Las oportunidades y los retos de la construcción en el año 2023
Entre la ilusión por continuar y el freno accionado
En las últimas semanas, muchas empresas observaron la llegada del año 2023 con sentimientos encontrados. La pandemia del coronavirus, que había dominado los últimos cambios de año y causado muchas limitaciones, va perdiendo fuerza. Incluso China, el país que hasta poco lideraba las estrategias anticovid más estrictas empieza a relajarse. Pero un pronto florecimiento de la industria sigue siendo impensable.
El comienzo de la guerra en Ucrania el pasado mes de febrero no solo extendió su manto sobre la economía y la producción de la Unión Europea, sino sobre todo el mundo. Los economistas prevén un periodo sombrío para la economía mundial.
Aumenta la presión de los precios y muchas empresas imputan los costes de la materia prima y de la energía al usuario final. A pesar de ello, los precios de la energía han subido menos de lo esperado y el mercado de la Unión Europea ha demostrado ser relativamente estable, en contra de los presagios emitidos por muchos expertos.
Los retos para el año 2023
Al inicio de todos los años se publica el Informe de Riesgos Globales con las previsiones del año entrante. Los mayores retos para 2023: el incremento de los costes en todos los ámbitos de la vida y de la economía, el cambio climático y la escasez de materias primas. Pero las crisis pueden significar un parón o impulsar innovaciones: un aliciente para que las empresas cuestionen su propia producción y decidan optimizarla.
Según una encuesta de la Asociación de Ingeniería Mecánica Alemana (VMDA), el 48 % de los encuestados con poder de decisión mantienen un optimismo moderado y solo el 14 % son pesimistas en vistas al año nuevo. Pero los retos del año 2023 no son los mismos para todos los sectores industriales.
El final del boom de la construcción
El sector se tiene que preparar para un año 2023 difícil. Los costes seguirán aumentando al tiempo que disminuyen los encargos. Los problemas del año previo arrastran sus consecuencias al 2023 y detienen el boom de la construcción definitivamente, a pesar de que avanzara imparable hasta justo antes de la pandemia.
Las grandes obras que se habían proyectado no se llevan a cabo en toda su extensión. Y los clientes privados retroceden ante los tipos de interés actuales a la hora de solicitar créditos e invertir en una propiedad. El incremento de los ingresos del año precedente lo causó la subida de los precios de las materias primas; no se espera un crecimiento libre de inflación y debido al volumen de la construcción hasta el 2024.
Ahora hacen falta conceptos claros de los gobiernos para ayudar al sector, para realizar los proyectos y evitar los obstáculos de forma eficiente. Porque un auge en la construcción de infraestructuras es factible, a pesar de un estancamiento en la vivienda. También se deben tener en consideración los proyectos de renovación sostenibles, que se pueden llevar a cabo a pesar de los problemas en la economía. La Unión Europea se ha marcado el objetivo de la neutralidad climática para el 2050, objetivo posible solo con la participación de todos los sectores. Las constructoras tienen que realizar un movimiento rápido y prepararse para un año lleno de retos si quieren despuntar ante la competencia.
Preparados para el futuro
La inflación, la cadena de suministro, la sostenibilidad: son muchos factores que deciden el éxito o el fracaso del sector. La actual situación económica y geopolítica no permite más que un pronóstico vago sobre los efectos que el año 2023 tendrá sobre la producción. Las empresas, no obstante, deberían enfocar los retos como oportunidades y apostar por una ampliación y modernización de su empresa. Para ello, es de vital importancia emplear bien el presupuesto y calcular cuidadosamente el alcance de las inversiones.
Lo más rentable para mantenerse por encima de la competencia a pesar de la subida de los precios y de los problemas en las cadenas de suministro en 2023 es invertir en máquinas usadas. Estas se adquieren a precios más bajos, con una gran calidad y se encuentran dispuestas para su uso en muy poco tiempo. Con la colaboración de profesionales como los de la casa de subastas industriales Surplex, las empresas encuentran la mejor máquina y, gracias a un servicio integral competente, revalorizan su producción con maquinaria usada. De esta manera, las empresas pueden atreverse a aflojar un poco el freno.
Empresas o entidades relacionadas