Deceuninck impulsa la economía circular promoviendo el reciclado de ventanas de PVC
Así, el ciclo de vida potencial del PVC, en caso de ser reciclado, puede alcanzar 350 años de vida útil y, por lo tanto, disminuye el exceso de residuos no reutilizables que contaminan el medioambiente.
Según un estudio de la Agencia Estadounidense de Medio Ambiente (EPA), reemplazar las ventanas antiguas por aquellas que ofrecen una mejor eficiencia energética, puede suponer un gran ahorro en el hogar ya que el uso de la calefacción o el aire acondicionado será menor y, por ello, las pérdidas energéticas y las emisiones de CO2 se reducen al máximo.
Deceuninck recicla 45.000 toneladas de PVC al año
Deceuninck, empresa puntera en soluciones para puertas y ventanas en Europa, cuenta con su propia planta de reciclaje con una capacidad de 45.000 toneladas de material reciclado. Esta gran capacidad de reciclaje supone un ahorro de 2,3 millones de ventanas desechadas o incineradas al año que, después de su proceso de recreación, vuelven al mercado con las mismas prestaciones que las anteriores. Además, reciclar el PVC permite una reducción de 90.000 toneladas de residuos de emisiones del CO2, equivalentes a 90.000 vuelos de ida y vuelta de París a Nueva York. Otra de las grandes ventajas es que, gracias al uso del PVC, el consumo energético del proceso de reciclaje es un 90% menor que la energía necesaria para producir PVC virgen.
Para conseguir un mayor impacto, Deceuninck promueve el trabajo en equipo para crear una economía circular y anima a todos sus fabricantes e instaladores a colaborar y aunar esfuerzos en los procesos de reciclaje, recuperando el material post-industrial y post-consumo para la reutilización de los perfiles y, así, contribuir en la nueva economía sostenible y mejorar la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).