Invertir 1.800 millones en carreteras secundarias podría salvar 300 vidas al año, según un estudio de la Fundación Mapfre y la AEC
Si se invirtiesen 1.800 millones de euros en mejorar el estado de las vías convencionales, las más comunes en la red de carreteras de España, podrían evitarse hasta 300 fallecimientos al año y más de 800 heridos graves por siniestros de tráfico, según un informe elaborado por la Fundación Mapfre en colaboración con la Asociación Española de la Carretera (AEC)
Dicha investigación, que permite cuantificar la inversión necesaria, identificar soluciones efectivas y analizar los retos actuales para mejorar este tipo de vías, se ha presentado en el marco del encuentro internacional ‘Salvando vidas en las carreteras rurales’, que ha inaugurado Pere Navarro, director general de la DGT, Juan Pedro Fernández, director general de Carreteras del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (DGC), Walter Eichendorf, presidente del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), y Sandra García, Toyota & Lexus Corporate & Hydrogen Senior Manager de Toyota España.
El informe demuestra que, aunque las carreteras de alta capacidad (autovías y autopistas) son las que más tráfico soportan (65% del total), actualmente 3 de cada 4 fallecidos en siniestros viales (cerca del 70%) se producen fuera de las ciudades, y alrededor del 50% del total anual proceden de accidentes que tienen lugar en vías convencionales, es decir, aquellas que cuentan con un solo carril por cada sentido de circulación y que representan el 89% del total de kilómetros de la red viaria española.
“Estas cifras constatan la necesidad inmediata de invertir en este tipo de carreteras y contribuir así a reducir las inaceptables cifras de siniestralidad existentes y alcanzar el objetivo cero de víctimas mortales y graves al que Europa se ha comprometido para 2050”, ha indicado el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, quien ha destacado que el informe es “el más detallado, cuantificado y concreto que se ha elaborado en España en los últimos tiempos”, y que supone “sólo el principio de un camino que hay que recorrer lo antes posible, ya que la resignación frente al estancamiento actual en la reducción de fallecidos en las carreteras españolas no puede ser una opción”, ha subrayado.
Barreras de seguridad, captafaros, pavimentos pigmentados y más iluminación
Peatones y ciclistas
Sugiere, además, otras iniciativas dirigidas a reducir los siniestros que se producen en vías con ciclistas, como seguir reforzando la señalización que permita advertir de su presencia, tanto fija como dinámica, y la red de rutas ciclistas seguras de tramos con alta circulación de ciclistas, así como utilizar pinturas antideslizantes. Cumplir con las normas de tráfico es clave para reducir la siniestralidad, según apuntan los autores del informe, que ponen de manifiesto que, por ejemplo, respetar los límites de velocidad reduciría la mortalidad en un 20%, aproximadamente, y que usar el cinturón habría evitado al menos el 10% del total de víctimas mortales durante la pasada Semana Santa.
“El debate sobre los límites de velocidad en las carreteras convencionales más estrechas está permanentemente abierto y el Consejo de Seguridad Vial alemán (DVR), por ejemplo, acaba de proponer un nuevo límite de 80 km/h en dichas vías estrechas”, ha apuntado Jesús Monclús, quien ha hecho hincapié en la importancia de “revisar a la baja los límites de velocidad en las vías convencionales más estrechas y mejorar el cumplimiento de los límites existentes, que actualmente incumplen 3 de cada 10 conductores en este tipo de carreteras”.
Más fallecidos en carreteras secundarias
En términos generales, y según la Comisión Europea, en España, entre 2019 y 2023, se ha reducido únicamente un 1% la tasa de víctimas mortales en siniestros de tráfico, lejos de otros países como Bélgica, que en dicho periodo de tiempo ha logrado una reducción del 22%, Dinamarca (20%) y Finlandia (17%).
Según la DGT, la salida de la vía sigue siendo el tipo de siniestro que más pérdidas de vidas registra, con 486 personas en 2023, lo que representa el 42% del total de víctimas mortales provisionales en carretera. En cuanto a las colisiones frontales, otro de los siniestros más comunes, durante el año pasado se redujeron en un 9% los fallecidos: 225 en 2023, frente a los 246 del año anterior.
Con estos datos, Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera (AEC) creen que es necesario analizar con mayor detalle las circunstancias concretas en las que se producen los siniestros en cada tipo de vía, así como proponer las soluciones más adecuadas en cada caso. Ambas entidades reafirman, además, la necesidad de impulsar una investigación más exhaustiva de los siniestros muy graves y mortales, y prestar atención especial a aquellos con usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas y motoristas.