Citrosol inaugura su nuevo Centro de Tecnología Poscosecha
La firma valenciana Citrosol atesora medio siglo de vida innovando en las tecnologías poscosecha de la fruta. El pasado 4 de julio se inauguraba su nuevo Centro de Tecnología Poscosecha que viene a culminar la filosofía de trabajo acumulada durante décadas de la compañía de Potríes. El nuevo edificio, dotado de laboratorios y de una planta piloto, aspira a convertirse en el referente de su segmento de actividad investigadora a nivel continental.
En la inauguración estuvieron presentes más de 250 invitados: clientes, prescriptores, proveedores, universidades y centros tecnológicos colaboradores, la amplia masa social y de trabajadores de la empresa y diferentes autoridades institucionales, entre ellas el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la alcaldesa de Potríes, Assumpta Dominguez.
Ximo Puig, tras firmar en el libro de honor, enfatizó el papel motor de compañías como Citrosol que hacen de locomotoras de desarrollo y progreso económico, además de servir como embajadoras de la Comunidad Valenciana. “La energía del siglo XXI es la innovación y, con esta ampliación, Citrosol hace una apuesta de éxito. La globalización, la internacionalización y la productividad deben ser los motores de nuestras empresas y todo ello pasa por la formación y la capacitación de nuestros recursos humanos. La suma de ciencia e innovación dan lugar a la competitividad, y Citrosol está trabajando muy bien en ello”.
Por su parte, Assumpta Dominguez subrayó el lazo perdurable en el tiempo que une a Citrosol con Potríes, y se felicitó por la importancia para el municipio de poder contar con unas instalaciones de vanguardia como las inauguradas por la empresa.
Motivos para crecer
“Las pérdidas poscosecha de la fruta alcanzarán entre un 12 y un 25% en el futuro, y nosotros llevamos más de 50 años aportando soluciones a los productores y a los exportadores alargando la vida útil de la fruta”, comentaba ante los asistentes el director general y científico de la compañía, Benito Orihuel.
“Es el momento de apostar fuerte por reducir estas pérdidas y por ello hemos dado un paso al frente. El motivo principal de la ampliación de nuestras instalaciones es el profundo respeto que tenemos a la ciencia y a la verdad. Primero fueron los cítricos, luego los plátanos, también la fruta de pepita, más recientemente los pimientos y ahora como novedad tomates y aguacates. Seguimos creciendo”.
Juanjo Febrer, presidente del Consejo de Administración de Citrosol, y Benito Orihuel, director general y científico de la compañía, recibiendo el reconocimiento de Ximo Puig.
Nuevas infraestructuras para finales de septiembre
Este nuevo Centro de Tecnología Poscosecha se enmarca en un proyecto de mayor envergadura, que cuenta con un presupuesto superior a los 4 millones de euros. Juanjo Febrer, presidente del Consejo de Administración de Citrosol, describió que en este momento se está trabajando en la reforma de varias naves. “Queremos tener todas nuestras nuevas instalaciones a punto para septiembre, de cara al inicio de la nueva campaña”, comentó.
De este modo, la fábrica de Citrosol está siendo ampliada y una vez acaben las obras contará con una automatización muy superior a la actual. Los nuevos laboratorios forman parte de la primera fase de ampliación, pero el proyecto es mucho más ambicioso. “Duplicaremos la capacidad de producción”, apuntó Benito Orihuel. Así, se dispondrá de un nuevo edificio de tipología industrial destinado a almacenamiento y expedición de producto acabado. También se está ejecutando un nuevo muelle de carga y una nueva sala de máquinas.
Las obras se completarán con la rehabilitación de la nave almacén, la nave taller que se transformará en una nave de materias primas y, además, se ampliará tanto la nave de fabricación de producto intermedio como la de producto final.
Los nuevos laboratorios y la planta piloto
El edificio que acaparó toda la atención durante el evento fue el del Centro de Tecnología Poscosecha, que triplica la superficie destinada a laboratorios. Con una inversión de casi 2 millones de euros, cuenta con un laboratorio de fisiología vegetal poscosecha, dotado con un Texturómetro y un colorímetro; un laboratorio de química, equipado con dos HPLC, un espectrofotómetro y un cromatógrafo de gases; y un tercero de microbiología. Los laboratorios persiguen la eficacia analítica, el ofrecimiento de respuestas más rápidas, el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico (detección de resistencias ‘in vivo’), la prevención de la posible aparición de fisiopatías poscosecha en los clientes y el desarrollo de nuevos proyectos de investigación.
Los laboratorios cubren la parte superior del edificio y cuentan, además, con una cámara limpia para hacer aislamientos, una sala de balanzas de precisión, una zona de análisis y cromatógrafos, despachos y salas de reuniones. En el piso inferior se encuentra la planta piloto, equipada con reactor de fabricación de emulsiones piloto; drencher piloto, que implementará nuevos desarrollos; unidades de aplicación de línea de tratamiento; y cámaras piloto de frigoconservación y desverdización.
Casi una veintena de investigadores se han instalado ya en este centro, cuya capacidad permitirá a Citrosol seguir aumentando su plantilla científica en los próximos años.
Sigue el crecimiento
Citrosol ya se ha convertido en el número uno en desarrollo de producto y en ventas. “España, Perú, Egipto, Grecia, Turquía, Australia, Sudáfrica… Son muchos los países que confían en nosotros y por ello hemos decidido ampliar nuestros horizontes y empezar a trabajar en Iraq, Paquistán y la India. México y EE UU están en nuestros planes futuros”, explicó Benito Orihuela.
En 2015 la empresa alcanzó los 18 millones de euros, el 40% de los cuales provienen de mercados internacionales, y tuvo una media de 78 empleados, el 10% de ellos, doctores. “Nuestra política de empleo se basa en contratar trabajadores para que desarrollen su vida profesional con nosotros, y los nuevos laboratorios nos permitirán contar con nuevos empleados”