El sector pesquero salva la crisis del covid-19 pero afronta el futuro con complejidad
Según los últimos datos recopilados por la Confederación Española de Pesca (Cepesca) y reflejados en la cuarta edición de su Informe del Sector Pesquero Español, que analiza su evolución durante 2020-2021, el valor total de su producción en 2020 ascendió a 2.043 millones de euros, con un crecimiento de casi un 10% respecto a los 1.840 millones de 2019.
Con esta cifra, el sector, declarado esencial y estratégico por el Gobierno como parte de la cadena alimentaria, ha sabido mantener sus índices de actividad tras solventar los problemas causados por la crisis sanitaria, tales como garantizar la salud de los tripulantes, asegurar los relevos en terceros países o el cierre de determinados canales de comercialización y algunos mercados internacionales.
Sin embargo, y sin haberse normalizado aún las consecuencias de esta crisis, el sector enfrenta ahora dos nuevas. Por un lado, la creada por el conflicto bélico en Ucrania, que ha afectado de manera violenta a la estructura de costes de producción de las empresas, especialmente por el alza del precio del combustible, y una segunda por las restricciones a la actividad que provocan las políticas medioambientales de la UE.
Cabe recordar que el alza del gasóleo pesquero, que habitualmente supone entre el 30 y el 40% de los costes de explotación de los buques, afecta gravemente a las empresas del sector, pues ya supera el 60% de estos. Al aumento del coste del gasoil en 2021 (44,44%) se sumó el brusco incremento por el conflicto en Ucrania. En concreto, desde el último trimestre de 2020 hasta julio de 2022, el precio del litro de gasoil se ha más que triplicado, pasando de una media de 0,306 € a superar 1,1 €.
Según Javier Garat, secretario general de Cepesca, “a pesar de los acontecimientos que vivimos desde hace más de dos años, el esfuerzo del sector y su extraordinaria profesionalidad ha permitido mantener el nivel de actividad y el liderazgo europeo. Las capturas han descendido levemente, pero hemos crecido en valor y las importaciones/exportaciones se recuperaron en 2021, tras caer en 2019 y 2020. También nos llena de satisfacción –añade Garat–, el incremento del consumo de productos de la pesca por parte de los hogares españoles. No cabe duda de que, a diferencia de algunos políticos, los ciudadanos saben apreciar nuestro esfuerzo y las cualidades y efectos del pescado en la salud”.
Las grandes cifras del sector pesquero
Las capturas de pescado y marisco de nuestra flota ascendieron a 787.258 toneladas en 2020, decreciendo un 11,4% respecto a las 877.211 toneladas capturadas en 2019. Con estas cifras, España revalida un año más su liderazgo en la Unión Europea. A este respecto, en 2019 (últimas cifras disponibles de Europa), España suponía el 28% del valor total de la pesca y el 16,3% de las capturas.
Respecto a los puestos de trabajo que genera el sector, en 2020 fueron 31.093 empleos directos, con un descenso del 2,6% respecto a los 31.935 de 2019; y 150.000 indirectos. Estas cifras reflejan el proceso de ajuste del número de buques de la flota pesquera española, que en 2020 estaba compuesta por 8.839 barcos frente a los 8.884 de 2019. Este ajuste también se refleja en la cifra de 2021, ya disponible, y que apunta a un total de 8.732 barcos de pesca, ocupando la tercera posición del ranking europeo, tras Grecia (14.550) e Italia (12.179).
La mayor parte de la flota opera en el caladero nacional, con el 95,34% del total de buques en cuatro zonas de pesca: Cantábrico y Noroeste, Mediterráneo, Golfo de Cádiz y Canarias. En aguas comunitarias pesca el 1,18%, el 1,27% en caladeros internacionales y el 2,22% restante pertenece al censo unificado de palangre de superficie, que faena tanto en aguas españolas como en las de la UE, en las de terceros países y en alta mar.
En relación con las importaciones y exportaciones, ambas cayeron en 2020, pero se recuperaron en 2021, incluso superando los datos de 2018 y 2019. Las importaciones en 2021 fueron de 1.786,4 toneladas con un valor de 7.483 millones de euros, con un crecimiento del 5,8% y del 14,7%, respectivamente. Las exportaciones en 2021 fueron de 1.168 toneladas con un valor de 4.701 millones, lo que supone un crecimiento del 6,6% y del 17,1%, respectivamente. Con estas cifras, el saldo de la balanza comercial del sector pesquero fue deficitario en este periodo en 2.781 millones.
En cuanto al consumo de productos de la pesca en hogares, 2020 registró un aumento considerable, debido al confinamiento de los ciudadanos y al cierre del canal Horeca durante varios meses como consecuencia de la pandemia de la Covid-19. Así, en 2020 el consumo doméstico de pescado creció un 9% hasta 24,83 kilos anuales por persona, frente a 22,5 kilos de 2019. De hecho, ese año España se convirtió en el primer país de la UE en gasto en pescados y mariscos por parte de los hogares. Aun así, esta cifra no revierte la tendencia decreciente continua que se viene experimentando en el país desde 2014. Igualmente, el consumo también creció un 12% en valor, situándose en 2020 en 221,48 euros per cápita al año frente a 195,06 euros per cápita al año en 2019.
Reforma PPC y Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera
De cara al futuro, el sector habrá de afrontar la posible reforma de la Política Pesquera Común (PPC), en vigor desde 2013, y la futura Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, cuyo proyecto de Ley se aprobó el pasado mayo. Respecto a la primera, el sector cree que, para responder a los nuevos retos geopolíticos y al cambio climático, ha de ponerse a los pescadores en el centro de las decisiones y basarse en la ciencia y los datos y no en las emociones que utilizan las campañas demagógicas. En este punto, cabe destacar que, según el último informe SOFIA de la FAO, el 82,5% de las capturas desembarcadas en el mundo proviene de poblaciones de peces gestionadas de forma sostenible.
Asimismo, a juicio del sector, no se trata de hacer una reforma completa de la PPC, sino de cuestiones esenciales en las que el problema no es la aplicación, tal y como afirma la Comisión Europea (CE), sino el mal diseño de ciertas normas. Tal es el caso de la obligación de desembarque sobre la que diferentes científicos ya han manifestado un necesario replanteamiento y utilizar un enfoque diferente para evitar capturas no deseadas y eliminar los descartes. Igualmente, sector y científicos apuntan la imposibilidad de lograr el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) para todas las especies al mismo tiempo o la necesidad de revisar algunas medidas de la propuesta de Reglamento de Control, como el margen de tolerancia, por la imposibilidad de su cumplimiento.
En relación con la propuesta de cierre de 87 zonas para proteger los ecosistemas marinos vulnerables en aguas de España, Portugal, Francia e Irlanda, el sector solicita disponer de toda la información científica y de un análisis profundo de impacto socio económico. A su juicio, tal y como está planteada la propuesta, sería un “desastre” para el sector y en especial para algunas pesquerías, como los palangreros de fondo del Puerto de Celeiro y de la Organización de Productores Pesqueros de Burela, al capturar en estas zonas en torno al 75% de merluza.
Por último y respecto al Proyecto de Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, Cepesca considera que no garantiza la seguridad jurídica de las empresas pesqueras de nuestro país al no explicitar que los posibles nuevos criterios de reparto de las posibilidades de pesca no afectarán a los ya realizados conforme a la ley vigente. Además, sostiene que la reserva del 10% de todas las posibilidades de pesca es excesiva y más teniendo en cuenta que, en los últimos años, la Administración se ha reservado un máximo de entre un 2% y un 3%.
Preocupa igualmente al sector el artículo que se refiere a la gestión de las posibilidades de pesca no utilizadas, al establecer el Gobierno la posibilidad de “expropiarlas” sin compensación a las empresas que no las usen durante dos años consecutivos y lamenta la eliminación del proyecto de Ley del artículo 64 de la ley actual referido a la adopción de medidas para fomentar las sociedades mixtas. Para el sector, estas sociedades crean empleo y riqueza, en España y en los países donde invierten, además de contribuir al abastecimiento del mercado español y a la soberanía alimentaria de la UE.
Compromiso con el medioambiente
En el periodo que cubre este nuevo Informe, Cepesca se ha integrado en la Plataforma para la Promoción de los Ecocombustibles para cumplir con los compromisos de descarbonización que marca el Pacto Verde europeo y ha seguido desarrollando distintas iniciativas medioambientales.
Así, el sector puso en marcha el proyecto REDUSE para cumplir la Directiva europea sobre plásticos de un solo uso (SUP), impulsar el ecodiseño de las artes de pesca y definir una propuesta de sistema de gestión para la recogida, tratamiento y procesamiento sostenible de los residuos derivados de artes y aparejos de pesca. El proyecto, que este año tiene continuidad con REDUSE-II, ha permitido hacer el primer diagnóstico sobre gestión de artes y aparejos, establecer el potencial de reciclaje de redes en las principales modalidades de pesca y definir un protocolo de gestión de estos residuos.
A esta iniciativa se suman los proyectos ACTUAZUL y SEAYOURLITTER. El primero para cohesionar las poblaciones costeras mediante la creación de oportunidades en el ámbito de la economía azul y el segundo para prevenir la contaminación de mares y océanos, con la participación del sector en acciones de recogida –donde la flota de arrastre tiene un valor estratégico– y de sensibilización.