Equivóqueme si me corrijo

Muy a menudo... muy muy a menudo parece que se nos lengua la traba y decimos cosas que no son exactamente lo que son, bueno a veces sí, pero luego ya no. El presupuesto en investigación y desarrollo que el zapatero metido a estadista prometió resulta que ahora parece que fue un exabrupto fruto de la pasión vencedora. Los señores de lo que ahora se conoce como la clase política, han de saber que no por mucho amanecer tempranea más madruga y que vale más callarse una que ciento volando.

Según informa la prensa, el cuarto poder reconvertido a amplificador de grandes exabruptos, uno de cada cuatro euros que se gasten el año 2006 en I+D irá destinado a programas militares, una partida que aumenta un 27 por ciento con respecto a 2005 y que es mayor que la investigación científica, sanitaria, agraria, oceanográfica y pesquera juntas. El PSOE, cuando llegó al poder, aseguró que reubicaría los gastos en armamento para dejar de considerarlos inversión en I+D. Si se contabilizan como presupuestos de Defensa las partidas que se destinarán a armamento, España es el segundo país desarrollado que mayor porcentaje del PIB dedica a armamento, sólo por detrás de Estados Unidos.

Ciertamente, equivóquennos si nos corregimos, pero en un país con la industria amenazada, como cualquier otro europeo, con la I+D en algo constructivo más bien flojita, la sequía pertinaz nos está secando las neuronas. Si el año hidrológico ha sido dramático, ¿cómo calificar nuestra situación puntera en gasto en armas vs PIB? Valientes, somos muy valientes.