3 de cada 4 cervezas de Heineken proceden de cultivos sostenibles certificados en España
Para elaborar cervezas que le gusten al mundo se necesitan ingredientes de gran calidad, capaces de crear valor compartido para las personas y el planeta. Por eso Heineken España fomenta la agricultura local y sostenible, una práctica que contribuye al desarrollo económico de la comunidad, al medio ambiente y a su ambición de llegar a ser neutra en carbono en toda la cadena de valor en 2040.
La frescura de las materias primas con las que se elaboran cervezas de marcas como Cruzcampo, Amstel o Heineken es un factor clave para garantizar esta calidad. Tanto como la forma en la que se cultivan, que debe ser respetuosa con el medioambiente. Por eso la familia Heineken España se esfuerza por garantizar un abastecimiento de proximidad y sostenible, con objetivos cada vez más ambiciosos. Como resultado, el 93% de las materias primas que utiliza son de origen local y el 74,7% proceden de cultivos sostenibles, certificados bajo protocolo SAI (Sustainable Agriculture Initiative).
Así lo confirma Carmen Ponce, directora de Relaciones Corporativas de Heineken España: “Tenemos un firme compromiso con los proveedores locales y el uso de ingredientes de origen local y sostenible, a fin de seguir elaborando cervezas que le gusten al mundo: a la sociedad y al planeta. Es nuestra manera de crear valor compartido, del campo al consumidor”.
Esta apuesta por la agricultura verde española persigue un doble objetivo. Desde el punto de vista medioambiental, reducir las emisiones que se producen al cultivar las materias primas con las que elabora sus cervezas, contribuyendo además a la conservación del entorno natural. Y, por otro, abrir vías de colaboración con la administración pública, con otras empresas y con sus proveedores para apoyar el progreso social y económico de las comunidades, impulsando su transición verde.
La ambiciosa política de compra de materias primas locales y sostenibles de Heineken España incluye todos los ingredientes naturales con los que elabora sus cervezas. Así, el 67% de la malta y el 100% del maíz que la compañía ha adquirido durante 2020 proceden de cultivos sostenibles certificados. Además, la cervecera trabaja para lograr la certificación sostenible de otras materias primas como lúpulo, manzanas para sidra, concentrados de fruta, azúcar y trigo.
Pero la ambición verde de Heineken España en materia de agricultura sostenible va más allá. Por eso ha puesto en marcha un pionero ‘Protocolo de cultivo y técnicas saludables de cebada de calidad maltero-cervecera’, aprobado por el Ministerio de Agricultura Pesca, Alimentación y Medio Ambiente en base a SAI Platform, la Plataforma de la Iniciativa para una Agricultura Sostenible.
Esta iniciativa es un instrumento clave para clasificar y priorizar aquellos cultivos que cumplen con los requisitos establecidos para garantizar una calidad de máximo nivel. E incluye técnicas agrícolas que favorecen una mayor adaptación de los cultivos a los efectos del cambio climático. Para ello, se apuesta por variedades más afines a las condiciones ambientales del entorno en cada caso, así como por la aplicación de sistemas y tecnologías que mejoran la eficiencia hídrica.
El Proyecto Olivo, desarrollado por Heineken España en colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria, Pesquera y Alimentaria (IFAPA) de la Junta de Andalucía, es un excelente ejemplo de agricultura sostenible. Una investigación pionera a nivel mundial que fomenta el cultivo de cebada cervecera en campos de olivar de Jaén, que pretende mejorar las condiciones hídricas de la zona, además de mejorar la rentabilidad para el agricultor gracias a la interacción de ambas cosechas.
Así, Heineken España entiende la sostenibilidad de forma transversal, considerando que todos los eslabones de su cadena de valor han de alinearse con sus compromisos para ser la cervecera más verde.
Por eso se apoya en el poder de la colaboración para reforzar la proliferación de cultivos sostenibles y fomenta buenas prácticas agrícolas para incrementar las garantías de abastecimiento local de sus materias primas. Con Intermalta y la Comisión Mixta de Malteros y Cerveceros de España, para promover y asegurar la calidad y competitividad de los cultivos de malta de cebada sostenible. Con Hopsteiner para investigar el cultivo de variedades más productivas de plantaciones de lúpulo en León, y con la Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo (SAEFL) para contribuir al desarrollo del sector, que requiere condiciones ambientales muy específicas que no se dan habitualmente en la geografía española.
Y para transmitir esta visión a todos sus colaboradores, la compañía tiene el objetivo de hacer que todos sus proveedores firmen su Código de Conducta del Proveedor. En 2020 se ha cumplido este objetivo, con los 843 proveedores con los que colabora, que cumplen todos los requisitos especificados en código.