Objetivo exilio: MobiPro-Eu
El programa MobiPro-Eu o The Job of my Life fue creado en 2013 por el gobierno alemán para fomentar la movilidad profesional de jóvenes europeos (principalmente del sur) en situación de desempleo interesados en formarse en dicho país. El propósito de este programa es “contribuir a la reducción del paro juvenil en Europa y obtener y asegurar trabajadores cualificados en Alemania”. Para este propósito, se ofrece la oportunidad a jóvenes europeos de entre 18 y 27 años de mudarse a Alemania para completar con éxito lo que llaman una formación profesional dual (trabajar y estudiar de forma totalmente subvencionada).
Se aprende alemán y se realizan prácticas remuneradas durante tres años. Este programa presentó algunos problemas en su primer año, cuando se quedaron sin fondos y varios jóvenes se quedaron sin ingresos mensuales y sin asistencia. Aun así sigue en marcha, y pese a googlear durante horas, no hemos encontrado demasiadas “críticas” al programa, aunque tampoco ningún halago que no provenga de fuentes oficiales. Solo folletos informativos de los diferentes organismos que participan en el programa.
¿Mano de obra barata o inversión en talento?
Alemania busca jóvenes entre 18 y 27 años, ciudadanos de la UE/EEE/Suiza y tener libre circulación como trabajador dentro de la UE. Además, es requisito indispensable estar en situación de desempleo y NO tener titulación universitaria o FP superior.
Se ofrece: 3 años trabajando en una empresa por 800 euros al mes, en condición de aprendiz/becario, enseñanza del idioma y un piso compartido con más jóvenes exiliados.
Se buscan: peluqueros/as, camioner@s, mozos de almacén, camarer@s, electricistas, mecánicos…
Podríamos pensar dos cosas: que los alemanes tienen un gobierno que conoce la importancia de la inversión en formación y la retención de talento –aunque no sea solo la de sus propios conciudadanos-, que valora a los jóvenes, que cree en el retorno económico que va ligado a la buena educación, y que pretende, altruistamente, que la crisis económica llegue a su fin.
O podríamos pensar que éstos intentan aprovechar la desesperación de muchos españoles, griegos o italianos para obtener mano de obra al mejor precio. Esos jóvenes se esforzarán, harán horas extra y no las cobrarán, vivirán en pisos con 6 o 7 personas más, y agradecerán cada día a día que ese gran país les haya dado una oportunidad. Mientras, las arcas alemanas irán creciendo.