Dibujar antes que peinar
José Luis, Antonio Pons y Antonio Bellver forman parte de esa generación de profesionales que consiguieron colocar a España entre los países más avanzados de la peluquería mundial. Hoy, Antonio Bellver que tiene una escuela de México está en contacto con ellos gracias a las nuevas tecnologías. Los dibujos hechos a mano por Bellver y José Luis se transforman en bits y llegan al ordenador de Antonio Pons por vía online. Donde antes había un trabajo de cortar y pegar, ahora Pons en compañía de José Luis pone fondo (procedentes de los archivos disponibles de internet) y hace los retoques con la ayuda de Photoshop. El resultado final que podemos ver en estas páginas es fruto de este trabajo en equipo.
¿Para qué aprender a dibujar un peinado?
Un día se dieron cuenta que uno de los déficits de las nuevas generaciones de peluqueros es que no saben plasmar sus ideas en un papel y eso acarrea resultados no deseados en las colecciones o en los desfiles, por ejemplo. No hace falta saber dibujar para hacer un croquis, algo simple y limpio, que lo pueda entender todo el mundo: fotógrafos, estilistas, modelos…
Dibujar permite una relación muy íntima al peluquero con su trabajo, pensar qué y cómo se va a hacer. En este sentido, puede servir para experimentar, buscar un estilo propio o acabar con la rutina. Además, con un croquis encima de la mesa, todo el equipo puede participar y aportar ideas. Con un dibujo propio y un ordenador se puede crear una imagen corporativa totalmente original.
Ahora José Luis del Grupo Moda ha empezado a enseñar a dibujar. “Nos dirigimos a todos aquellos que quieran aprender algo más sobre la profesión”. En los cursos se dan unas nociones de dibujo tan simples que hasta un niño lo pueda hacer. Se basa en marcar el óvalo y el movimiento del cabello y del corte. Con los dibujos, cualquier peluquero puede ver la forma del corte del cabello, la geometría, el desfilado y el trabajo muy concreto.
El secreto mejor guardado
En aquella época, Antonio Pons de Ébano confiesa que todos los peluqueros de Barcelona se preguntaban cómo lo hacían Antonio Bellver y José Luis del Grupo Moda. Los peluqueros contrataban a los mismos fotógrafos, pero el resultado no era el mismo. Los fotógrafos, por su parte, querían trabajar con ellos para aprender. El secreto era el dibujo.
José Luis recuerda que los fotógrafos se adaptaban a sus diseños y las modelos sabían cómo colocarse delante de las cámaras tras ver los dibujos. En los desfiles, más de lo mismo. “El resultado final quedaba como yo quería”.
A partir de los trabajos que venían de Londres, el equipo de Grupo Moda empezó a dar un aire diferente. “Nos sorprendió la repercusión internacional que tuvo nuestro trabajo. Nos publicaban las revistas más importantes de la época y nos llamaban para participar en desfiles de todos los países”.