Estamos para ayudar

Agradezco profundamente la oportunidad de participar en esta tribuna en el marco de la celebración de los Premios Potencia, que reconocen el talento, la dedicación y el esfuerzo de personas e instituciones que impulsan el crecimiento y la innovación en el sector. Es un privilegio poder compartir ideas y reflexiones en este espacio que fomenta el diálogo constructivo y el intercambio de conocimiento, pilares fundamentales para seguir avanzando juntos hacia nuevas metas. Extiendo mi agradecimiento a quienes han hecho posible una nueva edición de los Premios Potencia, así como a los lectores, cuya participación enriquece este ejercicio de colaboración y celebración del mérito.

Preparando estas líneas nos ha sorprendido a todos la tragedia de la DANA que ha afectado especialmente a la provincia de Valencia. Y ciertamente me parece oportuno cambiar el guion y no solo mostrar mi solidaridad y apoyo a todas las víctimas sino también compartir unas reflexiones sobre cuestiones, que siendo trascendentales pocas veces reparamos en ellas.

No dejaré de mencionar por ello que este año el mercado de carretillas elevadoras está experimentando un notable crecimiento superior al 23% en nuevas unidades. Crecimiento que hasta la fecha se está produciendo en todas las categorías, incluyendo las contrapesadas térmicas. Esto nos permite anticipar una cifra que a final de año rondará las 41.000 nuevas unidades. Este dato se sitúa en el segundo mejor registro de la serie histórica y sorprende especialmente porque es contrario a la tendencia de otros países de nuestro entorno como Italia, Francia o Portugal que están experimentando un retroceso especialmente en los equipos de mayor valor. Por ello, nuestros datos deben ser vistos con prudencia.

Pero cualquier cifra exitosa carece de sentido si no va acompañada de otros valores que son los que realmente nos hacen grandes. Cada vez que hay una situación límite el sector vuelve a demostrar que está a la altura de las circunstancias y resulta emocionante la movilización, la generosidad y la entrega de tantas personas para que nuestras máquinas puedan ayudar en esta tragedia. Somos un sector esencial y con nuestras máquinas movemos y rescatamos un país.

Y esto lo podemos trasladar también al trabajo de las asociaciones empresariales que cobran sentido cuando se centran en la ayuda, no solo de sus socios sino también del mercado, del sector y de la sociedad. En las tragedias por supuesto, pero también en el trabajo diario y cotidiano. Esa es la fuerza que nos mueve en AECE y que hace que cada esfuerzo tenga sentido.

Todos somos Valencia y estamos para ayudar.