El nuevo proyecto sostenible de Nestlé España: una segunda caldera de biomasa de su fábrica de café en Girona
Nestlé España trabaja para lograr un ambicioso objetivo: alcanzar cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050. Tras varios proyectos ya en marcha, la compañía ha anunciado una inversión de 22 millones de euros para la construcción de una segunda caldera de biomasa en su fábrica de café de Girona, dedicada a la elaboración de café soluble Nescafé y cápsulas Nescafé Dolce Gusto.
En el primer encuentro con los medios de comunicación del director general de Nestlé España, Jordi Llach, la compañía ha aprovechado para anunciar un proyecto que se suma a la filosofía de trabajar por la sostenibilidad ambiental de sus procesos productivos. Se trata de una nueva caldera de biomasa que supone una inversión de 22 millones de euros y que está previsto que entre en funcionamiento a mediados de 2025. Esta caldera se suma a otra que funciona en la factoría de Girona desde 2020 y para la que se destinaron más de 17 millones de euros.
Para Llach, “la sostenibilidad está plenamente integrada en nuestra estrategia y, con esta inversión, la fábrica de café de Girona es un claro ejemplo de economía circular en todo el proceso productivo. Además, con estas actuaciones, Nestlé sigue trabajando para liderar una transición hacia una alimentación sostenible”.
En este sentido, Llach afirma que “Nestlé contribuye a un mundo mejor” ya que trabaja la sostenibilidad “en todos sus ámbitos”. Así, “desde Nestlé buscamos crear una alimentación más saludable a través de procesos que social y económicamente contribuyan en la comunidad que operamos”. Y es algo que están consiguiendo ya que en los últimos cinco años, solo en la planta de Girona se han reducido un 45% las emisiones de CO2 equivalente y un 23% del consumo total de energía.
Girona, una fábrica referente
La planta de Nestlé en Girona, fundada en 1968, incluye la fábrica de café soluble de Nescafé y descafeinación de café verde, así como la planta de producción de cápsulas de Nescafé Dolce Gusto, en funcionamiento desde 2009. Actualmente, en ella se emplea a más de 870 personas y la exportación es su gran base de negocio. Así, se exporta el 85% de la producción de cápsulas de Nescafé Dolce Gusto y el 87% de la de café soluble Nescafé a 53 países de todo el mundo.
“La planta de Girona es la mejor fábrica de café del mundo”, ha dicho Jordi Llach, quien ha añadido que, aunque esta planta lidera el movimiento innovador, en cada una de las 10 fábricas españolas de Nestlé se aplican mejoras y acciones constantes para mejorar su sostenibilidad. Un ejemplo de ello es que en 2023, la inversión total de Nestlé España en sus fábricas fue de 70 millones y este 2024 esperan acercarse a esa cifra.
Biomasa, posos de café y astillas
La planta de Girona generó durante el pasado año más de 52.000 toneladas de posos de café, un producto 100% vegetal que se obtiene durante la fabricación de café soluble. Por su elevado poder calorífico, éste es un biocombustible adecuado para la generación de energía en forma de vapor.
A través de la caldera de biomasa, en Nestlé utilizarán el marro del café para generar este vapor verde y reducir su impacto ambiental, logrando abastecer el 80% del consumo energético de la fábrica de café soluble a finales de 2025: “Gracias a la segunda caldera de biomasa, podremos revalorizar el 100% de los posos y utilizar fuentes renovables de energía”, ha explicado Miguel Antunez, responsable de Proyectos de Sostenibilidad de Nestlé España.
Además, con la entrada en funcionamiento de esta segunda instalación, se evitarán más de 18.000 toneladas de CO2 equivalente, incrementando en un 30% las reducciones de emisiones del centro productivo. De igual forma, con dichas instalaciones, Nestlé disminuirá su dependencia al gas natural.
Asimismo, junto con estos posos de café, la nueva caldera también utilizará como materia prima astillas forestales procedentes de bosques de Catalunya que se caracterizan por estar gestionados de forma sostenible y que cuentan con certificados Sure.
La clave: la circularidad
“Queremos que la elaboración de café en nuestra fábrica de Girona sea un ejemplo de economía circular y sostenibilidad”, han manifestado Miguel Antunez y Jordi Llach. Para ello, el trabajo se inicia con el cultivo de esta materia prima, concretamente en las variedades de café arábica y robusta, a través de Nescafé Plan, el mayor programa de sostenibilidad de café del mundo que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los caficultores. Desde la empresa ya llevan un tiempo transformando su agricultura tradicional en agricultura regenerativa y ya han logrado implantar este nuevo modelo productor en Brasil, México, Colombia, Honduras, Vietnam, Indonesia y Costa de Marfil.
Una vez recogido, el café verde llega a la planta de Girona procedente del puerto de Barcelona o bien a través de un camión eléctrico, que se caracteriza por ser cero emisiones netas, o bien por medio de camiones que han sustituido el diésel por biocombustibles avanzados renovables HVO, producido con residuos de aceites usados, que consigue reducir en un 80% los gases de efecto invernadero por kilómetro realizado, en comparación con el uso de combustibles fósiles como el diésel.
Miguel Antunez, responsable de Proyectos de Sostenibilidad de Nestlé España.
En la factoría, estos granos son limpiados y clasificados. A continuación, se desarrolla un proceso de torrefacción, con el que se consigue impulsar el sabor, la intensidad y el aroma. El café molido, junto con el agua tratada, son los dos ingredientes principales para la producción de Nescafé. Como resultado de este proceso, se obtienen posos de café que se convierten en la fuente de energía de la caldera de biomasa de la planta.
En el futuro, con la entrada en funcionamiento de esta segunda caldera, a esos posos de café se les añadirán astillas forestales certificadas procedentes de la limpieza de bosques próximos, con los que se generará el vapor que se utiliza de nuevo en el proceso de producción de café soluble.
Por último, las cenizas resultantes de todo este proceso se destinan a la fabricación de hormigón que se emplea en la pavimentación de carreteras.
“Contamos con 10 personas trabajando en este proyecto que persigue 4 grandes hitos: reducir la emisión de 18.000 toneladas de CO2, revalorizar el 100% del marro del café, introducir biocombustible de proximidad proveniente de los bosques de la zona y auto-abastecernos con el 80% de energía generada en la propia fábrica”, ha señalado Miguel Antunez.
Infografía del proceso de producción de café soluble de la fábrica de Nestlé en Girona.
Además, Nescafé ha seguido apostando por la circularidad también en su packaging. Así, hace ya un año, la marca lanzó su bolsa refill reciclable para rellenar el mítico frasco de vidrio, reutilizarlo y darle múltiples vidas, una vez vaciado. Este envase supone un 96% menos peso de embalaje que el tradicional frasco.