Historia de una pieza de automóvil
Esta es la historia de una pieza de automóvil. Podría ser de un motor, de una caja de cambios o de una transmisión. Podría tener hasta nombre, quizá se llamase rodamiento. Trabaja; como tú y como yo. Descansa de vez en cuando; come y bebe cuando el aceite llega a su lado tras pasar por el resto de sus compañeras. Mientras el automóvil siga arrancando, ahí estará ella para hacer su función. Incansable.
Poco a poco se fueron separando, en trozos cada vez más pequeños. Cada una fue por su lado, a la escuela. Pasó por distintos colegios. En unos la moldearon, la tornearon. Ya se empezaba a reconocer, empezaba a saber cuál iba a ser su futuro.
Estuvo un rato en aquel sitio. Su piel tomó aquel carbono del ambiente que la hizo más gruesa y dura, cementación lo llamaban. Creo que lo hicieron para que no se desgastase en las duras horas de trabajo que le esperaban. Su núcleo, blando, le permitiría amoldarse a cualquier tensión que hubiese en el trabajo
Algunas de sus compañeras estuvieron en otros sitios donde el ambiente no era tan agresivo pero la temperatura era igualmente asfixiante. Pero lo más duro fue lo que les sucedió después de salir de aquel horno. Las congelaron. Sí, lo más parecido a una congelación que se puede decir cuando estamos hablando de 900 °C. Sus átomos no pudieron moverse tranquilos como sucedió en su nacimiento. Los dejaron fritos, en esa posición antinatural. Austenita, Martensita, Bainita, Troostita son palabras que usan las personas que manejan esos hornos y esos temples.
Pero aún no estaba preparada para su trabajo. Quedaba la reválida final. Ya sabía todo lo que necesitaba pero tenía que juntarse con sus compañeras para formar el conjunto que aportaría lo que el automóvil necesitaba. Es un trabajo en equipo. Cada pieza aporta lo mejor de sí misma. Cada una no es nada por separado, pero en conjunto forman una máquina casi perfecta.
Para ir a esa reunión debía ir de etiqueta, limpia y aseada. El torno volvía a ponerse a su servicio para quitarle esas décimas de milímetro que el tratamiento térmico había alterado en su forma. Quitar la capa exterior, más oscura; reducir alguna parte acrecentada por la expansión dentro del horno…
Si podemos disfrutar de toda esa tecnología es gracias a estos pequeños pasos que hace gente anónima, con procesos tan delicados y exactos como son el tratamiento térmico y de superficie. ¡Gracias!