El nuevo paisajismo, coser y recoser el territorio

En Turquía, Antalya, están lanzados con la preparación de una enorme área paisajística de lo que será la Expo Botánica Mundial, 2016. Ahora se está celebrando la Floriade en Venlo, en el Westland holandés.

Este verano seguramente lo recordaremos durante mucho tiempo como el de la crisis financiera española y por el rescate de la economía española por la Unión Europea. Una crisis gestada durante la era del festival inmobiliario español. En aquellos años, que se decían felices y que seguramente no volverán, se trazó un territorio con una pléyade de nuevas urbanizaciones y polígonos industriales. Ahora los centros urbanos y los polígonos de actividad económica están llenos de obras inacabadas, de heridas y cicatrices en el urbanismo de pueblos y ciudades.

Un urbanismo sin la reflexión de lo que conviene a los ciudadanos no merece la pena ni planteárselo. Es prosperidad perdida. En España el territorio urbano y periurbano, después de la orgía del ladrillo, continúa degradándose. Creo que es hora de hacer arreglos, coser y recoser el paisaje. Vertebrar el territorio que se ha desvertebrado. Hay que buscar un nuevo paisajismo (jardinería) al servicio de éstas necesidades.

Las profesiones relacionadas con las plantas de vivero, los nuevos jardineros y paisajistas, tienen otra oportunidad

¿Qué puede hacerse? Las administraciones autonómicas, diputaciones y ayuntamientos que aprobaron todos los planes parciales que les ponían por delante las inmobiliarias y los grandes banqueros, dirán ahora que para armonizar el territorio, no tienen ni un euro. No hay presupuesto. Por tanto las ideas de la jardinería y del paisajismo de antes ya no sirven. Habrá que ir de ‘low cost’. Con menos hacer mucho. A la horticultura y las profesiones relacionadas con los viveros y la jardinería les convendría proponer soluciones. Pero, ¿qué puede hacerse? Legislar. Sí, crear nuevas ordenanzas para las ciudades y polígonos industriales de todo el país. Instaurar ‘la cultura del árbol’, ajardinar con formatos innovadores y sostenibles todos los agujeros urbanos, diseñar plantaciones que permitan mecanizar los mantenimientos. Proponer arbolados y ajardinamientos sostenibles.

Después de haber participado en los dos congresos de Ciutat Verda en Barcelona, organizados por la iniciativa X+Verd, y promovidas las I Jornadas Internacionales de Urbanismo, Paisajismo y Medio Ambiente en 1993 en Valencia o el Forum Consverd, en Reus (Tarragona) hace menos tiempo, creo tener elementos para invitar a pensar de que no se trataba tan sólo de hacer ferias. Para un viverismo comprometido con la ‘ciudad verde’ creo que lo esencial es crear opinión y compromiso entre la gente de los viveros, los nuevos jardineros y paisajistas, cooperando todos a favor de los sufridos urbanitas y usuarios de polígonos inacabados. Las profesiones relacionadas con las plantas de vivero, los nuevos jardineros y paisajistas, tienen otra oportunidad.