Omnia Technologies Iberica, S.A - Della Toffola - Equipos de estabilización tartárica
Omnia
Plantas de estabilización: la estabilización tartárica en continuo por frío
La estabilización tartárica de los vinos es una de las problemáticas que cada bodega debe afrontar y resolver con los equipos adecuados.
Una buena estabilización confiere en realidad gran calidad inmediatamente perceptible por el consumidor final al presentarle los vinos.
Della Toffola propone una tipología completa de instalaciones eficaces que adoptan dos diferentes métodos de tratamiento:
El método físico con los modelos Polarsystem y de Estabilización DT
El método electroquímico con los equipos de resinas.
Las plantas para estabilización PolarSystem están formadas por las unidades PolarCryo eventualmente combinadas con el instrumento de laboratorio PolarPoint.
Las unidades PolarCryo, mediante la utilización del frío, permiten obtener en continuo una eficaz estabilización ya sea tartárica o de los compuestos colorantes de los vinos.
Dicho resultado está garantizado siempre, independientemente del estado físico/químico o de la concentración de bitartrato de potasio (KHT) presente en el vino a tratar.
Otros sistemas no permiten la estabilización de, por ejemplo, los vinos tintos con elevado contenido de compuestos colorantes, o de vinos con un alto contenido alcohólico o gaseoso.
Las unidades PolarCryo, gracias a sus características, permiten superar incluso todas estas dificultades que pueden presentar los vinos en fase de estabilización.
Si los vinos a tratar son especialmente difíciles, a las unidades especiales PolarCryo RC se combina el dispositivo PolarVortex.
Las unidades RC están además equipadas de componentes de mayor dimensión como el rascador y el cristalizador con agitador incorporado.
El PolarVortex, montado entre el cristalizador y el filtro, separa los cristales de menor dimensión que no alcanzan el eje central del cristalizador y que por lo tanto no precipitan.
Estos pequeños cristales son transportados por la corriente ascendente y salen del cristalizador.
Por efecto del remolino, los cristales más grandes que permanecen en el separador a causa de su mayor peso específico son separados del vino y enviados a la unidad de refrigeración (reactor).
Ventajas:
El vino que entra en el filtro está más limpio alargando los intervalos entre limpiezas.
Los cristales separados todavía activos son enviados a la unidad de refrigeración donde provocan una inseminación natural que aumenta la concentración del KHT en el vino mejorando su precipitación en el cristalizador.
Para las unidades PolarCryo que complementan el PolarSystem están disponibles criostatos de laboratorio PolarPoint para determinar de una manera eficaz y segura el grado de estabilidad de los vinos (foto de abajo).