Puertas Krona en una rehabilitación low cost
Redacción Ciberperfil03/11/2010
En la segunda planta de un edificio entre medianeras típico de la parte vieja donostiarra se ubica la posada Iturriza. Se trata de un proyecto de poco presupuesto y lleno de creativas soluciones constructivas, que ha convertido un espacio diáfano de 120 metros cuadrados en una posada de seis habitaciones, con zonas comunes y recepción. Todo un reto para su arquitecta, Lucía Zubiaurre Muguruza, que consiguió una disposición de los espacios armoniosa, con una estética equilibrada y fluida. La continuidad de los planos y de la luz, y la simplicidad de los materiales marcó la decisión de optar por las puertas batientes EGO de Krona. La ausencia de jambas, que además facilita su mecanización para alojar las obligadas cerraduras electrónicas, hace que su integración sea perfecta: la puerta se convierte en parte de la propia pared; cuando una puerta se abre parece que es la propia pared la que se abre. Es su sencillez lo que subraya su presencia.
El mayor desafío del proyecto fue, sin duda, la redistribución del espacio. Para ello se tuvo que optimizar cada metro cuadrado con el fin de disponer del mayor número de habitaciones posible, ajustadas a las dimensiones requeridas por la categoría hotelera anhelada. Las puertas correderas con armazón Kompatto de Krona, instaladas en los baños de las 6 habitaciones, hicieron posible que cada estancia ganara hasta un metro cuadrado de amplitud.
La carpintería exterior se mantuvo de madera, acorde al carácter del edificio y su situación dentro del casco histórico de la ciudad. En los huecos de la fachada principal se rehabilitaron y mantuvieron las contraventanas originales, pero tanto en éstas como en las que vuelcan al patio se instalaron screens motorizados para el oscurecimiento de las estancias.
El resultado es un original proyecto de rehabilitación que abarca, desde el uso de las últimas tecnologías de telecomunicaciones y domótica, hasta la instalación de varias puertas EGO de Krona enrasadas a la pared, que al cerrarse completan una personal serigrafía con la vista aérea de la ciudad de San Sebastián.
El mayor desafío del proyecto fue, sin duda, la redistribución del espacio. Para ello se tuvo que optimizar cada metro cuadrado con el fin de disponer del mayor número de habitaciones posible, ajustadas a las dimensiones requeridas por la categoría hotelera anhelada. Las puertas correderas con armazón Kompatto de Krona, instaladas en los baños de las 6 habitaciones, hicieron posible que cada estancia ganara hasta un metro cuadrado de amplitud.
La carpintería exterior se mantuvo de madera, acorde al carácter del edificio y su situación dentro del casco histórico de la ciudad. En los huecos de la fachada principal se rehabilitaron y mantuvieron las contraventanas originales, pero tanto en éstas como en las que vuelcan al patio se instalaron screens motorizados para el oscurecimiento de las estancias.
El resultado es un original proyecto de rehabilitación que abarca, desde el uso de las últimas tecnologías de telecomunicaciones y domótica, hasta la instalación de varias puertas EGO de Krona enrasadas a la pared, que al cerrarse completan una personal serigrafía con la vista aérea de la ciudad de San Sebastián.