El Clúster MAV propone identificar el mapa de materiales compuestos en Catalunya

A primeros de abril unas treinta empresas relacionadas con los composites —o materiales compuestos— se reunieron en la sede de Acció, en Barcelona, para identificar aquellos agentes que trabajan con este tipo de materiales en Catalunya. En una jornada diseñada en dos partes, la primera de ellas sirvió para que cada uno de los asistentes expusiera qué tecnologías ofrece, qué materiales trabaja y, también, a qué sectores cliente se dirigen sus productos. Y es que una de las mayores dificultades para aquellos que producen materiales compuestos es explicar qué ventajas proporcionan y para qué aplicaciones son más indicados.

La finalidad de la jornada organizada por el Clúster de Materiales Avanzados de Catalunya (MAV) era principalmente identificar las oportunidades de negocio y generar también ‘networking’ entre las empresas asistentes. Si bien únicamente una de ellas era usuaria de composites, es un primer paso para mostrar hasta qué punto este segmento, el de los composites, avanza e innova a diario. Prueba de ello fueron las diferentes exposiciones por parte de las empresas participantes: fabricantes y formuladores de filamentos termoplásticos, fabricantes y distribuidores de fibra de vidrio, de carbono, de keblar, de pinturas especiales, de adhesivos, de recubrimientos especiales, de preparadores de fibras técnicas, distribuidores de aditivos e incluso una empresa con tecnología para reciclar los composites, entre otras.

Lluís Raurich, Business Development en Engi-com y presidente del Clúster MAV; y Alexandra Barrio, manager del clúster, fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida a la jornada.

En cada una de las presentaciones realizadas a lo largo de la mañana las empresas participantes desgranaron a qué sectores cliente dirigían sus productos. Entre ellos, el eólico, la industria ferroviaria, el sector náutico, el automotriz, y la industria aeronáutica.

Cada una de las empresas, desde su tecnología, ofrece un denominador común: un material compuesto que aporta características distintas de sus dos componentes y que pueden ayudar a resolver algunas de las exigencias actuales como la reducción de peso en el caso de la industria del automóvil. Otros, por ejemplo los fabricantes de balsa, ofrecen un producto de densidad media pero con altas propiedades mecánicas. También estuvieron presentes comercializadores de materiales ‘bio’, desde resinas a adhesivos, para sectores como la náutica, la industria eólica, la energética, la maquinaria en general o construcción, entre otros.

Una segunda oportunidad

Actualmente existen toneladas de materiales compuestos en vertederos de Europa, pendientes de reciclar, la mayor parte de ellos procedentes del sector eólico. Ello ha dado una oportunidad de negocio a una empresa que ha desarrollado una tecnología para recuperar las fibras presentes en los composites.

El mundo del composite es muy diverso y así se puso de manifiesto durante la jornada, con la aportación de fabricantes de pinturas para recubrimientos industriales, por ejemplo. En este caso, dirigido a talleres de chapa y pintura para reparación de automóviles. O de una empresa fabricante de productos poliméricos, termoenduribles, y que ha desarrollado un material no poroso e incluso un poliuretano de dos densidades, —un material más resistente y ligero a la vez—.

Y es que la innovación es también un denominador común. Así se desarrollan fibras y recubrimientos especiales con capacidad ignífuga, por ejemplo, o piezas para satélites, fibras sintéticas para la industria textil o la incorporación de materiales naturales, como el corcho, con propiedades aislantes térmicas y acústicas, como indicaron desde el Institut Català del Suro (Icsuro).

Otros centros que participaron en la jornada fueron Eurecat, con diferentes proyectos en marcha como una línea de compounding, otra de componentes termoestables y una de termoplásticos (además de una planta piloto donde trabajan en colaboración con empresas para proyectos de ‘composites de refuerzo continuo’), o el CEP, que organiza desde conferencias hasta jornadas técnicas relacionadas con los materiales compuestos aplicados en sectores como, por ejemplo, el del automóvil.

La segunda parte de la jornada se organizó a modo de mesa redonda para fomentar el intercambio de ideas entre los presentes. Como en otras ocasiones, una de las mayores demandas por parte de los presentes es la falta de formación profesional cualificada, “por ejemplo para enseñar a cómo laminar adecuadamente”.

Asimismo, los asistentes apuntaron también al desconocimiento de los materiales compuestos por parte de los sectores potenciales clientes. Y reclamaron que empresas tractoras ejerzan de prescriptores, generando así demanda de materiales compuestos.

Desde gerencia del Clúster MAV recogieron el guante y se comprometieron a mantener este tipo de encuentros, así como a proponer planes educativos y de formación profesional que supongan un paso adelante para el sector.