Kapyderm, 25 años aportando soluciones científicas
Tomás Pastor Vilaseca, director-gerente de Laboratorios Kapyderm, al que las circunstancias le empujaron a trabajar como comercial en el sector de la peluquería. Eso le sirvió para detectar un hueco en el mercado: tratamientos capilares elaborados con una rigurosa base científica.
¿De dónde procede el nombre de Kapyderm?
Buscábamos un nombre diferente a lo existente y fácilmente relacionable con el producto que queríamos lanzar. Finalmente, dimos con el concepto de capilares dérmicos. Como era largo, lo acortamos como Kapy (capilares) derm (dérmicos). Lo hicimos más bonito con la K y elegimos la “y” por el toque de distinción.
Usted vio un hueco de mercado. ¿Qué demandas satisface Kapyderm?
De hecho, Kapyderm satisface una necesidad. Algunos creen que con una loción mágica se solucionan los problemas capilares. En realidad, existen unas afecciones del cuero cabelludo y del cabello que se deben diagnosticar y tratar. Eso exige unos profundos conocimientos de la piel y de los anexos cutáneos, así como saber qué sustancias funcionan y cuáles tienen efecto rebote. Kapyderm cubre la necesidad de tratar la piel y el cabello de una forma saludable con una base científica seria.
Eso supone un gran esfuerzo en investigación y desarrollo. ¿Colabora con laboratorios externos, independientes o con Universidades?
En nuestro laboratorio contamos con un ingeniero químico, dos licenciadas en farmacia y personal muy competente con una larga trayectoria. Siempre tenemos líneas de investigación y desarrollo abiertas en base a la experiencia y el trabajo del día a día. Hemos contratado unos laboratorios externos para las pruebas sin animales. A veces externalizamos algún estudio concreto, aunque la propiedad y el registro sanitario sea nuestro. Hemos colaborado con la Universidad de Coimbra de Portugal, con varios médicos independientes y finalmente tenemos nuestro propio banco de pruebas y de estudios (antes y después).
Ustedes patentaron el concepto de Dermotricología, ¿en qué consiste?
En nuestra opinión, lo que hacemos en Kapyderm es demasiado serio como para que se nos compare con otras cosas. La Dermotricología es una palabra patentada que encierra toda una filosofía y un método de trabajo, que abarca todas las necesidades del cabello. Así como, la formación que precisa el profesional del salón para afrontar esas necesidades: cuáles son los métodos de diagnóstico, qué productos debemos usar y por qué. Además, el BOE ha incluido un módulo profesional enfocado a la Dermotricología.
Usted controla el producto desde el desarrollo y la fabricación hasta la distribución, ¿qué ventajas competitivas representa tener una red de ventas propia, desarrollar y fabricar el producto?
Resulta mucho más caro elaborar tus propios productos. La ventaja es que cuidamos todo el proceso y el desarrollo del producto. Los equipos de ventas son un arma de doble filo que tienen ventajas e inconvenientes. No siempre entienden nuestra filosofía ni el rigor que exigimos.
¿En qué se diferencia su línea de coloración Klasscolor de la competencia?
Es la única coloración ácida del mercado. La mezcla se hace con nuestra agua oxigenada y con la emulsión balsámica al colágeno. El pigmento evoluciona sobre una crema hidratante, penetrando mucho mejor en el córtex capilar y evitando efectos secantes.
Algunos de los tratamientos desarrollados por su laboratorio han conseguido resultados interesantes, ¿nos podría explicar algún ejemplo?
Sí. Una señora que padecía gota y con el tratamiento médico convencional no se le bajaba la inflamación. En cambio, con nuestro tratamiento, la inflamación se minimizó en cuatro semanas. En honor a mis clientes, sobre todo las esteticistas, debo decir que consiguen con nuestros productos resultados en tratamientos que ni siquiera nos habríamos imaginado.
Su apoyo a la formación es claro, ¿cómo se traduce?
El sector está muy falto de formación. Ofrecemos más de siete cursos distintos porque queremos que nuestros clientes crezcan, aprendan y se diferencien.
¿Qué otros soportes recibe su cliente?
Sobre todo técnico. Tenemos a su disposición una línea de teléfono 900 abierta a cualquier consulta o duda que nuestros clientes nos quieran hacer. Si es preciso, nuestra directora técnica contacta directamente con ellos.
¿Cómo ha funcionado la línea de estética?
Al principio nos encontramos con cierto rechazo por parte de las esteticistas. Ahora bien, para tratar el cabello debemos penetrar en las capas más profundas de la piel y resulta que el cuero cabelludo es la piel más dura del cuerpo. Si nuestros productos son capaces de atravesar esa barrera, también lo logran en el resto del cuerpo. Los resultados sorprenden a la profesional y también a nosotros en tratamientos de belleza como pueden ser la reafirmación de senos, el acné, las ojeras, los tratamientos varicosos… Pero también hemos logrado buenos resultados en temas tan complejos como la psoriasis, las dermatitis o en enfermedades raras.
¿Por qué se introduce en el cuidado de la piel?
Empezamos a tratar la psoriasis a nivel capilar y luego pasamos a tratarla en el cuerpo. También comprobamos que la mascarilla de la turba cuando tocaba en la cara producía una renovación celular impresionante. Así avanzamos hacia los tratamientos estéticos.
¿Qué premio de los muchos que ha obtenido Kapyderm destacaría?
Hemos recibido muchos premios, pero yo me quedo con la confianza de nuestros clientes y el agradecimiento de las personas a las que les hemos resuelto problemas.
Kapyderm cumple 25 años, ¿qué siente?
Me siento agradecido con las personas que siempre me han apoyado. Estoy muy feliz y muy orgulloso de haber creado Kapyderm y formar parte de ella. De que haya tantos clientes que nos sigan; más que clientes tenemos amigos y familia.
¿Nos puede adelantar novedades?
Vamos a lanzar nuevas gamas para farmacia, para estética e incluso una para veterinaria. Tenemos el proyecto de seguir creciendo y ser una referencia en el mercado como marca seria, novedosa y comprometida.
Por Maite Aldazabal