Crean la primera bicicleta urbana del mundo fabricada con plástico reciclado

Como expertos en plásticos para el movimiento, la empresa aporta el concepto y los componentes clave a disposición de todos los fabricantes de bicicletas a través de la nueva plataforma Igus:bike. El primer modelo estará disponible a finales de año.

El planeta se ahoga en residuos plásticos. Los enormes montones de desechos en los vertederos crecen rápidamente. Parte de este plástico acaba en los océanos y entra en la cadena alimentaria, lo que lo convierte en un peligro para la vida marina, animal y humana. Por lo tanto, es muy urgente alejarse del modelo económico lineal y migrar a una economía totalmente circular. Para contribuir a esta transformación, Igus, el especialista en los motion plastics —plásticos técnicos fabricados especialmente para el movimiento—, lleva muchos años desarrollando e invirtiendo en ideas para el reciclaje de este material. La empresa alemana presenta ahora una novedad sin precedentes en la feria Hannover Messe: el concepto de una bicicleta urbana robusta y duradera fabricada íntegramente en plástico, desde el cuadro hasta los cojinetes y la correa dentada. Una característica especial de esta nueva bicicleta es que la versión reciclada se fabricará principalmente con plásticos reutilizados originalmente de un solo uso. "El plástico de los vertederos de todo el mundo se está convirtiendo en un recurso valioso", explica Frank Blase, CEO de Igus.

La primera vez que se le ocurrió la idea de la bicicleta, ahora conocida como Igus:bike, fue en una playa mientras estaba de vacaciones. Conversando con los empleados de una empresa de alquiler de bicicletas se enteró de los principales problemas que sufren las bicicletas que se utilizan en la playa. Están continuamente expuestas a la arena, el viento y el agua salada y en ocasiones deben ser reemplazadas en tan solo tres meses. En este sector, el mantenimiento y la reparación son a menudo caros y requieren mucho tiempo.

La bicicleta igus:bike es más fácil de mantener que cualquier otra bicicleta. Los usuarios pueden dejarla a la intemperie ante cualquier climatología y limpiarla en tan solo unos segundos con una manguera de jardín. "Como todos los componentes son de plástico, ninguna pieza de la bicicleta se oxida, ni siquiera los engranajes, los cuales durante mucho tiempo fue impensable que pudieran fabricarse en plástico", comenta Blase. En todos los componentes de la bicicleta se utilizan plásticos ligeros de alto rendimiento que no requieren lubricación, desde los rodamientos de bolas de dos componentes en las ruedas hasta los cojinetes de fricción en la tija del sillín, las palancas de freno y los pedales. Todas estas piezas llevan integradas lubricantes sólidos y garantizan un funcionamiento en seco de baja fricción, sin necesitar una sola gota de aceite lubricante. De esta forma se garantiza que la arena, el polvo y la suciedad no se adhiera y no se acumule.

Los plásticos optimizados tribológicamente de Igus se utilizan con éxito desde hace mucho años y actualmente se emplean en más de 70 industrias: automóviles, tractores y robots, entre otros. Desde hace décadas tienen muchos seguidores en el sector de la bicicleta, en el que llevan mucho tiempo demostrando su eficacia en bicicletas de montaña y bicicletas eléctricas.

En los laboratorios de desarrollo de Igus, ocho ingenieros trabajan actualmente en el diseño de todos los componentes móviles de la bicicleta 'full-plastic'. Los rodamientos de bolas, los frenos, los piñones, los engranajes y las transmisiones están siendo coordinados por Andreas Hermey, director de desarrollo de las cadenas portacables, en estrecha colaboración con la empresa de bicicletas MTRL de Holanda. Los desarrollos ya probados de Igus se adaptaron a la nueva aplicación. El resultado son unos componentes plásticos de funcionamiento suave, silencioso y duradero que ofrecen a los proveedores de todo el mundo la oportunidad de beneficiarse de la plataforma Igus:bike.

La nueva plataforma Igus:bike ofrece a los fabricantes de bicicletas de todo el mundo la oportunidad de avanzar conjuntamente en esta tecnología. Muestra continuamente el estado y el progreso de todos los componentes e invita explícitamente a los agentes del mercado a participar. "Queremos que la industria de la bicicleta pueda producir bicis de plástico", dice Blase. La plataforma Igus:bike pretende convertirse en el punto de referencia para los fabricantes que quieran construir una bicicleta de plástico y para todos los fabricantes de componentes del sector, como cuadros, ruedas, transmisiones y piñones de plástico. La plataforma ya está acogiendo las primeras colaboraciones empresariales. Un ejemplo es Helix.eco para plásticos reciclados, pero próximamente le seguirán muchas más.

El otro socio es MTRL, una start-up neerlandesa que ha conseguido colocar 400 bicicletas con cuadros y ruedas de plástico en las carreteras de los Países Bajos. "Los fundadores Johannes y Benjamin Alderse Baas comparten completamente nuestra visión", dice Blase, que a su vez es inversor en MTRL. Y añade: "Juntos estamos perfeccionando la bicicleta hecha totalmente en plástico". La empresa de bicicletas empezará a producir y vender un modelo para niños y una bicicleta para adultos en las ciudades a finales de este año. El lanzamiento en Alemania será a principios de 2023. También se han previsto otras versiones, como una bicicleta eléctrica. En el futuro, la bicicleta totalmente de plástico estará disponible tanto en una variante hecha de plástico nuevo como en una fabricada totalmente con material reciclado. Los primeros prototipos, producidos y probados con éxito, estaban hechos de material procedente, por ejemplo, de viejas redes de pesca. La bicicleta para adultos de plástico virgen costará 1.200 euros, mientras que la de plástico reciclado tendrá un recargo de 200 euros. MTRL está planificando instalar fabricas cerca de los vertederos de plástico de todo el mundo. "De los plásticos del océano a los plásticos para el movimiento: el concepto de Igus:bike tiene lo necesario para convertirse en un producto ecológico de alta tecnología", afirma Blase.

Y prosigue: "Tenemos muchas más ideas, como la implementación de un sistema de monitorización de estado mediante los smart plastics de Igus, que permitiría usar el smartphone para ver cuántos miles de kilómetros más puede aguantar la bicicleta. Con suerte, esto convencerá a muchas personas que todavía son escépticas con respecto al plástico".