La poliesteramida, nuevo plástico biodegradable
Bayer ha presentado un plástico biodegradable, mezclable con estiércol, que no deja restos. el nuevo desarrollo es una poliesteramida semicristalina, pero de aspecto traslúcido y transparente. El plástico es resistente a los disolventes, estable a la luz, firme y extraordinariamente tenaz, según la compañía, que lo mostró en la K’95.
El punto de fusión se sitúa en 125 grados centígrados, muy elevado para un plástico biodegradable, lo que lo hace adecuado para fabricar láminas para derivados lácteos, bolsas de residuos domésticos y tiestos desechables, entre otras aplicaciones.
Hasta el presente se equipara la propiedad de la biodegradabilidad con la procedencia natural de las materias primas. No obstante, Bayer sostiene que en un producto obtenido con materias primas sintéticas se pueden combinar también las propiedades biológicas y térmicas con una excelente idoneidad para la transformación.
El plástico biodegradable es impermeable al agua durante el uso y, en condiciones normales tiene una estabilidad ilimitada al almacenaje. La biodegradación sólo se pone en marcha cuando intervienen factores tales como la humedad y la tierra o el humus, que son portadores de bacterias y hongos.
Estos requisitos se dan sobre todo en el estiércol. La biodegradabilidad del plástico recién desarrollado cumple los criterios más rigurosos de la norma DIN parte 4 y es completamente biodegradable.
La poliesteramida puede extruirse para obtener láminas, inyectarse para formar piezas moldeadas, moldearse por soplado para conseguir cuerpos huecos e hilarse para tener fibras. De forma intencionada se ha desarrollado este producto para que tenga un conjunto de propiedades similar al del polietileno de baja densidad (LDPE) en cuanto a la absorción de cargas mecánicas y térmicas y en cuanto a la idoneidad para la transformación.