La tecnología se encuentra en una situación de crecimiento cualitativo y en expansión también en España
El rotomoldeo, el gran desconocido que se reinventa
Como desventajas, en comparación con la inyección y el soplado, nos encontramos principalmente ante un proceso más lento por lo que el precio por pieza es, en general, mayor y con una precisión dimensional peor.
Arturo Lobao Andrés, director general de Artyplast Rotacional.
Se usa para fabricar infinidad de piezas como depósitos de agua, de combustible, contenedores, muebles, lámparas, jardineras, juguetes, boyas, atomizadores, kayaks, papeleras y un largo etcétera.
Sin embargo, a pesar de la gran variedad de piezas que se fabrican y de los múltiples sectores en los que se utilizan, el rotomoldeo es todavía el proceso de transformación de plásticos más desconocido de España en comparación con procesos como la inyección, el soplado, la extrusión y el termoconformado. Afortunadamente, este desconocimiento es cada vez menor gracias a la importante transformación que está experimentando la tecnología. El rotomoldeo se está reinventando.
Hace pocos años existía en el mercado la convicción de que el rotomoldeo servía principalmente para fabricar piezas de gran tamaño, con poca atención a la calidad, con diseños simples y para tiradas relativamente cortas.
Hoy en día, el mercado está cambiando y se vuelve cada vez más exigente demandando nuevas aplicaciones para nuevos sectores y más flexibilidad a todos los implicados quienes, podemos decir, están respondiendo de forma positiva gracias a numerosos factores.
El primero de ellos tiene que ver con la evidente mejora de la maquinaria disponible para la fabricación. En los últimos años se han hecho verdaderos esfuerzos para mejorar la automatización, eficiencia, calidad y rapidez en la fabricación. Uno de los primeros objetivos conseguidos ha sido el de disminuir ciclos de producción y por tanto poder fabricar más piezas en menos tiempo con la consiguiente mejora de competitividad en relación a otras tecnologías como el soplado.
Otro esfuerzo realizado tiene que ver con la reducción de costes gracias a la automatización de procesos como la carga de materia prima, la apertura y el cierre de moldes, mejorando de esta forma, la calidad, gracias a un control efectivo de la temperatura en el interior del molde, y con la posibilidad de usar materiales nuevos difícilmente rotomoldeables sin estas mejoras de maquinaria.
El segundo tiene que ver con la herramienta de trabajo principal de todo rotomoldeador: el molde. Los fabricantes de moldes para rotomoldeo, más numerosos en los últimos años, y quizás debido a la mayor competencia entre ellos, se adaptan y entienden mejor las necesidades tanto del rotomoldeador como del usuario final. Como resultado, los moldes que se construyen son más complejos, de mejor calidad y de una mayor precisión.
El gran salto cualitativo que ha dado el rotomoldeo en los últimos tiempos tiene que ver también con la implicación de diseñadores mundialmente reconocidos con esta tecnología. El rotomoldeo es un caramelo muy apetecible para aquellos diseñadores industriales que exprimen al máximo lo que puede aportar un proceso productivo que permite diseñar formas complejas y versátiles, de gran belleza estética y que difícilmente pueden fabricarse de otra manera. La sustitución de materiales nobles o comunes como la madera o el metal por objetos de plástico rotomoldeado han supuesto, para muchas empresas, gracias a la innovación en diseño, un nuevo mercado de productos más duraderos, prácticos, con menor mantenimiento y con un coste menor.
Diseñadores de prestigio mundial, de la talla de Philippe Starck, Karim Rashid, Frank Gehry, Ron Arad, Ross Lovegrove, Eero Aarnio, Marcel Wanders, Zaha Hadid, Arik Levy, Jean-Marie Massaud, Antonio Citterio y un largo etcétera o también en España como Javier Mariscal, Patricia Urquiola, Agatha Ruiz de la Prada, Joan Gaspar o Jaime Hayón por citar sólo unos pocos, han apostado por el rotomoldeo para muchos de sus premiados diseños y han sabido transformar ideas innovadoras en piezas aclamadas por el mercado.
Otro factor importante es la reciente aparición de nuevos materiales y grados de materia prima para transformar el rotomoldeo. Desde hace décadas, la industria se basa principalmente, en el uso del PE lineal que tiene buenas propiedades mecánicas, es versátil, fácil de rotomoldear y tiene un coste relativamente asequible. Poco a poco, la gama de materiales y grados para aplicaciones específicas va creciendo y se va adaptando a las aplicaciones del producto final que demanda el mercado. En este campo, sin embargo, es necesario e imprescindible que los productores hagan un esfuerzo mayor.
Por último, debemos hacer referencia a la gran influencia que tienen los medios de comunicación. La aparición, cada vez mayor, de más piezas de rotomoldeo por televisión, en particular de sectores como el mobiliario o la iluminación, también está ayudando a la expansión del conocimiento de la tecnología.
Por todo ello, creo poder afirmar que la industria del rotomoldeo, también en España, se encuentra en una situación de crecimiento cualitativo y en expansión, donde la innovación y la mejora de los procesos son dos retos claves para encontrar nuevas oportunidades de negocio y ventajas competitivas en relación a otras opciones de transformación de plásticos. Saber reinventarse es clave en un mercado tan exigente y competitivo como el de hoy en día.
Artyplast Rotacional S.L.
Es una empresa joven, dinámica y en constante evolución. Creada en 2002, cuenta con personal de probada experiencia de más de 20 años y amplio reconocimiento en el sector del rotomoldeo (o moldeo rotacional). Proporcionan soluciones integrales a sus productos desde el diseño hasta la elaboración óptima del producto final. La compañía está situada en el corazón de la región vitivinícola del Penedés a unos 50 km al sur de Barcelona y a escasos 2 Km. de la autopista AP-7, del acceso, a la altura de la población de Vilafranca del Penedés, en la localidad de Olerdola. La firma está fuertemente comprometida con el medioambiente.