El proyecto Metall Ink demuestra que los acabados metálicos pueden conseguirse de forma excelente mediante impresión. Reducen la huella de carbono de las aplicaciones decorativas. Como resultado, los propietarios de marcas ya no necesitan depender de proveedores que ofrezcan tecnologías especializadas, como la estampación en caliente, para producir envases de primera calidad. Pueden encargar la producción a sus socios de impresión habituales. Esto ampliará significativamente el mercado de las aplicaciones metálicas decorativas.
Los efectos metálicos producidos con nuestras tintas de impresión son más sostenibles que los producidos con procesos tradicionales. También son rentables. Finalmente, pero no por ello menos importante: la calidad estética y háptica de los efectos metálicos impresos no es de ninguna manera inferior a la que se consigue con la estampación de papel caliente. La mayor procesabilidad, por ejemplo, la de relevo o resistencia a raspaduras, también es absolutamente convincente.