La firma es número uno en palitos para caramelo desarrollados por extrusión
La extrusión de Straw, Secciones Continuas Técnicas, en todo el mundo
Con cincuenta líneas de extrusión, Straw, Secciones Continuas Técnicas es reconocida en el mercado internacional por uno de sus productos: los palitos de caramelo, que se exportan a todo el mundo y se utilizan en algunas de las principales marcas del mercado. Sin embargo, han sabido posicionarse con éxito en otras industrias, como la automoción, donde trabajan con las principales marcas, en el sector eléctrico, con la canaleta de plástico para ocultación de cable (sector eléctrico / bricolaje), los perfiles de soporte/ocultación de tiras LED y disipadores y los tubos libre de halógenos para instalaciones vistas, y uno incipiente pero en el que ya están consolidados: los tubos para inseminación de cerdos. Transforman unas 4.500 toneladas de plástico y utilizan unas 20 materias primas distintas para la fabricación de más de 1.200 referencias. Cifras espectaculares que hablan por sí solas.
Probablemente cuando consumimos una piruleta o caramelo con palo en cualquier punto de Europa, no podríamos imaginar que ese soporte que sostiene el dulce se fabrica en Barcelona. No es ningún disparate. La firma produce ingentes volúmenes de palitos para las principales empresas del mundo y exporta del orden del 70% de su producción, entregando productos en Europa, Asia, América y África.
Creada en 1985 por Xavier y Jordi Llorach, esta empresa ubicada en Barcelona (Sant Andreu de la Barca y Castellbisbal) ha sabido hacerse un hueco en diversos sectores industriales y es hoy la referencia en muchos de ellos. Sin ir más lejos, sus pajitas para el sector de las bebidas se consumen en todo el mundo. “Efectivamente, 'Straw' (caña, en inglés) corresponde al nombre del que fue nuestro producto estrella en los inicios de nuestra actividad. Actualmente nuestro principal producto es el palito de caramelo”, indica Manuel Díaz de Liaño, director de ventas de Straw, Secciones Continuas Técnicas.
Pero no se conformaban con ser la referencia en ese sector. Dominar la tecnología de la extrusión con 30 años de experiencia, estar dotados de un parque de maquinaria amplio, personal cualificado (actualmente disponen de una plantilla aproximada de 90 colaboradores de los que un 10% son ingenieros) e ilusión y esfuerzos por penetrar en nuevos sectores, han llevado a la firma catalana a entrar en nuevos mercados como el eléctrico, la automoción o incluso la ganadería.
La firma no cuenta con un catálogo de productos. “Desarrollamos los productos conjuntamente con nuestros clientes. En general los posibles clientes tienen una idea y nosotros ponemos a su disposición nuestro I+D, así como nuestro 'know how' y nuestra capacidad de fabricación para que al final la idea inicial acabe convirtiéndose en un producto útil y que responda a sus expectativas”, señala el responsable de ventas. “Disponemos de unas cincuenta líneas de extrusión de las primeras marcas del mercado. Esto nos permite una gran versatilidad y capacidad de adaptación a las exigencias de servicio del mercado”.
Actualmente el producto estrella de la compañía es el palito de caramelo.
La extrusión, sin secretos
SCT, con el medioambiente
Y precisamente la sostenibilidad es un eje para la empresa. “Tenemos implementado un sistema de gestión de residuos que garantiza la reciclabilidad de los mismos en unos porcentajes elevados. Igualmente, somos una industria que no genera emisiones y nuestros niveles de consumo son altamente eficientes”, señala Díaz de Liaño. “Desde el punto de vista de producto estamos comprometidos con la evolución hacia materias primas más sostenibles; siempre que los requerimientos funcionales lo permiten proponemos a nuestros clientes la evolución de sus productos hacia alternativas más ecológicas”.
Además, su apuesta por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente se refleja en que la firma fue pionera, hace más de 10 años, en la obtención del certificado EMAS, que demuestra el cumplimiento de los parámetros evaluables relacionados con la legislación medioambiental.
A diferentes sectores
Además de tener su producto estrella en el sector de la confitería, en varios sectores podemos encontrar productos de Straw: confitería, construcción, eléctrico, automóvil, higiene o perfumería.
“En el mundo de la automoción somos proveedores a nivel mundial de los principales actores del sector. Firmas como Faurecia, Valeo, Bosch, etc…. cuentan con nosotros para sus proyectos. En alguno de los artículos que suministramos somos proveedores exclusivos a nivel mundial”, apunta.
En el sector eléctrico tienen principalmente tres productos accesorios para este sector, que son la canaleta de plástico para ocultación de cable (sector eléctrico / bricolaje), perfiles de soporte/ocultación de tiras LED y disipadores y finalmente tubos libre de halógenos para instalaciones vistas.
Pero además, también quieren ganar presencia en el sector de la ganadería. “Tenemos ya presencia, con nuestros tubos para inseminación de cerdos, en los principales de clientes de ámbito nacional. Nuestro objetivo es consolidar nuestra presencia y atacar al mercado de internacional”, indica Díaz de Liaño.
Tal diversidad de mercados hace que deban estar preparados para cualquier reto. “Cada sector tiene sus peculiaridades y el éxito lo da el saber adecuarse a cada uno de ellos. Todos conocemos las exigencias del sector del automóvil, pero otros sectores como el de la construcción o el de la confitería no están muy lejos de su nivel. El secreto repito, es la adaptación y la voluntad de hacerlo” –indica. “En estos últimos años el sector más importante para nosotros es el de la confitería, seguido por el del automóvil”.
Si duda, además de la constante inversión en I+D a la que destinan el 7% de su presupuesto anual, la diversificación de la producción ha sido clave. “En nuestra opinión es absolutamente necesario diversificar la oferta y los mercados a los que nos dirigimos. En la situación de crisis vivida en los últimos años este aspecto ha sido clave para nuestro desarrollo”. Pero también clave ha sido la posibilidad de “ofrecer al cliente soluciones completas. No hablamos solo de poner a su disposición líneas de extrusión, sino que ofrecemos la posibilidad de colaborar y/o resolver aquellos problemas tanto de diseño como de industrialización que permitan llegar a la obtención de los productos sugeridos. Siempre con altos niveles de calidad y servicio”.
En cuanto a los objetivos de STC a corto-medio plazo, “como cualquier empresa nuestros objetivos son, por una parte consolidar nuestro portafolio y por otra conseguir aumentar nuestras cuentas de clientes no tan solo en los sectores conocidos sino ampliándolos en la medida de lo posible”, concluye.