Entrevista a José Manuel Fernández, co-CEO de Genesal Energy
Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos es el de la transición energética. Un proceso que no solo exige cambios en nuestro día a día, sino también una profunda transformación en el modo en que producimos y consumimos energía. La empresa coruñesa Genesal Energy, fundada en 1994 en Bergondo, está inmersa en un proceso que, como nos cuenta José Manuel Fernádez Parga, co-CEO de la compañía, “no tiene marcha atrás”. En menos de 30 años, Genesal ha conseguido expandirse con presencia internacional en los cinco continentes con sus soluciones personalizadas para todas las necesidades. En esta entrevista, José Manuel Fernández nos habla acerca de este proceso de cambio en que la innovación juega un papel fundamental.
¿Cómo ha sido el año 2022 para la compañía desde el punto de vista de nuevos desarrollos?
Somos una empresa acostumbrada a innovar, lo llevamos en los genes, y eso nos da cierta ventaja porque en cuestión de I+D+i nunca nos hemos puesto límites. Es una de las razones por las que en el desarrollo de nuevos proyectos siempre estamos presentes en todos los sectores que requieren servicios o bienes de equipo energéticos y, por lo tanto, trabajamos para todo tipo de clientes. Diseñamos, fabricamos y llevamos nuestra energía allí donde se necesita. Somos ingenieros fabricantes y dedicamos recursos ad hoc a través de nuestro Centro Tecnológico de Energía Distribuida (Ceted), único en el sector. Esto nos da un cierto valor añadido.
En 2022 hemos seguido apostando fuerte en campos con grandes perspectivas de crecimiento, como los data centers, también en sectores vitales como el sanitario o en un sector tan estratégico como Defensa. Además, trabajamos muy a fondo el sector del alquiler -en nuestras filiales de México y Perú estas gamas son un activo muy importante- y nos apasionan los proyectos sostenibles. En este aspecto, acabamos de diseñar la red de energía de emergencia para dos grandes plantas de hidrógeno verde en España.
¿Qué recepción están teniendo en el mercado los grupos electrógenos alternativos al diésel, como son los grupos a gas o la gama de híbridos?
El mercado comienza a ver estas soluciones energéticas como una oportunidad. No hay marcha atrás, el cambio ya ha comenzado. Desde este punto de vista, nuestra experiencia es positiva. Este tipo de productos generan un interés creciente. Estamos francamente satisfechos. La acogida es buena.
¿Hacia dónde se dirige la innovación en el sector de la generación de energía?
Sin ningún género de dudas hacia la sostenibilidad y el cuidado del planeta. El cumplimiento de los ODS incluidos en la Agenda 2030 no es papel mojado. En Genesal Energy tenemos claro que ése es el camino. Somos inconformistas y quizás por esta razón llevamos tiempo apostando por la transición energética, ya que el papel de la industria y, más concretamente el papel del sector energético, es crucial para lograr buenos resultados. Actuamos teniendo muy presente el futuro que nos espera.
¿Qué importancia tiene el feedback de los clientes a la hora de desarrollar y poner en marcha estos nuevos desarrollos?
La tiene toda porque sin los clientes no somos nada. Esto es así en esta industria y en cualquier otro ámbito. Nuestros proyectos, desde el más sencillo hasta el más complejo, tienen el mismo punto de partida: escuchar al cliente para conocer todas sus necesidades, solo así podremos saber qué quiere y estaremos en condiciones de cumplir -y si es posible superar- sus expectativas. Y esta forma de trabajar la llevamos también a los proyectos más innovadores y sostenibles. La respuesta del cliente es el chequeo necesario para avanzar.
Grupo instalado en una central de ciclo combinado.
Desde garantizar energía de emergencia para hospitales hasta el suministro en lugares con climas extremos, la tipología de proyectos a los que os enfrentáis es total. ¿Existe una tipología de proyectos más difíciles que otros?
Evidentemente no es lo mismo diseñar un grupo electrógeno para un proyecto militar de máxima seguridad o para trabajar en condiciones extremas que un grupo electrógeno convencional para un colegio, aunque ambos tienen como objetivo suministrar energía, las condiciones y requerimientos son muy diferentes. Desde el punto de vista técnico la respuesta sería sí, hay proyectos más difíciles que otros.
A grandes rasgos, ¿cómo os enfrentáis desde Genesal al “folio en blanco” que supone comenzar con el cliente a hacer un proyecto desde cero?
El folio en blanco es una responsabilidad y también un desafío. Nos obliga a estar alerta, lo que en cierto modo también es una bendición porque no nos permite bajar la guardia, algo que en la compañía consideramos imprescindible para incorporar las últimas tecnologías en el diseño y puesta en marcha de nuestros proyectos. Somos pioneros en la personalización de grupos electrógenos y eso es algo que nos apasiona. Estar en contacto directo con el cliente siempre es una ventaja, pero también un examen diario.
La industria y los distintos sectores productivos se encuentran inmersos en un proceso de transición energética. ¿Qué papel debe jugar el sector de la generación de energía en este proceso de transformación?
Nuestro sector tiene un papel principal y debe jugar sus cartas sin sobresaltos, pero sin dar un paso atrás. No es posible realizar la transición energética de la noche a la mañana porque es una carrera de fondo y, sinceramente, no creo en las fórmulas mágicas, sino en un trabajo serio y constante. En el campo energético en Genesal Energy pensamos que a medio y largo plazo coexistirán diferentes soluciones basadas en grupos electrógenos o unidades de generación distribuida.
En lo relacionado a los motores de combustión interna, la clave está en la disponibilidad de combustibles. Se emplearán motores aptos para el uso de gases y combustibles líquidos de origen renovable procedentes de la valorización de residuos, de la biomasa o de la síntesis de hidrógeno renovable y captura de CO2. Biogas, Biometano, Metanol, Amoniaco y otros e-fuels tendrán su espacio en el mercado, pero deben ser accesibles a los consumidores para fomentar su uso y así acelerar la descarbonización.
En este sentido, recientemente habéis presentado vuestro Plan de Transición Energética, incluyendo la creación de una Cátedra de Transición Energética. ¿Cuáles son las principales líneas de este plan?
Lograr la mayor eficiencia energética de todos los proyectos que desarrollamos a nivel nacional e internacional, que nuestros grupos electrógenos sean cada vez más respetuosos el planeta son los objetivos del Plan de Transición Energética que ya está en marcha a nivel corporativo, productivo y sectorial. La filosofía es clara: tenemos que hacer más para impactar menos. La apuesta por soluciones energéticas que utilizan el hidrógeno verde, el compromiso con la Agenda 2030 y los ODS, o los proyectos para reducir nuestra Huella de Carbono, como la fachada fotovoltaica de nuestra sede central en A Coruña, una de las pocas que hay en toda España, son algunos ejemplos de cómo llevar a la práctica lo que decimos. La Cátedra de Transición Energética, para promover la formación y la investigación (la primera en Galicia) también forma parte de esta filosofía que hemos incorporado a la estrategia de empresa y la hemos denominado Greenesal.
¿En qué consiste este proyecto?
En nuestra empresa creemos que hay que predicar con el ejemplo y Greenesal es nuestra manera de demostrar que nuestro compromiso con el medioambiente no es un farol. Vamos en serio. Se trata de un conjunto de acciones basadas en el conocimiento, la responsabilidad y la experiencia acumulada tras casi 30 años en el sector de la energía. Dicho de otro modo, Greenesal engloba un programa de medidas meditado, planificado y ambicioso con dos grandes ejes: el Plan de Transición Energética y la Cátedra de Transición Energética, creada en colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela (UDC). Ambas vías están muy centradas en el área de I+D+i.
Grupo de Genesal Energy instalado en un parque eólico.
Otro de los grandes procesos de cambio se está viendo en la transformación digital de la industria. ¿Cómo está aplicando este proceso el sector de la generación de energía y, de forma particular, Genesal?
La digitalización está transformando todos los procesos de producción, distribución y consumo de energía. En nuestra sede central de Bergondo, en A Coruña, ya estamos implantando tecnología de última generación, como técnicas de impresión en 4D o servicios de robotización, para su conversión en smart factory. La industria 4.0 es el presente porque el buen uso de la digitalización permite optimizar los procesos y eso redunda en favor del producto final y, por tanto, beneficia a nuestros trabajadores y al cliente.
Por último, ¿cuáles son los principales retos de Genesal para el 2023 desde el punto de vista de la I+D+i?
Nuestro reto es el planeta. El cambio climático es una evidencia científica y en lo que se refiere a la energía caminamos hacia una paulatina sustitución de generación de electricidad mediante tecnologías renovables. Más que el futuro, yo diría que las renovables ya son el presente. En materia de I+D+i, durante el año 2023 los tiros irán por ahí. Nos queda mucho por hacer en este campo tan apasionante.