La I+D en el 2007
Sin embargo, no debemos dejar de constatar un hecho preocupante. El número de empresas que decide trasladarse a países fuera de la Europa comunitaria y, sobre todo, a países asiáticos, para reducir sus gastos es creciente y al parecer lo seguirá siendo. Vamos a llegar a un momento en el cual ‘cualquiera’ podrá fabricar piezas si tiene los medios adecuados y en el que por tanto los clientes finales acudirán allá donde el precio sea el mejor. Ante esta circunstancia los fabricantes rebuscan en lo más recóndito de su potencial para seguir siendo competitivas y en esto, probablemente, los españoles y su reconocida flexibilidad para la adaptación tienen ya un paso ganado. Sin duda, una de las formas de hacer frente a la invasión de lo barato es la especialización y la ubicación de un nicho de mercado que requiera también mucho conocimiento. Algo que no pueda hacer ‘cualquiera’.
Hasta aquí muchos estarán seguramente de acuerdo. ¿Y esto cómo se logra? Es difícil encontrar una fórmula definitiva, pero es prácticamente seguro que contendrá elementos como trabajo, mucho trabajo, eso que nos empeñamos en llamar know-how, mucho know-how, tecnología, tecnología innovadora, y unas personas comprometidas en el empeño. Ni más ni menos, no menos ni más, como diría alguna mente pensante.
Claro que esto de ser innovador sin investigar es complicado. Se pretende que en 2007, uno de cada 1.000 ciudadanos en activo sea investigador. Es un hecho ya que en España, para buscar investigación hace falta un investigador privado: un detective, vaya. ¡Así que imagínese para encontrar un investigador!
La investigación sigue siendo el gran déficit de España y sus empresas, en comparación con esa Europa en la que tanto nos queremos ver reflejados en algunos aspectos. Tanto que el porcentaje de gasto en I+D respecto al PIB en España en 2001 fue de un 0,96%, cifra verdaderamente triste si lo comparamos con una media europea (UE) del 1,93% y más penosa aún si nos comparamos con los extremos superiores: Suecia, 4,27%, Finlandia, 3,40, Alemania, 2,49%, Estados Unidos, 2,82%. Sólo Portugal está por detrás de España.
El Gobierno, ante esta situación, ha tomado la decisión de retrasar más de tres años su objetivo de dedicar el 1,4% del PIB a I+D y ubica la consecución de ese objetivo en el 2007. Más terrible todavía es saber que una “parte muy importante” de esos fondos está destinada al capítulo de Defensa.