El contenedor para líquidos (IBC) está diseñado para ser usado como sistema de transporte y almacenamiento reutilizable para ahorrar gastos durante la circulación y almacenamiento de sustancias líquidas.
Dispone de varias ventajas en comparación con los depósitos tradicionales, como los gastos notablemente menores por cada recorrido y espacio almacenado. Son contenedores reutilizables (sólo la bolsa del contenedor es desechable) y, gracias a su higiene, se evitan putrefacciones y corrosiones.
Opcionalmente, como medida para proteger el producto, se le puede añadir un chip con el que se podrá tener trazabilidad de la posición del contenendor dentro del circuito logístico, así como las temperaturas exteriores e interiores del contenedor durante el transporte y almacenamiento.