Confalq da sus primeros pasos en la defensa de los intereses del alquiler

Durante los últimos 20 años, el alquiler se ha erigido en un servicio cada vez más demandado en nuestro país. Existe una tendencia progresiva a recurrir al alquiler frente a la adquisición en propiedad, que se ha visto agudizada debido a los cambios coyunturales en múltiples sectores.

“La base de la evolución de un mercado desde una situación de propiedad hacia otra de alquiler, es algo natural. El alquiler se produce en el momento en el que el cliente busca una mejora de eficiencia en su actividad, resolviéndole la empresa alquiladora los detalles de cómo hacer rentables esos equipos”, declara César Caudevilla, presidente de Confalq.

“Además, –continúa– el alquiler se ha visto beneficiado por el creciente interés que existe entre las empresas de la construcción y de la industria en general por incrementar las medidas de seguridad en sus trabajos, contando con personal más formado, con máquinas mejor equipadas y con servicios más especializados, como los que le puede dar un alquilador”.

Alrededor de áreas especializadas del alquiler como las plataformas, la maquinaria sin operador o las grúas torre, han ido surgiendo asociaciones especializadas, orientadas a dar servicio a las empresas que desarrollan esta actividad.

La búsqueda de sinergias y la necesidad de hacer frente a problemas comunes por parte de varias de estas asociaciones ha llevado a la creación de un proyecto común, en forma de confederación, Confalq, nacido en diciembre de 2010 a partir de las asociaciones Anapat, Aseamac y Fanagrumac.

Aunque el sector del alquiler de maquinaria no ha estado exento de problemas desde sus orígenes, lo cierto es que muchos de ellos se han agravado con la irrupción de la crisis, sobre todo a raíz del desequilibrio que se ha creado entre la oferta y la demanda, como indica César Caudevilla: “En poco tiempo, hemos pasado de atender la construcción de 800.000 viviendas anuales, a niveles de apenas 120.000 viviendas al año, lo que ha conllevado una sobreoferta de máquinas. A pesar de que se han ido haciendo ajustes, con la salida de un buen número de máquinas, todavía estamos lejos de un equilibrio entre oferta y demanda. Existe un excedente de flota que sigue tensionando los precios, aunque, según mi opinión, ya hemos tocado fondo. La crisis tiene que servir para que las empresas tengan claro que una política de reducción de precios conduce al abismo, que no es la fórmula correcta para pasar de pérdidas a beneficios. La mejora de la situación del sector pasa por adecuar las flotas y nuestro personal a la demanda existente, y cuanto más tardemos en hacerlo, más dinero estaremos perdiendo”.

Una de las líneas en las que está trabajando Confalq es precisamente en cuantificar realmente cuál es ese excedente de oferta que se da hoy en día en el alquiler de maquinaria en España, poniendo en común los datos de todos sus asociados. De esta forma se podrá analizar realmente la magnitud de esta crisis y su incidencia en el alquiler. Hasta la publicación de estos resultados generales, lo que sí existen son análisis más segmentados, como los realizados desde la asociación Fanagrumac, especializada en la grúa torre, una entidad que también preside César Caudevilla.

En este sentido, el parque de grúas torre atendido por los asociados de Fanagrumac en el año 2006, fue de 16.046 grúas, mientras que en el año 2010 esta cifra ya se había reducido a 2.289 grúas. Ese descenso ha tenido también lógicamente un efecto muy negativo en el nivel de ocupación, ya que mientras en 2006 las empresas asociadas daban empleo a 1.992 personas, el 2010 se acabó con 474 trabajadores. Las previsiones para este 2011 es que la situación se mantenga estable respecto al 2010.

A la caída de actividad se suma otro problema no menos importante, las dificultades de cobrar los servicios de alquiler. A pesar de las últimas novedades introducidas por la Ley de Morosidad, lo cierto es que los plazos de pago siguen estrangulando la situación financiera de muchas empresas. “Aunque se ha mejorado algo, lo cierto es que aún estamos muy lejos de lograr un nivel óptimo, que en el sector de la construcción sería de 85 días para el año 2011. La concienciación ha mejorado pero todavía queda mucho terreno por andar. El problema es que la base de esta mejora pasa por dos elementos que no podemos controlar: que el primer deudor que no está cumpliendo la ley es la propia Administración Pública, sobre todo las entidades locales; y que necesitamos una mayor involucración de la banca porque ésta tiene una función de arbitrio básica para estos cumplimientos de pago”, indica César Caudevilla.

Para intentar mejorar en éste y en otros ámbitos, Confalq se ha creado como una entidad abierta a todo el colectivo del alquiler en diferentes sectores, al que espera representar plenamente a medida que las asociaciones especializadas se vayan incorporando.

Al mismo tiempo, como confederación representativa de toda la actividad, tiene la vocación de ser el interlocutor del alquiler español en la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) y en la European Rental Association (ERA).

Confalq, en definitiva, tiene por objetivo la representación, defensa y promoción de los intereses económicos, sociales y profesionales de la actividad del alquiler y de sus miembros, como colectivo.

La confederación se dedica a asesorar y resolver problemas comunes a las entidades confederadas, organiza actividades y ofrece diferentes servicios. Entre otras actividades, Confalq coordina y potencia la comunicación entre las entidades miembro; vela para que la libre competencia en el sector no se vea alterada por prácticas que la vulneren, protegiendo y asesorando a sus miembros frente a las situaciones de intrusismo profesional; y entabla y mantiene relaciones con aquellas organizaciones empresariales y profesionales de ámbito provincial, autonómico, estatal, europeo o internacional, que representen intereses relacionados con los propios de la confederación o de sus miembros.

Este ámbito de trabajo internacional es muy destacable ya que cada vez son más las iniciativas de firmas españolas que quieren abrirse paso fuera de nuestras fronteras, con mayor o menor suerte. “En las estrategias de internacionalización, hay que tener en cuenta que no todo vale. El mercado de alquiler requiere de una proximidad al cliente, trabajar en un radio corto para poder dar un óptimo servicio. No se puede hacer un alquiler a 5.000 kilómetros de distancia de la base. Como mucho, 300 ó 400 kilómetros. Desde mi punto de vista, las empresas que quieran emprender una estrategia de internacionalización tienen que empezar por contar con una delegación que dé en ese país un servicio tan bueno como el que da en España”, opina César Caudevilla.

Confalq también procura asesoramiento y formación a los miembros en materia de prevención de riesgos laborales y sobre la normativa reguladora de la actividad del alquiler, siendo también un fin primordial de la confederación organizar actividades de promoción, así como la obtención del apoyo y cooperación institucional para estos fines.

Ser miembro de Confalq aporta diferentes ventajas a la entidad confederada: la participación en los órganos de gobierno de la confederación y en sus reuniones técnicas (grupos de trabajo, comité técnico, etc.), así como en las actividades de la confederación y otras en las que ésta colabore.

Además por el hecho de estar confederados reciben la asesoría y asistencia a través del secretariado permanente de la confederación, que proporciona soporte a las entidades confederadas.

La confederación supone el punto de encuentro para las organizaciones del colectivo, un lugar donde encontrar formación e información actualizada del sector y la actividad, enviada a los miembros con regularidad, así como publicidad a través del directorio profesional de la confederación, en la web, en actividades y en todos los soportes en los que se publique el listado de miembros.

“Desde Confalq tenemos una gran confianza en la fuerza que nos da la unión de todas las empresas a las que representamos. Seguiremos trabajando en mentalizar a los alquiladores de que la solución a la crisis no pasa por bajar los precios sino por tomar las medidas adecuadas para hacer que sus negocios sean rentables. También seguiremos incidiendo en mejorar las condiciones de pago que se dan actualmente en el mercado. Todo ello bajo la 'Q' de calidad (Quality) que integra ConfalQ, con unos parámetros de trabajo y de entrega de máquinas que avalen esta apuesta por la calidad”, concluye César Caudevilla.