Citrosol presenta a los productores de tomate y pimiento dos novedosos tratamientos para mejorar su poscosecha
El tomate y el pimiento son dos cultivos estratégicos del sureste peninsular, donde se concentra su producción. Sólo la provincia de Almería suma 22.000 hectáreas de superficie dedicada exclusivamente a ambos cultivos. Por este motivo, el pasado jueves 20 de octubre, Citrosol participaba en una jornada de charlas técnicas sobre poscosecha desarrollada en El Ejido (Almería), en la Estación Experimental de Las Palmerillas, perteneciente a la Fundación Cajamar.
En la sesión se dieron cita medio centenar de profesionales, entre empresarios y responsables de calidad de comercializadoras de Almería (cooperativas, SAT y almacenes) interesados en conocer las nuevas propuestas de Citrosol para alargar la vida útil de estas hortalizas y evitar los podridos posteriores a la recolección. Además, los representantes de la compañía valenciana mostraron los resultados del laboratorio Labcolor –perteneciente a la asociación Coexphal– que avalan la eficacia de Citrocide PC para el lavado higiénico de pimiento. Además, se presentaron los excelentes resultados del más reciente Citrocide PLUS para tomate.
El director general de la compañía, Benito Orihuel, explicó que ambos productos poscosecha han sido aprobados por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) como coadyuvantes tecnológicos y certificados por el CAAE para agricultura ecológica.
Orihuel describió la utilización de ambos sistemas para pimiento y tomate, detallando el reciclado higiénico del agua con el que se disminuye su consumo y se eliminan posibles contaminaciones cruzadas, haciendo especial énfasis en la medición en continuo de la concentración del tratamiento con la que se aporta al departamento de calidad del cliente un registro de datos automáticos de gran utilidad.
El director científico de Citrosol mostró una comparativa entre el lavado con agua de red y con el sistema Citrocide PC P, observándose la evolución microbiológica, mientras que la carga de hongos, bacterias y levaduras es elevada con el uso de agua sin tratar, es por contra inapreciable con el sistema de Citrosol. Del mismo modo, Orihuel aportó ensayos de Labcolor en los que se evidenciaban los niveles de inóculos de las lavadoras que no emplean el sistema Citrocide, mientras que aquellas que sí lo usan se configuran como auténticas barreras a cualquier tipo de contaminación. “Proporcionamos máxima seguridad alimentaria”, aportó Orihuel.
Con estos productos no sólo pueden lavarse los hortofrutícolas en condiciones higiénicas sin producir subproductos de la desinfección, como los cloratos, sino que se controlan los podridos poscosecha tanto de los pimientos como de los tomates, con eficacias que alcanzan el 100%, evitando la inmensa mayoría de las reclamaciones de calidad que pueden producirse por esta causa. Por ejemplo, en tomate, la fruta afectada por cracking es infectada por hongos patógenos y evoluciona a podrido, principal causa de las reclamaciones. Diferentes ensayos en centrales de tomate del campo de Níjar han concluido que “no lavar no es una alternativa válida”, ya que se detectan niveles crecientes de podrido tanto en tarrinas de tomate sin lavar como en aquellas lavadas sólo con agua. “Conviene lavar con el sistema Citrocide PLUS T”, añadía Orihuel.
Pedro Ríos, técnico comercial de Citrosol, dio a conocer los resultados de un trabajo elaborado por el Departamento de Higiene Agroalimentaria de Labcolor, centrado en la comparativa entre el uso de agua recirculada y el sistema Citrocide PC P en el lavado de pimiento california rojo y amarillo.
La gran conclusión de este estudio es que Citrocide PC P reduce hasta el 90% la carga microbiana en contraposición a otros usos, ya sean el no lavado o el lavado solo con agua.