Alarmas corresponde a personas, que tienen en sus manos la responsabilidad de realizar un seguimiento, de analizar lo que sucede y de tomar las decisiones que cada situación exija. Y no siempre es fácil: hablamos de situaciones en las que está en juego el patrimonio de familias y empresas, el correcto funcionamiento de infraestructuras críticas o, incluso, la integridad física de las personas. La actuación de las personas que desempeñan su labor en una CRA protege bienes materiales, salvaguarda la supervivencia de las empresas y, en ocasiones, contribuye incluso a salvar vidas.

Esa actividad puede resultar complicada y, por supuesto, muy estresante. Por eso es fundamental dotar a estas personas de las mejores herramientas para que su labor resulte más sencilla y eficiente. Por un lado, la formación juega un papel determinante, para gestionar las alarmas que llegan a una CRA, una persona debe tener los conocimientos adecuados y saber actuar en cada situación, con el soporte oportuno según las circunstancias. Por otro lado, la tecnología adquiere cada vez mayor importancia, y ya se ha convertido en el mejor aliado de las CRAs cuando se trata de proteger recintos e inmuebles.

Una de las claves de esa evolución es el vídeo inteligente. Los equipos y dispositivos aportan cada vez información más precisa y valiosa, tanto en la detección de eventos como a la hora de descartar las falsas alarmas, uno de los principales problemas de ineficiencia. Desde hace años, los equipos pueden detectar movimiento o vibraciones, que rápidamente generan una alarma. En la gran mayoría de las situaciones, el origen de la detección no es peligroso: se trata de un animal, de unas ramas o unas cortinas movidas por el viento, o incluso de una sombra. Pero el salto de alarma se produce, se viven momentos de estrés y es una persona quien, con los elementos de que dispone —a veces, imágenes de muy mala calidad—, tiene que decidir si un evento constituye un peligro real o no.

Ante la duda, a veces se solicita la intervención de un guardia de seguridad, o incluso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si resulta que ha sido una falsa alarma, se han desperdiciado recursos, públicos y privados, que podían hacer falta en otra situación. Pero si ante esa misma duda se opta por no intervenir, y resulta que se ha producido una intrusión, entonces las consecuencias son aún peores: se ha desprotegido un recinto que se supone que debemos proteger, con el riesgo que ello conlleva para los bienes y, sobre todo, para las personas.

Como expertos en intrusión, en Hikvision tenemos claro que el vídeo inteligente evoluciona muy rápidamente, gracias a la frenética actividad de I+D del sector de la seguridad. Una cámara ya puede distinguir una persona de un animal o un vehículo, incluso con tecnologías de reconocimiento facial o con sistemas de reconocimiento de matrículas, se puede dar acceso a ciertas áreas a determinados individuos. Los algoritmos de Deep Learning analizan con precisión accesos y movimientos dentro de un área determinada, controlan los perímetros, analizan si un movimiento es potencialmente peligroso o está autorizado… Y toda esa información facilita enormemente la tarea de las personas que están en la CRA.