“Deberíamos llegar al modelo alemán que ya prohibió en 2004 depositar en vertederos residuos valorizables energéticamente”

Es un objetivo ambicioso y difícil de alcanzar pero debemos emplear todos los medios a nuestro alcance para conseguirlo. Lo cierto es que sin un decidido apoyo del legislador será muy difícil lograrlo ya que algunas de las alternativas que deberíamos proveer no son hoy en día económicamente inviables, pero sí complejas.

Ramón Gil de Luigi.

Debemos crear ese entorno ideal para que el reciclado y la recuperación energética puedan desarrollarse como un negocio. Hoy en día la competencia de los vertederos es de bajo coste, lo que hace que las alternativas sean de difícil aplicación.

Tenemos un objetivo para 2020, en porcentaje de reciclado mecánico y de recuperación energética. Es fundamental conseguir el 100% de recuperación.

Sin embargo, partimos de diferentes situaciones en cada país europeo: si bien unos lo han alcanzado ya, para otros, como el nuestro, es difícil porque durante muchos años no se ha invertido en recuperación energética. En este sentido, un objetivo razonable a medio plazo podría ser un 50% de reciclado mecánico y un 50% de recuperación energética.

Depende de punto del que partamos. En España, como comentaba, tenemos la gran desventaja de que durante muchos años no se ha invertido en recuperación energética. Al no tener ni la cantidad suficiente ni técnicamente el nivel adecuado, somos un claro ejemplo de país que a corto plazo deberíamos conseguir aumentar la recuperación energética. Por eso es importante la voluntad del legislador de apoyarlo y que los proyectos que se puedan gestar se desarrollen lo más rápidamente posible.

Donde se ha alcanzado el éxito es en cualquiera de los nueve países que están próximos al 100%. No obstante, podemos tomar como ejemplo la solución alemana que consistió en que desde finales de 2004 se prohibió prácticamente depositar en vertederos cualquier residuo que fuera valorizable energéticamente. Esta medida dejaba inmediatamente a todos los plásticos fuera del vertedero.

Esta es la solución más favorable y a la que deberíamos llegar. La CE se mueve en esta línea y en España, partiendo de la base de que somos un país en el que nuestra capacidad de generación de energía es totalmente insuficiente, sería lamentable que dejáramos perder una fuente de energía tan valiosa como la que aportan los residuos.

Los datos que publicaremos próximamente sobre el estudio europeo son optimistas porque desde hace varios años muestran una progresión positiva, en la línea adecuada y de forma muy consistente. Este año ha sido particularmente positivo, porque casi se ha llegado al 60% de recuperación de los residuos plásticos postconsumo. Una cifra muy importante.

Viendo el ‘vaso medio lleno medio vacío’, aún tenemos un 40% de promedio a nivel europeo que se deposita en vertedero y hay que acabar con él. Y España todavía está en una situación peor.

Un país que ha mejorado sustancialmente es en el que nos encontramos, Polonia. Partía de una situación bastante atrasada pero el gobierno ha entendido la problemática, qué se puede obtener de los residuos y las ventajas que de ellos se pueden derivar. Así, ha puesto en marcha una serie de actuaciones positivas y por eso Polonia se encuentra en el grupo de países que han mejorado su nivel de reciclado y recuperación de los plásticos en un 15%, prácticamente el nivel más alto que se ha conseguido en los últimos años.

El ecodiseño es fundamental. Se trata de diseñar un producto de forma adecuada pensando no sólo en su uso sino en que al acabarse el periodo de vida útil éste debe ser reciclado.

Hoy en día el diseño de productos debe estar orientado a todo el ciclo de vida del mismo y éste se acaba cuando es reciclado.

El packaging es de los más avanzados. Y es lógico teniendo en cuenta que la mayoría de envases son de un solo o pocos usos. Ya existen sistemas de recogida establecidos que funcionan bien. Por otro lado, en España hay un sector importante y en el que ahora se está trabajando seriamente para actualizarlo, es el de los plásticos en la agricultura.

Es tan importante como singular. La utilización del plástico en la agricultura es un factor con gran potencial de crecimiento en un futuro.

Lo más importante es la actitud social. Son sociedades muy concienciadas que reaccionan positivamente a todas las acciones y medidas que se adoptan orientadas al concepto de sostenibilidad. Aparte, son países que también invierten para su fomento y han desarrollado asimismo sistemas de recogida muy eficientes que funcionan perfectamente bien. Tampoco han tenido miedo en apoyarse en la recuperación energética. Todo ello les ha permitido llegar a niveles máximos de reciclado mecánico.

En España se está notando cada vez más un cambio en el comportamiento del consumidor. Aún falta para llegar a los niveles mencionados, pero sí hemos apreciado un cambio positivo.

Por otro lado, en España también se ha dado otro cambio que es una mayor concienciación de las autoridades responsables, quienes también se han dado cuenta de que es necesario ordenar adecuadamente todo lo relacionado con el reciclado al final del ciclo de vida de los producto, además del valor que tienen y de que éste se debe aprovechar.

El entorno es favorable, hay más concienciación de su valor. Lo que sucede en estos momentos es que en España hay muy buena voluntad pero la situación económica no es la más boyante para hacer inversiones, pero yo soy optimista. Y creo que cuando pase esta etapa, los buenos deseos cristalizarán en productos concretos.