Inteligencia Artificial y Peluquería

El uso de herramientas digitales en la edición de fotografías no es algo novedoso, pero con su evolución y la aparición de otras incluso más avanzadas, se abre un abanico de posibilidades prácticamente ilimitadas. Estos cambios están generando tanto expectación como desconfianza entre la comunidad de profesionales creativos, por lo que el debate sobre el futuro de las colecciones de peluquería está servido.

Para poder saber exactamente en qué punto nos encontramos en esta cuestión y qué ventajas ofrece a los profesionales, hablamos con el peluquero murciano Imanol Oliver y con el fotógrafo David Arnal sobre la colección GORAKU, que explora la simbiosis armoniosa entre el talento humano y el potencial tecnológico.

I.O.: GORAKU nace de mi obsesión desde hace unos años por la estética japonesa y sus subculturas. A través de las redes sociales, he estado estudiando las técnicas y procesos de muchos profesionales nipones de Tokio, Osaka o Fukuoka. Ya el año pasado hice una colección que llamamos SHIBUYA en la que buscaba recrear esta estética, pero el resultado final no fue el deseado. A partir de ahí, David Arnal se puso a investigar de qué forma podíamos conseguir aquello que yo tanto anhelaba. Así surge GORAKU, que en japonés significa diversión. Elegí el nombre por el proceso tan divertido que ha supuesto crear la colección. He trabajado de una forma que nunca antes había empleado y ha sido un gran experimento para mí y para mi equipo.”

I.O.: En ese caso, quería una colección que no fuese técnica, sino conceptual. Los trabajos del cabello no son difíciles, porque buscaba más una producción de moda que una colección de peinados. Por eso, la principal limitación fueron las modelos. Para conseguir la estética que yo quería no me valía con que tuvieran los ojos rasgados y ya está. Necesitaba gestos, expresiones… Yo soñaba con todo esto y por fin lo conseguí. De la manera tradicional de retoque no podríamos haber llegado a este objetivo.

D.A.: En realidad, esta investigación empezó en marzo de 2020, cuando anunciaron que nos iban a confinar en casa por la pandemia. No podíamos hacer sesiones de fotografías ni movernos, así que decidí investigar de qué forma podrían crearse colecciones online si la cosa iba para largo. Desde el principio empecé a jugar con programas y softwares de diseño 3D, como Zbrush y Blender, y a entrar en páginas como Daz 3D, donde puedes comprar imágenes de todo tipo de personajes. Me puse a practicar con imágenes de peluquería que tengo de mis más de 20 años de experiencia y a fusionarlo todo, para encontrar la forma de acoplar cabello real con imágenes 3D hasta crear un concepto global.

D.A.: Antes de la llegada de la IA y de obtener estos conocimientos de 3D ya trabajábamos con imágenes de Internet para crear efectos especiales, humos, estilismos… Siempre hemos realizado una posproducción importante en las colecciones de peluquería, porque no buscamos reflejar fielmente la realidad sino crear imágenes inspiracionales, que representen de la mejor forma posible la idea que el profesional quiere expresar. La diferencia es que ahora aseguramos el resultado que el profesional tiene en su cabeza y no nos exponemos a imprevistos de la sesión. También abaratamos los costes, al poder trabajar con personas que no son modelos ni tener que usar pelucas, que requieren de una inversión que no todo el mundo puede permitirse.

I.O.: Creé los trabajos de peluquería que quería sobre personas reales y los fotografíe. Estas fotografías se renderizaron, es decir, se convirtieron en imágenes 3D, usando una maya 3D. Para ello colaboramos con un estudio que también hace producciones cinematográficas. Después, creamos a los modelos usando un banco de modelos digitales y retocamos las imágenes hasta conseguir exactamente lo que queríamos. Fusionamos las imágenes con las que teníamos del cabello y acabamos de pulir los detalles con Photoshop. Esta es la única forma de poder trabajar las imágenes en alta resolución, porque a día de hoy las imágenes creadas únicamente con IA son en baja resolución

D.A.: Hoy por hoy, no es posible crear una colección por completo con IA. Es muy difícil crear 10 imágenes con un mismo estilo, porque cuando le proporcionas la información a la máquina, cada vez la interpreta de una manera diferente. En lo que sí sirve y resulta de mucha utilidad es en la etapa de documentación, para dar forma a la idea creativa de los profesionales. La IA permite generar conocimientos completamente diferentes a los que teníamos hasta ahora y ambientes absolutamente novedosos. Es lo que habíamos hecho hasta ahora buscando imágenes en Internet, solo que de una forma más avanzada y efectiva.

I.O.: Trabajar así me ha ofrecido la comodidad de hacer los diseños del cabello tranquilamente en mi salón, sin prisas ni agobios. No me he encontrado con modelos que no me dejan trabajar mi idea en su cabello, estilismos que luego no funcionan o maquillaje que no cuadra. También he evitado otro problema habitual en la creación de colecciones, que es encontrarse con un cabello que nunca has tocado y sobre el que no tienes práctica. Todo esto me ha quitado los nervios del día del shooting.

I.O.: No se le puede dar la espalda al progreso y menos en nuestro sector, que es puro arte. Creo que se debe legislar sobre el tema, pero no se le pueden poner límites a los profesionales de la imagen. Esto está empezando y va a ser increíble el salto que va a dar en poco tiempo. Son herramientas para ayudarnos, para rentabilizar tiempo, dinero y recursos.

D.A.: Es cierto que puede cambiar la dinámica de cómo se crean las colecciones, pero el cabello seguirá siendo el que trabajan los profesionales y, además, seguirán existiendo las pasarelas, en las que será necesario llevar a la vida real lo que se ha representado digitalmente. Gracias a estos avances tecnológicos, los profesionales podrán desarrollar su creatividad de una forma brutal, con menos inversión, lo que también hará la creación de colecciones más accesible para todos y elevará todavía más la peluquería española.