Lorena Morlote, la honestidad por bandera
Texto y fotos: Celia Lozano
Lorena Morlote llegó a Madrid desde Colindres con 17 años, junto a una maleta cargada de sueños y escaso dinero en el bolsillo. Hoy es dueña de unos de los centros más exclusivos de Europa y está a punto de dar el salto al mundo árabe con cuatro aperturas en Casablanca, Rabat, Catar y Dubai. Aquella chica, sigue aún mirando directamente a los ojos, habla con la cercanía de una amiga de toda la vida y es capaz de confesar sin tapujos que su éxito, además de basarse en mucho trabajo y un excelente equipo, tiene truco. Un truco heredado directamente de sus padres: La honestidad.
Llegó a Madrid con 17, una maleta y poco dinero. ¿Podía imaginarse entonces lo que ha conseguido?
-Yo siempre digo que lo más importante en la vida es luchar por un objetivo y por cumplir un sueño. Mi sueño era ser la número uno, una de las mejores en el mundo de peluquería, para mí eso significa que todo el mundo confiase en mí, pero no me importaba tener más o menos dinero. Y luego el tesón, la suerte, la gente que me ha rodeado me ha hecho llegar a donde estoy, a tener uno de los salones más exclusivos del mundo, el salón más grande de Europa con los 1.000 metros que tenemos y bueno… Intentaremos ir consiguiendo muchos premios y muchos objetivos.
Premios ya tiene unos cuantos…
Sí, la verdad es que nos han dado bastantes. Para mí son importantes, cuando me dan un premio no es solamente a mí, es a mi equipo, al salón y, en este caso, a Wella, la casa comercial que me apoya también.
¿Qué queda de aquella chiquilla que a los 17 años llevó a sus amigas a la playa a hacer su primera colección?
Veo que te lo sabes muy bien, hay muy poca gente que sabe esas cosas. Pero sí que es cierto que yo en Colindres, en mi pueblo, me llevaba a mis amigas a la playa, les hacía fotos… Y así me presenté a mi primer concurso para L´Oréal y me seleccionaron como una de las mejores de España. Esa fue la primera vez que pisé Madrid. Y cuando vine supe que esta iba a ser mi ciudad, porque con 17 años se me había quedado pequeño Santander.
Y de aquella joven, ¿qué queda hoy en usted?
Para la gente que me conoce sigo siendo la misma: Muy humilde, muy trabajadora, incluso cuando entra una celebrity, no te creas que yo la atiendo: deposito la confianza en mi gente y las atienden ellos. Yo atiendo más a la vecina del quinto. Realmente, presto atención a todo el mundo, me da igual quién entre por la puerta, para mí todo el mundo es igual, escucho y asesoro a todos. Y, sobre todo, soy algo que me enseñó mi padre cuando me fui de Santander: Honesta. Hay que ser honesta siempre en la vida.
De Santander vino a Madrid, pero también ha estado en París y ha viajado por medio mundo. ¿Qué ha tomado de cada sitio que ha visitado?
Es verdad, recorro los sitios para enriquecerme. De París cogí el saber estar, la elegancia, la educación, el protocolo de la peluquería, el saber cómo posicionarte, cómo tener una actitud hacia el cliente. De Londres, Nueva York y ciudades de cultura anglosajona cogí el dinamismo, la rapidez, el vanguardismo. He cogido un poco de cada país, de cada sitio, para mezclarlo y equilibrarlo.
¿Nueva York y Milán son sus próximas paradas?
Ése es el sueño de todos los diseñadores, pero realmente a mí me gusta mucho el mundo árabe.
¿No se irá al hotel La Mamounia, de Marrakech?
Pues he recibido una oferta para estar en La Mamounia. En Casablanca, en Dubai… Me voy a declinar por ese mundo porque además me encanta la tradición árabe, la mujer de allí es muy coqueta. Llevan extensiones de pestañas, las cejas perfectas, micropigmentación, manicura, pedicura, se cuidan… Yo las veo en el salón que tenemos en Marbella y es increíble la dedicación que tienen a la belleza. Y el hombre también, el hombre se cuida muchísimo. Aunque vayan con el velo, son las mujeres más coquetas con las que he tratado y han depositado una confianza absoluta en mí.
¿Cuándo?
A mí me encantaría que fuese este año, y tener alguna sorpresa para octubre que es mi cumpleaños o para el 2016. En muy poquito abrimos en los países árabes.
¿Pero dónde?
En Casablanca, Rabat, Qatar y Dubai, en esos cuatro sitios en concreto y con unos socios árabes voy a abrir mis propios centros. En uno de ellos mi socia es una princesa. Son socios diferentes, gente que apuesta por mí, han visto la categoría de mi salón y el trato. Esto es muy importante para ellos porque en su religión son muy respetuosos y lo que más les gustó es el respeto y el protocolo que yo tengo en la peluquería.
¿Ha cumplido los sueños que tenía de pequeña, cuando lavaba cabezas en la casa de tu vecina?
Casi todos los peluqueros comentan que le cortaban el pelo a las muñecas. Y yo realmente ensayaba con mis amigas. Mis amigas venían el fin de semana a casa y entre deberes les cortaba el pelo, las maquillaba, las peinaba. Mi primer modelo fue mi hermano Gabi, la primera persona a la que le corté el pelo. Y fue un desastre, todo en escalera, un pelo muy liso, ¡imagínate! Así que mi madre escondió todas la tijeras para que no lo volviese a hacer. Y al final, como vio que me encantaba ese mundo me apuntó a una academia de peluquería. Yo me puse como loca. Por la mañana estudiaba y por la tarde trabajaba en una peluquería con 16 años.
¿A Lorena Morlote quién le arregla el cabello?
Yo misma. Yo siempre me he teñido el pelo, me he cortado… Menos las extensiones que suelo llevar que me las pone Andrés, mi mano derecha, lo demás yo sola. Me tiño los domingos en casa.
¿Cómo ha logrado tener una clientela tan selecta?
Creo que por lo que me enseñaron mis padres: Por el honor, me baso mucho en la honestidad. Mucha gente me ve por la calle y me dice “Me encantaría que me cortases el pelo, pero eres tan carera…” Y luego, cuando les digo los precios, se quedan sorprendidos porque creían que yo cobraba 300 euros por un corte de pelo y no. Tanto mi equipo como yo somos los mejores asesorando y haciendo el look, pero con precios razonables y asequibles, aptos para cualquier persona.
¿Cuánto cobra, si puede preguntarse?
Un corte y un peinado aproximadamente son entre 75 y 100 euros, aunque yo no soy mucho de hablar de dinero. Un peinado, corte, un buen masaje de shiatsu, con un buen champú, un buen ritual, un buen asesoramiento… Yo tardo más tiempo en asesorar al cliente que en cortarle. En 15 minutos le corto, pero la charla que le doy sobre cómo peinarse, cómo lavarse la cabeza, etc. eso cuesta más que el corte de pelo.
¿A quién admira en el mundo de la peluquería?
Una de las personas que más admiré fue Alberto Cebado, muy humana, además español, siempre quiso hacer a toda su gente dueños de los salones. Cebado aprendió a base de vivir la vida, de leer, etc. Lo admiro mucho tanto como persona como profesional. Y otra de los profesionales que he admirado siempre es Alexandre de París. Él para mí es como un mito… La elegancia, el coger el pelo y tratarlo como si se fuese a romper, de él he aprendido mucho esa cultura de la delicadeza. Pero a quién más admiro de verdad es a mi equipo, todo mi cariño y respeto está con ellos porque han estado apoyándome en estos dos años que han sido muy duros para mí.
¿Cuántas personas forman su equipo?
He reunido a los mejores. Los mejores estilistas, coloristas, al mejor barbero, la mejor en manicura. Somos unas 15 ó 16 personas pero como en todo el centro como tenemos los partner somos unas 40 ó 45 los que trabajamos actualmente en Velázquez 69.
¿Qué sueño ha tenido en la punta de los dedos y se le ha escapado?
Quizás suene un poco egocéntrica si te digo que no se me ha escapado ningún sueño… Porque mi sueño era tener mis dos hijos, educarlos lo mejor posible e intentar que todo mi equipo estuviese feliz. Eso es lo que más me importa.
Mira mucho por el equipo…
Sí, miro mucho por el equipo porque ellos miran por mí, me cuidan muchísimo. Cuando dices si he cumplido un sueño… El sueño más importante de mi vida era ser la persona que soy hoy en día, que la gente esté feliz cuando entre y salga por esa puerta y que el equipo me sea fiel y honesto. Ser la mejor en el mundo de la peluquería. En España hay grandes peluqueros, hoy no tenemos que ir a París o a Londres como antiguamente porque los mejores estaban allí. Tenemos muy grandes profesionales, un referente para mí como Lluís Llongueras, que es una persona digna de admirar y ha estado toda la vida ahí, luchando duro y está aquí, con una cadena de peluquerías bastante grande.
¿Cómo se ve dentro de 20 años?
Mira, yo cuando veo una foto de Angelina Jolie y Brat Pitt se me cae el alma, ver esa mujer rodeada de hijos, tan trabajadora, tan humana… Yo me identifico muchísimo con ella. La sigo mucho y me identifico porque me considero muy trabajadora, muy humana y, sobre todo, me encanta estar rodeada de hijos, si por mí fuese yo ya hubiera tenido 5 ó 6 hijos. Pero el ritmo de vida no me lo permite.
¿Y laboralmente?
Dentro de 20 años me encantaría verme en el mundo de la peluquería, no cortando el pelo, o no tanto como ahora, ni trabajando tanto, pero sí atendiendo a mis clientas, a mis amigas de toda la vida. Y me gustaría tener una cadena de salones, yo creo que es uno de mis sueños por cumplir pero no por mí, en realidad es para mi equipo, por la gente que me ha sido fiel durante tantos y tantos años de mi vida, para que puedan hacerse socios míos y ponerles un salón. Tengo gente aquí de Sevilla, de Barcelona, de Córdoba… Y me encantaría ofrecerles ser socios míos y tener un salón de ellos también, antes de que se monten su propia peluquería y que se vayan a otro sitio a trabajar ¿por qué no hacerles socios de mis salones? Eso es lo que hizo Cebado en su día.
Yo he leído que iba a hacer algo de esto, sí.
Estoy en ello. La historia es que de Lorena Morlote existen actualmente dos salones, el de Madrid y otro en Marbella, en la milla de oro, que es un salón espectacular también, maravilloso. Me siento muy acogida y muy feliz en esa ciudad. Pero volviendo al tema, sí, hay un proyecto que es abrir una cadena de peluquerías con un segundo nombre, para ofrecerlo a mi equipo y que fuesen mis socios. Sería una cadena más económica, pero avalada por Lorena Morlote con unas directrices hechas por mí. Ese proyecto está ahí, en el aire. Hay varios salones interesados, para montarlos también en centros comerciales de lujo, en gimnasio, etc. es como otro hijo, como mi tercer hijo, por eso más vale hacerlo poquito a poco y hacerlo bien.
12 PREGUNTAS SIN PIEDAD
Qué haces nada más levantarte...
Abrir la terraza salir, mirar el cielo y respirar
El peinado más extravagante que te has hecho es...
A la cantante Chenoa, a la que le hice un peinado que contenía nada menos que tres kilos de pelo
En qué ciudad del mundo te perderías y por qué...
En cualquiera de Marruecos, un país que me encanta
Una cualidad que te defina profesionalmente...
Yo diría que la creatividad
Artista favorito y por qué...
La actriz Angelina Jolie, sobre todo por la gran labor humanitaria que realiza
Qué o quién inspira tu amor más verdadero...
Mis dos hijos
Tu fiesta más memorable fue...
La apertura de mi peluquería en Marbella
El curso en el que aprendiste más sobre peluquería fue...
Yo diría que, más que en cursos, donde aprendes realmente es en el día a día con las clientas
Tu ídolo en la profesión es...
Alexandre de Paris
El viaje que más te gustaría hacer...
Me encantaría visitar la India
Un rasgo complicado de tu personalidad...
Tengo un punto de locura, y eso es bueno y malo
Aparecer en C&C es...
Un lujo