Dolor cervical: el “síndrome de la peluquería”

El dolor cervical o cervicalgia se define como el dolor localizado en la zona superior de la espalda o cuello, llegando a afectar una o varias de las estructuras que componen el cuello y puede irradiarse a hombros, brazos y espalda.

En la mayoría de los casos, está relacionado con las tensiones musculares producidas por una contractura muscular incontrolable y persistente en la región cervical posterior, que afecta a un músculo o a un grupo muscular.

La contractura comprime los pequeños vasos que aportan sangre al músculo, dificultando así la irrigación sanguínea y favoreciendo aún más la contractura, e impidiendo su recuperación. Los músculos que con mayor frecuencia se ven afectados por la contractura son los músculos del trapecio (el más superficial en la zona posterior del cuello) y el elevador de la escápula. Si no se actúa, pueden aparecer molestias más severas que podrían, a medio y largo plazo, irradiarse a la cabeza, a la espalda o por los brazos. Incluso, en los casos más severos, podrían llegar a producirse migrañas.

Se estima que casi el 40% de la población sufre o ha sufrido de dolor cervical y que el 70% lo padecerá al menos una vez en la vida. La prevalencia es generalmente más alta en mujeres que en hombres y es más habitual a partir de los 45 años de edad.

El dolor cervical es una molestia muy recurrente, de hecho, la mayoría de las personas con este tipo de dolor no experimentan una resolución completa de los síntomas, y entre el 50% y el 85% vuelven a padecer de la misma afectación, al menos una vez, en los 5 años siguientes al primer episodio de dolor cervical. Se estima que prácticamente el 40% de las personas que experimentan dolor cervical padecen de molestias persistentes durante al menos 12 meses.

La profesión de peluquero predispone a problemas cervicales que en muchos casos están directamente relacionadas con la postura y la técnica. El peluquero está con el codo elevado por encima del nivel del hombro y todo el brazo en rotación interna. Esta es una postura forzada que pone en riesgo al cuello y al hombro, principalmente, ya que obliga a la musculatura cervical a trabajar en exceso. Al principio provoca dolor en forma de contracturas en los músculos, sobre todo el trapecio. A la larga se producirán lesiones en las articulaciones y los discos de las vértebras cervicales.

• Analgésicos o antiinflamatorios asociados a relajantes musculares por la noche.
• Fitoterapia: Algunos productos derivados de extractos vegetales contienen componentes que ayudan a reducir el dolor cervical, como el extracto de harpagofito, un ingrediente que actúa como antiinflamatorio natural. En estos productos también es posible encontrar L-teanina, ingrediente que contribuye a la relajación muscular en caso de dolor cervical por estrés y contractura muscular.
• La movilización del cuello y algunos programas de ejercicios pueden ser eficaces en pacientes con distensión cervical tras un accidente.
• En ocasiones puede ser beneficioso aplicarse calor local.
• El masaje cervical, un masaje centrado en la parte superior de la espalda y el cuello, está especialmente indicado para aliviar los dolores musculares y de cabeza producidos por una sobretensión. Si para realizar este tipo de masajes se usan productos tópicos como pueden ser las cremas a base de productos naturales como cannabidiol, harpagofito u otras substancias que tienen acción antiinflamatoria, analgésica o rubefaciente, pueden ser una alternativa válida para alternar este tipo de productos con los fármacos. De esta forma se puede evitar un posible riesgo de sobredosificación, interacciones y los efectos secundarios de muchos de estos fármacos.

Otros tratamientos como la acupuntura y los ultrasonidos también pueden ser de utilidad, sobre todo si se usan a la vez analgésicos o antiinflamatorios.

• Técnicas de relajación: practicar técnicas de relajación o hacer ejercicio de manera regular puede ayudarte a prevenir el estrés y evitar que se acumule tensión en los músculos del cuello.
• Postura corporal: una postura correcta al trabajar, especialmente, al estar frente al ordenador, mirando el móvil o si se trabaja sentado. En este caso, es preferible elegir sillas con respaldo vertical, en las que a espalda y los brazos estén apoyados en todo momento.
• Colchón y almohada adecuados: el colchón no debe ser firme, ni demasiado blando, ni demasiado duro. El dolor puede mejorar, además, durmiendo sin almohada o utilizando una especial que se adapte al cuello.
• Caminar de manera correcta: caminar erguidos es imprescindible para el bienestar de las cervicales y la espalda. La premisa que se debe tener clara es tener alineados: cabeza, torso y pies cuando andamos.
• Calentamiento previo: si se va a realizar alguna actividad deportiva, efectuar un calentamiento previo y estiramientos posteriores para evitar la aparición de lesiones o rigidez muscular.
• Ejercicios preventivos: se pueden llevar a cabo ejercicios que ayuden a evitar la contracturación de la zona, realizándolos durante las pausas de la jornada laboral.

• Usar manos libres: se debe evitar sostener el teléfono entre hombro y cabeza al hablar por teléfono. Si es necesario usar las manos al mismo tiempo, utilizar el ‘manos libres’ o auriculares.
• Equipo adecuado: Intenta trabajar con el equipo a tu altura, para evitar modificar la posición de tu espalda constantemente. Tener que levantar mucho los brazos para cortar correctamente el pelo, puede causar sobrecargas.

En el caso de que el dolor persista de forma constante o creciente durante un mes, consulta a un fisioterapeuta.

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• https://www.physio-pedia.com/Epidemiology_of_Neck_Pain
• https://espaldaycuello.com/dolor-de-cuello-en-el-peluquero/
• https://www.quironsalud.es/blogs/es/lesiones-cuidamos/dolor-cuello-aliviar-tension-cervical
• https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/dolor-cervical
• https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/neck-pain/symptoms-causes/syc-20375581
• https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/dolor-cervical