El engagement empresarial en Alemania, ¿en peligro de extinción?
Las consecuencias del caso Volkswagen en el compromiso de los trabajadores
*Paula Llull
¿Cómo afecta el caso Volkswagen a la percepción y al compromiso de los trabajadores alemanes con su empresa? ¿Se ha roto la confianza en el sistema empresarial y económico del país? Si Volkswagen, una de las mejores multinacionales para trabajar en el mundo, se construyó sobre una misión, visión y unos valores falsos, ¿cambiará ahora la confianza de los ciudadanos para con la idílica cultura empresarial de su país? ¿Dejarán las empresas alemanas de ser el ejemplo a seguir en Europa?
Dos días después del escándalo la capitalización bursátil de la empresa se desplomó en u$ 25.000 millones, arrastrando además a otros competidores como Mercedes Benz y BMW
Dos días después del escándalo la capitalización bursátil de la empresa se desplomó en u$ 25.000 millones, arrastrando además a otros competidores como Mercedes Benz y BMW.
"Los que han provocado este fraude han hecho mucho daño a la marca Alemania"
¿Qué harán los trabajadores de la compañía? Quizás muchos querrían irse, ya que para muchos es muy importante trabajar en algo en lo que creen.
¿Por qué son los alemanes tan productivos?
El modelo industrial se basa en la confianza. “Es vital hacer partícipes a todos los trabajadores de los objetivos estratégicos del grupo. En base a ello se marcan objetivos individuales al 100% de los empleados y, a través de un sistema transparente, se hace partícipe a toda la plantilla de los beneficios” declara el jefe de RRHH del grupo en España.
"The success factors are encouraged in our human resources processes and in projects. Not only does Volkswagen's corporate culture focus on people, it also represents the sustainability of economic and social goals, "corporate social responsibility".
Misión, visión y valores de la marca
¿Se han tenido en cuenta las pérdidas intangibles?
Eso no lo sabemos. Una sociedad basada en la confianza y el compromiso mutuo como Alemania no puede aceptar fácilmente un caso de corrupción, mentira y engaño. Cuando esto sucede en España, las redes sociales y los programas del prime time tiran de humor, pero a la mayoría de los alemanes no les hace ninguna gracia.
Al contrario que en nuestro país, desde que se hizo pública la acusación, la empresa alemana ha admitido en todo momento el uso del software para manipular las pruebas. Las primeras palabras del presidente Martin Winterkorn anunciaban una investigación interna y lamentaban haber traicionado la confianza de clientes y ciudadanos en general.
En Alemania el compromiso empresa-trabajador es bilateral y muy difícil de romper. La traición, en general, está mal vista. Defraudar a hacienda es una de las cosas más graves que uno puede hacer, y el respeto impera hasta en la calle –nadie grita, nadie corre, y todo el mundo da las gracias y pide perdón-.
Volkswagen
Seguramente se habrán ahorrado millones, y de hecho es muy probable que las pérdidas económicas que ha comportado el escándalo ya estuvieran contempladas en el plan. Al fin y al cabo, son alemanes. Toman decisiones solo cuando tienen todas las cartas sobre la mesa.
El impacto negativo a largo plazo que esta crisis tendrá sobre el compromiso de sus trabajadores con una empresa que durante años se empeñó en hacer de la buena reputación su marca registrada es todavía imprevisible.