(Ser) Soberano es cosa de hombres
16 de mayo de 2012
Tras las elecciones en Francia, me corrijan si me equivoco, asistimos atónitos a un hecho inédito: Holanda ahora resulta que es presidente de Francia. Leo las noticias con poca atención y de forma atolondrada en los últimos tiempos, con el consiguiente margen de error en su interpretación. Pero en este caso no hay duda. Holanda es presidente de Francia. La noticia sorprende porque hasta la fecha, los presidentes eran siempre humanos, o parecidos a ellos. La puerta abierta a este tipo de situaciones ha sido rápidamente aprovechada por el resto de instituciones. De tal forma que el Banco Central Europeo (BCE), preside ahora, de facto, y no siendo tampoco humano, la reforma bancaria española, básicamente porque nadie en Europa se fía de las instituciones españolas. Pero lo nuestro es mucho más lógico. El BCE es el grande que decide llevar al pequeño por la senda adecuada, viene a ser en nuestro conocimiento básico de la realidad, una suerte de El Tío La Vara. Claro que en cierto modo es razonable que quiera tomar las riendas y saber qué pasa con esos 300.000 millones que ha prestado a la banca española, porque el Banco de España, parece, sólo parece, que no les da confianza. No son los únicos que no dan confianza en un país en el que cada día sale una noticia insólita sobre robos, malversaciones o simplemente inofensivos fines de semana en Puerto Banús a cuenta del dinero público.
Pero en Francia la cosa es menos lógica, son flojos, se dejan presidir por uno más pequeño, como Holanda, donde ya ni los ‘coffee shops’ son lo que eran.
Holanda en Francia, el Banco Central Europeo en el Banco de España y, sí amigo, sí, Alemania en España. Todo ello, presidido por el gran presidente, el presidente por excelencia, que tampoco es humano: ‘Los mercados’. Estos son los que de verdad presiden y le dicen a Alemania, Holanda o al BCE, ojito, manda a El Tío la Vara a España, a Italia o a Grecia. Este es el panorama soberano de los tiempos ahora mismo y no pasa nada, porque si nuestro presidente Alemania, incitado por su jefe ‘Los Mercados’, nos lleva por donde se ha llevado a sí mismo, bienvenido sea. Ser soberano es cosa de hombres. Lo de la marca España lo dejamos para después de la Eurocopa, a ver si España pasa de niña a mujer o de mozo a varón de pelo en pecho.
Entretanto, tenemos fórmulas suficientes para entretenernos, e incluso evadirnos de esta realidad. En la tele, por ejemplo, en California existe ya un canal dirigido a los perros que se quedan en casa solos mientras sus dueños salen a trabajar. Tal vez lo podamos sintonizar a través de algún satélite y aprender las jerarquías del mundo animal. O para evadirnos podríamos hacernos los borrachos. Es fácil, han inventado ya un aerosol con el que podrás sentir durante un minuto la sensación de embriaguez sin necesidad de probar ni una gota de alcohol. Es una actitud un tanto adolescente, tanto como la de la economía española. Cómo nos gustaría poder acudir a ‘Los Mercados’ para entregarle nuestra economía y decirle: “Te entrego un niño, devuelve un hombre”. Porque (ser) Soberano es cosa de hombres.