"Las almazaras cada vez serán de mayor volumen, más automatizadas, incluso autónomas"
Entrevista a Juan Vilar, CEO y fundador de Juan Vilar Consultores Estratégicos
¿Cómo está evolucionando la olivicultura, y en qué condiciones lo hará en los próximos años?
En el planeta hay del orden de 73 millones de hectáreas de leñosos, de estos el segundo más importante es el olivo, suponiendo el 16% de toda la superficie, y en la actualidad es el que en mayor medida se está plantando, debido de forma fundamental a tres factores. El primero es la mecanización plena de la recolección por la idoneidad de la maquinaria utilizada; el segundo, la existencia de suficientes, aunque están apareciendo más, variedades que permiten lo anterior, de forma solvente y, por último, la adecuación de las almazaras a los frutos procedentes de olivares en seto. El 85% del olivar que se planta es en esta última categoría debido a los factores anteriores, sumado a otro especialmente importante: la escasez de mano de obra en Europa. Este hecho provoca que tan solo algo más del 6% de la población activa trabaje en el sector primario, una limitación especialmente importante.
Todo lo anterior nos está llevando a un cambio de ciclo, que si se ratifica nos pondrá de manifiesto varios años con una oferta potencial que presumiblemente podría superar a la demanda real, con los efectos que ello conllevaría en el ámbito de la tendencia de las cotizaciones. Por ello nos tocará trabajar en el desarrollo de la demanda durante los próximos años hasta invertir el ciclo y volver a empezar. En los últimos 24 años se han producido 6 ciclos de tendencia de cotizaciones, 3 de precios bajos en origen, y 3 de precios más elevados, siendo los años de precios menores 15 y 9 de precios más razonables. Por lo tanto, todo es cíclico, siendo el factor determinante la climatología que impera en el entorno.
¿Dónde se producirá la nueva revolución dentro del sector? ¿Cómo afectará?
Se está produciendo ya, sin lugar a dudas. En el planeta existen 13.900 almazaras distribuidas por los cinco continentes, y cada una de media por campaña moltura 1,2 millones de toneladas de fruto. En la península ibérica hay 2.320.
La tipología de olivar genera diferencias de renta neta en el olivicultor de hasta 60 céntimos por kg de aceite. Es decir, el exceso de competitividad, sin hablar del ámbito de la diferenciación, entre un modo de cultivo, como el seto, el intensivo, y el tradicional, entre ellos generan diferencias de ingresos netos de unos 60 céntimos por kg de aceite, de media, lo cual es relevante. Ello en su día generó una revolución en el modo de gestión y desarrollo de la explotación, por el tipo de cultivo.
En la actualidad y teniendo en cuenta los ciclos comentados anteriormente y su ocurrencia, cobra gran importancia la almazara. La elección del centro de procesamiento para el agricultor, podría generar diferencias de escandallo en la molturación de cada kg de fruto que podrían variar de los 6 a los 30 céntimos, e incluso más, según nuestra experiencia. Esto genera diferencias de renta neta de hasta 1,2 euros por kg de aceite producido, lo cual es una sustancial porción de renta neta. Las almazaras cada vez serán de mayor volumen, más automatizadas, incluso autónomas, (no sin personal, este será más especializado), más eficientes y eficaces, en términos de calidad y cantidad. Muchas están llamadas a cambiar, o a desaparecer, no es una casualidad que en Portugal solo 8 almazaras molturen el 47% de la aceituna de todo el país, mientras que las restantes 494 lo hagan con el 53% restante. Todo ello redundará en una caída del escandallo dentro del mercado, sobre todo en épocas de bajas cosechas.
Nos comenta que en la actualidad se planta fundamentalmente olivar en seto, ¿Sustituirá el olivar moderno al tradicional?
En el planeta existen 11,7 millones de hectáreas de olivar, de la cuales el 63%, es olivar tradicional. De este porcentaje más de 5 millones de hectáreas de olivar tradicional, son intransportables. El olivar moderno, seto e intensivo, producen más del 40% de la demanda total de aceites de oliva del mundo. Como vemos, la demanda requiere de ambos tipos de olivar para ser satisfecha, y por imposición orográfica, geográfica, tamaño de la explotación, etc. no todo es transformable, por lo tanto, todo tipo de olivar convivirá, bajo la existencia de distintas estrategias de explotación, y orientación al mercado. No obstante, la escasez de mano de obra en ambas tipologías está incrementando tanto el nivel de mecanización de unos como de otros, la escala. Al igual que el olivar moderno, una más competitiva explotación por eficiencia remunera en mayor medida al agricultor, se empieza a comenzar a pagar de manera distinta alguna categoría de aceites de oliva en base a su procedencia. Por lo tanto, ambos tienen pros y contras, y exigen a una especial preparación e información elevada y especifica a aquellos que los explotan, vivimos una época en la cual todo cambia, especialmente rápido, y sin avisar.
¿Cómo ve la evolución de la campaña? ¿Qué cree que sucederá en los meses próximos?
En la campaña, se ha producido un ajuste abrupto en precio de forma previa a lo habitual, todo ello en función de las magnitudes que actualmente se combinan. Esto ha sido debido a la evolución de la cosecha en Portugal, que recordemos que ejerce como generador de tendencias actualmente en el sector, no solo en precios, también en estrategias, desempeños y desarrollo de almazaras, tendencia de costes, etc. Ello, combinado con una magistral gestión de la demanda por parte del eslabón envasador, ha generado un anticipo en la caída de cotizaciones prematura, adelantándose un mes. Desde ahora deberemos de estar atentos a tres factores: uno la evolución de la demanda ante la creciente oferta, otro las precipitaciones y, por otro lado, la evolución de la campaña real, en términos de producción frente a lo previsto. Ello determinará a partir de enero una nueva tendencia de cotizaciones. Hasta entonces, no debería de fluctuar negativamente en exceso, salvo entre el 15 de diciembre y 15 de enero por un puntual exceso de oferta. Recordemos, pero, que este año en términos macro, con la caída de Italia en la producción y la existencia de una cosecha media en el resto de países, la oferta potencial está muy cerca de la demanda esperada. Por consiguiente, la tendencia de precios no debería de ser radical ni a la baja. No obstante, hemos de estar atentos a los puntos abordados.