Logística basada en datos, envases con control de humedad y mediciones con IA: el sector alimentario se nutre de ideas en la universidad
La industria alimentaria se lanza a captar talento en las aulas universitarias, siguiendo los pasos de las empresas tecnológicas y de desarrollo de software. Este ha sido uno de los principales objetivos de la primera edición de The Food Tech Challenge, impulsado por KM ZERO Food Innovation Hub en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSEAMN) de la Universitat Politècnica de València (UPV), que ha unido a 40 estudiantes con grandes compañías del ámbito agroalimentario y un centro de innovación para buscar soluciones a necesidades detectadas por los propios expertos del sector.
La primera edición de esta iniciativa ha concluido tras cuatro días de intensa actividad y más de 20 horas de colaboración entre los alumnos y las entidades participantes: Helados Estiu, Logifruit, Familia Martínez y Valencia Innovation Capital (Ayuntamiento de Valencia). Estas organizaciones han planteado retos sobre la optimización de procesos en la elaboración de platos preparados, la reducción de desperdicio alimentario, el control de satisfacción en clientes o la medición del éxito de un producto entre los consumidores, que los estudiantes han abordado a través de un hackathon, visitas guiadas a las instalaciones de las organizaciones y contando con el asesoramiento de expertos en innovación alimentaria.
Como resultado de este trabajo, ha surgido el primer proyecto ganador de The Food Tech Challenge: un prototipo de envase producido con materiales absorbentes para garantizar el control activo de la humedad en los alimentos preparados. Una idea que ha convencido al jurado formado por miembros de las entidades participantes y que llevará a su equipo creador a la próxima edición de ftalks, el evento más internacional de España sobre la alimentación del futuro.
“The Food Tech Challenge ha creado una conexión única entre talento joven emergente y las oportunidades futuras en el sector alimentario. Durante cuatro intensos días, estudiantes y entidades del ecosistema alimentario se unieron para un aprendizaje práctico que no sólo les brindó una visión real del sector, sino que también los inspiró a descubrir su propósito profesional, abriendo nuevas puertas hacia salidas laborales en una industria en plena transformación”, explica Claudia Da Cunha, especialista en innovación de KM ZERO y responsable del programa.
Ideas alimentadas en las aulas: sistemas de reparto de calor y albaranes inteligentes
Los primeros proyectos nacidos de esta iniciativa han mostrado el potencial de la colaboración entre el ámbito universitario y el sector agroalimentario. Entre otras de las ideas mostradas al jurado, pudieron verse prototipos de albaranes inteligentes vinculados a softwares de análisis de datos, sistemas para optimizar la distribución del calor en los platos preparados mediante el uso de vibraciones o herramientas de Inteligencia Artificial capaces de recopilar información de distintas plataformas para medir la acogida de un nuevo producto entre los consumidores.
“The Food Tech Challenge de KM ZERO ha sido una plataforma crucial para nuestro estudiantado, brindándoles la oportunidad de aplicar sus conocimientos teóricos en un entorno práctico y competitivo. Ha fomentado la innovación y la creatividad, además de subrayar la importancia del conocimiento para abordar los desafíos a los que se va a enfrentar en la industria agroalimentaria. Para la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSEAMN), esta iniciativa ha permitido mostrar el talento y la dedicación de nuestros futuros egresados, ya preparados para liderar el camino hacia un futuro más sostenible y tecnológicamente avanzado”, afirma Purificación García, Catedrática de Tecnología de Alimentos y subdirectora de Emprendimiento y Generación Espontánea de ETSEAMN.
El nacimiento de este programa abre así una nueva vía de formación práctica y captación de talento joven para la industria agroalimentaria, visibilizando la importancia de la Ingeniería Agrónoma. Actualmente, los profesionales con esta formación cuentan con una de las mayores tasas de empleabilidad de España y una enorme demanda por parte de las compañías, pese a lo que esta carrera sigue sin encontrarse entre las ingenierías más buscadas por los nuevos alumnos.