Vidrala aumenta sus beneficios en 2020
El año 2020 resultó ser muy diferente a lo previsto para Vidrala. La pandemia global cambió abruptamente el contexto afectando intensamente a personas e impactando negocios a lo largo de todo el mundo: “Para industrias intensivas como la nuestra, que opera en procesos industriales ininterrumpidos abasteciendo la esencial cadena del sector alimentario, el reto ha sido extraordinario”, señalan desde Vidrala.
Aún bajo este complejo entorno, los mercados se estabilizaron tras el súbito descenso de los meses de marzo, abril y mayo y las ventas progresivamente reflejaron un comportamiento más racional durante el resto del año. Así, las ventas durante el año 2020 alcanzaron 988,4 millones de euros, reflejando una variación orgánica del -1,7%. El resultado bruto de explotación, EBITDA, ascendió a 279,8 millones de euros equivalente a un margen sobre las ventas del 28,3%. Por su lado, el beneficio obtenido en el ejercicio aumentó un 12% con respecto al año precedente, hasta 5,62 euros por acción. Por último, la deuda disminuyó un 30% durante el año hasta situarse en 233,5 millones de euros al cierre, equivalente a 0,8 veces el EBITDA.
Bajo el comportamiento del negocio durante un contexto tan sin igual, subyacen conclusiones relevantes. Por un lado, el consumo de alimentación y bebidas se mantuvo sólido dentro de las extremas restricciones sociales y la demanda de envases de vidrio se recanalizó progresivamente a pesar del drástico y forzoso cambio desde el consumo en hostelería hacia el consumo en hogar, demostrando que el vidrio toma terreno en consumidores que crecientemente aprecian productos de calidad, en envases saludables, que garanticen las mejores condiciones sanitarias de preservación, en un material medioambientalmente sostenible. Esto supuso una demostración para la industria: “Nuestro producto tiene sólidas perspectivas”.
Por otro lado, la estructura de negocio de Vidrala fue sometida a una prueba exigente. Y cumplimos el reto, manteniendo niveles operativos adecuados y sirviendo a nuestros clientes eficazmente. “Esto valida nuestras acciones estratégicas recientes. Nuestro perfil de negocio es hoy ágil, competitivo y está preparado para el futuro”.
Mirando al 2021, el contexto en el comienzo del año dista aún de ser normal y la actividad se mantiene ampliamente afectada por la evolución del virus y las consiguientes restricciones sociales. Como consecuencia, las condiciones de demanda son actualmente volátiles y las previsiones a corto plazo inciertas. Pero los mercados deberían recuperarse a medida que avance la reapertura de la actividad parada. Así, las ventas de Vidrala durante los próximos meses evolucionarán al ritmo de la actividad económica general.
A pesar de este marco de negocio, la competitividad del negocio de Vidrala se mantendrá sólida. Los márgenes operativos alcanzados el pasado año deberían consolidarse en 2021, toda vez que son el resultado de las acciones internas en favor de la eficiencia productiva, de la estrategia de rotación de activos desarrollada en los últimos años y, sobre todo, del relevante plan inversor ejecutado con las miras en nuestro cliente y en nuestro futuro.
En todo caso, “las directrices estratégicas de largo plazo se mantendrán intactas, firmemente enfocadas hacia nuestras tres prioridades: el cliente, la competitividad y el capital. Mantendremos un foco estricto en servir óptimamente a nuestros clientes, invertir con particular ambición industrial para garantizar la sostenibilidad del negocio y, siempre, garantizar la disciplina financiera”.