Un polímero, la alternativa para dejar de pintar automóviles
El Centro de Investigación Global de General Electric abordó el reto de desarrollar un plástico que fuera suficientemente resistente al desgaste de los agentes climáticos. Los especialistas en química orgánica y productos sintéticos desarrollaron una nueva película de polímero: el Lexan SLX. Se trabajó para averiguar las propiedades físicas de factores tecnológicos tales como golpes, resistencia a los agentes químicos, flujo y calor. Después los químicos orgánicos y los ingenieros químicos completaron un entendimiento básico de las reacciones y sugirieron un nuevo proceso para fabricar este nuevo material a gran escala. Y además se desarrollaron nuevas tecnologías para predecir el desgaste por la acción atmosférica durante la vida de la pieza, medición de arañazos, y posibilidades de correspondencia de colores.
Las pruebas más recientes, que equivalen a entre 10 y 15 años de desgaste por la acción atmosférica al aire libre, demuestran que la conservación de brillo de la película Lexan SLX es absolutamente favorable. GE ha puesto a prueba la película Lexan SLX frente a las especificaciones de pintura de los fabricantes de automóviles y la ha sometido a exámenes de manchado que incluían polen de abejas, líquido de frenos y gasolina. El resultado, lanzado por GE Plastics, la división de termoplásticos de ingeniería de la compañía, es un polímero fácilmente moldeable de extraordinario brillo, ricos tonos metalizados, excelente resistencia a los arañazos y a productos químicos, y una gran dureza ante el desgaste.
"GE tiene acordados programas de examen y convalidación con todos los fabricantes mundiales para facilitar la valoración de esta tecnología como una verdadera alternativa a la pintura en embellecedores y carrocería," —afirma Andre Horbach, director de Marketing de GE Plastics Automotive— "Nos estamos centrando en la uniformidad del color, tanto en el salón de exposición como después, para cualquier pieza que pueda beneficiarse de este termoplástico duro de superficie."
Referencia en el mercado
"Si prescindimos de los costes asociados a la pintura, un vehículo de plástico se hace económicamente más atractivo. Ahora, los fabricantes pueden pensar en montar un vehículo con la carrocería fabricada con la película Lexan SLX, en unas instalaciones que cuestan la mitad que una fábrica normal."
Orígenes
La generación de este polímero comenzó en 1998 en las instalaciones de desarrollo e investigación corporativa de General Electric (Centro de Investigación Global de GE) en la localidad de Schenectady, en el estado de Nueva York (Estados Unidos), y desde entonces se han fabricado más de 45.000 kilos de material y existe perspectiva de empezar las ventas del nuevo polímero a fabricantes de automóviles. La resina de Lexan SLX ofrece una gran perspectiva para la industria del automóvil.
"Fabricar un vehículo de plástico económicamente viable es solamente la mitad de la ecuación, porque hoy día los coches producidos en serie necesitan un acabado esmaltado y metalizado", comenta Andre Horbach". “Además presenta otras ventajas como es su enorme profundidad de imagen, la buena resistencia a los arañazos y una capacidad para mantener la estabilidad dimensional bajo un amplio abanico de temperaturas”.
Según Horbach, GE Plastics cree que esta nueva tecnología tiene un futuro muy brillante en el mercado automovilístico y en cualquier otro donde el plástico reciba una gran exposición al aire libre. La empresa ha calculado que, sólo en Norteamérica, la industria del automóvil ofrece un mercado potencial para salpicaderos y paneles verticales exteriores de la carrocería, tanto pintados como moldeados y coloreados, de cerca de 230 millones de kilos. Si añadimos los paneles horizontales, el potencial se dispara a 455 millones. En total, el potencial para el todo el exterior del vehículo es de cerca de 1.400 millones de kilos.
La película ya está disponible en una gama limitada de colores y calibres para que la industria mundial del automóvil pueda examinar la capacidad del polímero para dotar a las piezas de un acabado de primera sin pintura, brillante, resistente a los rasguños y a los agentes atmosféricos y químicos, y con una superficie de alta calidad.