Entrevistamos a Alicia Barón, Redken Stylist Manager
¿Cómo se prepara un backstage 080?
Dos semanas antes se realizan dos reuniones previas entre el jefe maquillador, el jefe de peluquería y el diseñador quien presenta una imagen. A partir de ahí se hace un desarrollo, se realizan unas pruebas previas en la que se decide exactamente como será ese peinado y el maquillaje, si faltan complementos o no. El día del desfile no podríamos ponernos a practicar si sale la onda o no. A veces por cuestiones organizativas conviene poner de acuerdo a dos diseñadores que comparten pasarela. Son dos imágenes diferentes y se debe hacer un cambio a pie de pasarela. Es un cambio rápido y hay que decidir cómo hacerlo para que sea viable y lograr que se pongan de acuerdo los dos diseñadores.
El hecho de trabajar para varios diseñadores a la vez os complica vuestra labor
Lo difícil es que una misma modelo sale en diferentes desfiles en el mismo día. Eso nos obliga a hacer una secuencia de trabajo que no ensucie mucho el cabello. La secuencia puede ser fácil o complicada. Puedes ir de un cabello limpio a uno más sucio, que sería lo lógico, pero no siempre es así. Da igual además las características individuales de cada modelo, puede tener un cabello liso, rizado, fino o con volumen, la imagen final ha de ser la misma. En cualquier caso se debe utilizar poco producto y producto que no deje residuos en el cabello. Tienes que simplificar.
Entonces dentro de una colección el tipo de peinado es el mismo
Generalmente, suele ser el mismo, pero no siempre. No obstante, hoy en día se tiende a que sea la misma imagen para toda la colección.
¿Qué se aprende trabajando con los diseñadores?
Se aprende mucho como profesional porque se debe hacer el mismo trabajo en cabellos muy diferentes y se aprende mucho de creatividad: de lo que cada uno quiere transmitir y saber interpretarlo. No siempre es fácil plasmar la idea que tienen los diseñadores, porque a veces la imagen no está tan clara. Se aprende a intentar ponerte en la cabeza del diseñador en una inspiración, en una ambientación, que él ha querido transmitir. Profesionalmente valoro que se aprende a trabajar en equipo. Es algo muy bonito y satisfactorio.
Ha de ser complicado congeniar a todo un equipo de peluqueros.
Sí, el equipo tiene que ir unísono. Probablemente lo más difícil es que 15 pares de manos diferentes, que todos son buenos profesionales y cada uno haría las cosas a su modo, que lo hagan de la misma manera en cabellos diferentes y en texturas distintas.
¿Cómo lo conseguís?
El equipo es bueno y sabe la forma en la que se trabaja. En nuestro caso hacemos un taller para que se vea lo que se va a trabajar durante toda la semana. El objetivo es que estén preparados. Se hacen unas sesiones previas y se preparan unos pasos a pasos. Es un trabajo para gente que le guste mucho esto y a la vez que sean humildes.
¿Qué significa para Redken estar en un evento de moda como éste?
Por un lado, significa dar a la marca el prestigio que tiene. Por el otro, desarrollar un trabajo de moda, que en el caso de los peluqueros de salón no siempre se puede hacer. Es una buena opción para la creatividad de los equipos. Yo en otro tipo de trabajos no puedo hacer las locuras que se pueden hacer aquí. La marca por calidad y producto permite hacerlas. Es una muy buena mezcla.
¿Qué tendencias has visto que pueden ser trasladables a la calle?
Diría que las texturas naturales y claramente las trenzas. Todo tipo de trenzas más rotas, más hippies, más mohicanas… En cuanto a las texturas, se van a llevar los pelos rizados, pero muy naturales, las ondas como muy surferas… Como una opción más arriesgada estarían esos pelos como más pegados, más húmedos, como más grasientos, pero sin pasarse. Todo muy natural, muy bohemio, muy roto.