Día Forestal Mundial, una ocasión para poner en valor el papel de los EPI en la protección de los agentes forestales
En esta batalla que se libra día a día por proteger la naturaleza juegan un papel muy importante los equipos de agentes forestales que realizan su desempeño profesional en todo el mundo. Se trata de una labor que presenta un notable riesgo, hasta el punto de que, a tenor de los datos registrados, se considera que, después del sector de la construcción, es el que presenta un mayor índice de siniestralidad laboral y de enfermedades profesionales.
Por ello, desde Asepal, Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual, se pretende concienciar sobre el empleo de equipos de protección individual, con las mayores garantías de seguridad, en cumplimento de la normativa vigente, por parte de este colectivo. Su empleo en este sector profesional no se remonta a hace mucho tiempo, y la consolidación de su uso tiene por objeto reducir el nivel de accidentes en un contexto, ya de por sí, con riesgos notables a prevenir.
Principales accidentes laborales
Los accidentes que se producen en el sector forestal responden generalmente a varias causas, que tienen que ver con aspectos relativos a la seguridad pasiva, en la que los EPI (equipos de protección individual) juegan un protagonismo fundamental, y los vinculados a la seguridad activa: organización del trabajo, mantenimiento de los equipos, y la experiencia y formación del trabajador (de hecho, la mayor parte de incidencias las padecen los agentes forestales en sus primeros tres o cuatro años de actividad profesional).
Se trata de minimizar de forma rigurosa todos los factores de riesgo, entendidos como cualquier situación o elemento que provoca que el peligro, daño o enfermedad derivado de la realización de una actividad, se produzca con más probabilidad o con consecuencias más graves. Además de la lucha contra el fuego, como se señala desde Asepal, los factores de riesgo que pueden aparecer en las actividades forestales son muy variados: incidencia de agentes químicos, empleo de motosierras o maquinaria, circunstancias derivadas de la orografía o las condiciones meteorológicas, problemas ergonómicos como resultado del empleo de determinados utensilios o equipamientos, las condiciones del trabajo, etc.
Las consecuencias de los accidentes se presentan de todo tipo: fracturas, contusiones, luxaciones, heridas, cortes, quemaduras, y mucho más graves, como invalidez o muerte. Y también enfermedades como dolores y lesiones osteo-musculares, síndrome de 'dedos blancos', traumatismos auditivos, alteraciones del sistema nervioso... Para prevenir estas circunstancias, como señala Luis Gil, secretario general de Asepal, resulta primordial "la evaluación de riesgos, una organización profesional del desempeño a realizar, y el empleo de los equipos de protección individual adecuados”.
Resumiendo, se puede establecer, a modo de referencia, el siguiente listado básico de equipos de protección individual que emplean, o pueden emplear, los agentes forestales: protectores de la cabeza, oídos, ojos y la cara, manos y brazos, de pies y piernas, de piel, del tronco y abdomen, sin olvidar los protectores totales del cuerpo, como en el caso de la ropa o monos de trabajo para protección del frío y de la lluvia; contra riesgos químicos derivados de la aplicación de productos fitosanitarios, o durante el uso de moto desbrozadoras y motosierras. Como ejemplo, señalar que el uso de la motosierra implica el uso de un equipamiento que incluye muy diversos elementos: casco de seguridad, protectores de oído, gafas o pantalla de protección ocular, guantes, pantalones de protección, botas especiales...
Desde Asepal se insiste en las características que deben reunir todos los EPI empleados por los agentes forestales: ergonomía (para realizar el desempeño con comodidad); adaptación (a la consideración de cada riesgo); inocuos (que no generen riesgos por sí mismos, o provoquen efectos nocivos en la salud o higiene del usuario); ligeros en el uso; sólidos y resistentes.
Lucha contra el fuego y gripe aviar
En el caso concreto de la lucha contra el fuego, los agentes forestales desempeñan una labor crucial. Como referencia en este caso, los EPI que emplean los agentes forestales que se ocupan de la extinción de los incendios son: vestuario de protección contra el calor y las llamas, calzado y guantes para bombero, mascarilla filtrante, gafas, casco, cubrenucas y otros complementos de gran utilidad.
Los agentes forestales también pueden entrar en contacto directo con población animal susceptible de estar infectada por la gripe aviar, de ahí que se recomiende el uso de equipo específico para ello como gafas protectoras, equipo de protección respiratoria, vestuario de protección contra agentes biológicos, cubrebotas, guantes de protección contra microorganismos, etc.
Desde Asepal se considera que la llegada del Día Forestal Mundial debe constituir una oportunidad para poner en valor tanto la importancia de proteger la naturaleza como comprender el elogiable trabajo de los agentes forestales en todo el mundo, cuyo desempeño es hoy más seguro gracias al empleo de los equipos de protección individual.