Sharon Blain: “Debemos ponerle nuestro sello personal a todo lo que hacemos”
¿A qué edad comenzaste a sentir inclinación por la peluquería?
A los 10 años ya tenía muy claro que quería ser peluquera.
¿Cuándo comenzaste a trabajar en peluquería?
A los 14 años empecé a trabajar como peluquera porque no me gustaba estudiar y mi madre me obligó a tomar la decisión de dedicarme a una profesión: sin dudarlo elegí peluquera.
De esto ya hace 51 años. Nunca ejercí ninguna labor que no tuviera que ver con peluquería.
¿Estudiaste alguna otra cosa que no fuera peluquería?
Estudié también diseño de flores y de moda, pero solo para entender la moda en todas sus facetas. Desde siempre tuve muy claro que quería ser muy buena como peluquera y estar entre los mejores.
¿Cómo fueron tus inicios?
Al principio me centré mucho en editoriales de moda y fotografía, poco a poco me fui dando cuenta que tenía talento para este mundo.
¿Fue entonces que decidiste dedicarte a la formación?
Comencé en la formación hace 25 años de la mano de Schwarzkopf, pero más adelante me transformé en formadora para Goldwell.
¿Quiénes eran tus referentes en tus comienzos?
Mis primeros referentes en el mundo de la peluquería fueron: Vidal Sassoon y Alexander de París. Sentía una absoluta fascinación por ellos.
¿Hoy en día tienes algún referente?
Angelo Seminara, Antoinette Beenders y Peter Gray son mis preferidos hoy en día.
¿Cuándo decidiste crear la marca Sharon Blain Education?
Hace 7 años decidí dejar de trabajar para las marcas y fundar mi escuela de formación Sharon Blain Education.
¿Cómo consigues entre tanto trabajo mantenerte actualizada?
Siempre intento estar al día de lo que hacen mis colegas. Procuro no copiar, sino que cuando veo algo que me gusta busco la manera de llevarlo a mis técnicas, mis herramientas y mi experiencia. Creo que debemos ponerle nuestro sello personal a todo lo que hacemos.
¿Cuáles son tus bases de inspiración?
La inspiración me puede llegar de obras de arte, películas… Por ejemplo para una colección me inspiré en Alexander McQueen, otra vez me inspiré en la obra del pintor ruso Kandinsky y su arte abstracto. Todo lo que es arte puede servir de inspiración, sólo hay que llevarlo a nuestro mundo de la peluquería.
¿Se puede decir que has cumplido tus sueños en la peluquería o aún te queda alguno por cumplir?
Tengo un sueño por cumplir, es poder hacer mi formación de Boot Camp online, porque desafortunadamente no todos los profesionales pueden acudir a mis cursos y sería una forma de llegar a todo el mundo. Me haría muy feliz aportar conocimientos y herramientas a todos los profesionales, y sobre todo que no se pierda la esencia de la peluquería artesanal.
El otro sueño que tenía pendiente y que se cumplió hace poco, casi sin proponérmelo, era formar al equipo de Vidal Sassoon. Ha sido muy gratificante poder formar a un equipo tan reconocido en corte y color. Ellos también estaban muy entusiasmados de recuperar las bases de la peluquería, ondas al agua con los dedos, recogidos y todas las técnicas donde se sustenta la peluquería actual.
¿Qué proyectos tienes en mente?
Como proyecto de futuro, persigo un acuerdo de formación continua, llevando las técnicas básicas y los recogidos al nivel que tienen los cortes y colores. Para esto la idea es seguir colaborando con Sassoon e ir adelante juntos con este proyecto.
¿Cuál es tu mensaje para los jóvenes peluqueros?
Mi mensaje para las nuevas generaciones de peluqueros es que necesitan ser conscientes que la peluquería no se aprende de un día a otro, hay que invertir mucho tiempo y esfuerzo.
La peluquería puede ser muy activa, muy dinámica o también muy frustrante, pero al final de todo el camino si lo has conseguido, te sentirás recompensado en todo el esfuerzo.
Lo importante es que cuando acaben los estudios se empleen en salones que los propietarios apuesten por la formación, es la única manera de no estancarse y frustrarse por no avanzar.
Por Mabel Silva.