El comandante Romerales

Existe en los aviones una curiosa voz anónima que sorprende cada vez que decide informar sobre la situación del vuelo, la inmediatez del aterrizaje o cualquier otra cuestión. Es el comandante Romerales, que recurre a una sorprendente técnica cuando llega el turno del inglés: la de hablar pero no decir; explicar rápido para facilitar una comprensión lenta. Romerales, digámoslo ya sin tapujos, no quiere que se le entienda. ¿Cómo si no explicar ese reguero de palabras sueltas en inglés que el aturdido pasajero a duras penas capta, que suenan sin embargo a una lengua diferente al castellano? El comandante Romerales sabe que tres eses silbantes y cuatro erres raras crean la sensación de un inglés bien pronunciado, más teniendo en cuenta que la megafonía a bordo es ciertamente penosa. Pero intenten comprender todo lo que dice. Tres de cada dos mensajes, son incomprensibles. Bien, esta filosofía que busca el entendimiento imposible de nuestro interlocutor no es infrecuente. ¿Cuántas veces hemos asistido a frases que no dicen nada, conferencias vacías o, simplemente, respuestas que no lo son? En el sector de las revistas, la cosa, ello, también existe. Plásticos Universales, al igual que su portal asociado Plastunivers.com, tienen su tirada y sus visitas, respectivamente, controladas por la Oficina de Justificación de la Difusión, pero ¿han preguntado alguna vez a otra revista, por qué no la tienen? Es sencillo, hay unas reglas de juego y aquel que declara tiradas verdaderas no debería temer un control externo como el de OJD. Pero tras la pregunta llegan las mil y una explicaciones, tipo las del comandante Romerales a bordo del avión. Es más, estamos ante la inminencia de un nuevo mal de nuestra civilización: es el “mal de los Romerales”, que proporciona arrestos al que lo padece y le dota de la inmunidad del sonrojo.

Señores, si existe el mundo mundial, el blanco blanquísimo y la mujer, mujer; personas humanas y humanos no personas, también hay cosas claras: clarísimas.