Ecodiseño y ecoeficiencia en la maquinaria de construcción y obra pública
10 de noviembre de 2009
A nivel empresarial, este compromiso se ve reflejado principalmente en la implementación de los Sistemas de Gestión Medioambiental (SGMA), planteados como un conjunto de acciones y medidas que se toman de cara a contribuir al cumplimiento de la legislación vigente y a disminuir las agresiones que se generan sobre el ambiente [2]. La incorporación de estas políticas en las compañías ha generado a su vez nuevos conceptos, como los de ecodiseño y ecoeficiencia, asociados al mismo objetivo: la reducción de los impactos ambientales de productos o servicios.
Definiciones
El ecodiseño puede definirse como la “integración de los aspectos medioambientales en el diseño del producto con el fin de mejorar su comportamiento medioambiental a lo largo de todo su ciclo de vida” [3]; mientras que la ecoeficiencia se entiende como “la distribución de bienes y servicios a precios competitivos que satisfacen las necesidades humanas y mejoran la calidad de vida, al tiempo que reducen progresivamente los impactos ecológicos y la intensidad de recursos a lo largo del ciclo de vida a un nivel al menos adecuado a la capacidad estimada del planeta” [4]. Por lo tanto, la ecoeficiencia se plantea como un objetivo, mientras que el ecodiseño aparece como una vía para su consecución.
El ecodiseño incorpora los aspectos ambientales como un nuevo criterio a considerar en la definición de un producto o servicio, basándose en una valoración del impacto medioambiental que generará a lo largo de toda su vida: desde la obtención de las materias primas y la utilización de recursos energéticos primarios, pasando por las fases de fabricación, uso y mantenimiento, hasta su fin de vida (incluyendo el posible reciclado o reutilización). Evidentemente, este planteamiento establece un campo de acción ambiental de gran amplitud, que va más allá de las acciones correctivas o mejoras que suelen aplicarse en general sobre productos que ya están en el mercado.
Por otro lado, la ecoeficiencia es el principal medio a través del cual las empresas contribuyen al desarrollo sostenible y al mismo tiempo consiguen incrementar su competitividad. Introduce una valoración económica del producto o del servicio en relación con su impacto ambiental, por lo que integra ambos aspectos [5].
Ecoeficiencia = Valor del producto o Servicio / Impacto Ambiental
La utilización de metodologías de ecodiseño sobre un producto permiten disminuir desde su definición su impacto ambiental, con la consecuente mejora del índice de ecoeficiencia asociado.
Estado actual de aplicación del ecodiseño y la ecoeficiencia en el sector de la MOP a nivel nacional e internacional
Descripción del estado del uso del ecodiseño y la ecoeficiencia a nivel nacional en el sector de la MOP. Aplicaciones en máquinas y empresas de referencia
Uno de los principales indicadores de la incorporación de la temática medioambiental en las empresas es la implantación de los SGMA, siendo el estándar ISO 14001 indudablemente uno de los más reconocidos y utilizados a nivel internacional. A finales del año 2004 existían en el mundo 90.569 compañías que habían obtenido el certificado ISO 14001, aproximadamente seis veces más de las que había en 1999 [6]. Este crecimiento de la conciencia medioambiental empresarial se ha producido también en España, que se encuentra en la actualidad entre los países con mayor cantidad de certificados obtenidos.
Sin embargo, las prácticas medioambientales en las empresas se limitan en la mayoría de los casos a medidas para la protección y el control de la contaminación (tratamiento de aguas, residuos y emisiones) y para el reciclado. Evidentemente, el ecodiseño y la ecoeficiencia son conceptos mucho más amplios, que abarcan muchas otras medidas posibles, como las de reducción del consumo de energía, minimización del uso de materiales y utilización preferente de aquellos con bajo impacto ambiental, facilitación de la reparación y el mantenimiento, aumento de la durabilidad, reducción del uso de sustancias tóxicas y recursos naturales no-renovables, entre otras. El modelo de Brezet [7] logra representar este fenómeno con claridad, identificando cuatro niveles de acción para la ecoeficiencia: mejora de producto, rediseño, innovación de funciones e innovación del sistema.
Actualmente, las acciones empresariales se encuentran en la mayoría de los casos dentro de los niveles de mejora y rediseño de producto. Esto se debe fundamentalmente a que en la mayoría de los casos el salto desde estos primeros niveles a los últimos es demasiado grande. Sin embargo, todo indica que la recuperación de los impactos ambientales producidos hasta ahora requerirá la realización de ese esfuerzo por parte de las empresas. Weizsäcker [8] postula por ejemplo que dicha recuperación podría alcanzarse si la industria consiguiera posicionarse durante los próximos 50 años en factores de ecoeficiencia del orden de 20. Esto sólo es alcanzable mediante acciones de innovación del sistema, el ecodiseño y la ecoeficiencia aplicados en toda su amplitud.
Actualmente, a nivel nacional, el sector de MOP presenta ese mismo comportamiento. Existen varias empresas que han obtenido el certificado ISO 14001 pero que hasta el momento no han hecho públicos trabajos concretos de aplicación del ecodiseño a sus productos ni a valoraciones de ecoeficiencia.
Dentro de la MOP, existen empresas que ofrecen productos desarrollados especialmente para el reciclado, el tratamiento de residuos y la reducción emisiones de polvo. Surgen como una respuesta a necesidades del sector de la construcción, cuyo grado de compromiso con el medio ambiente es mayor y sobre el cual existe una legislación mucho más estricta. Estos productos pueden catalogarse como equipos para prácticas ecoeficientes, por lo que pueden mencionarse como una actividad de la MOP hacia la ecoeficiencia. La maquinaria concreta abarca trituradoras, equipos para el reciclado en carreteras y autopistas, humectadores de polvo y equipos de molienda (incluyendo clasificación y manipulación). Sin embargo, siendo maquinaria con fines claramente medioambientales, esto no significa que las empresas utilicen criterios ecológicos en el diseño de estos equipos, ni que éstos sean evaluados desde la perspectiva de la ecoeficiencia como un sistema de producto en si mismo.
Uno de los componentes utilizados en sector de la MOP sobre el que sí se encuentra más evidencia de la aplicación de técnicas de ecodiseño es el motor diésel, motivado principalmente por la presión que ejercen los estándares de la Agencia de Regulación Medioambiental de los Estados Unidos y de la Unión Europea, donde se establecen límites de emisión de NOx y material particulado en distintos niveles (Tier1-Tier4 en US y Stage I-Stage III en UE) [9]. Sin embargo, nuevamente se traduce hasta ahora únicamente en una mejora en la reducción de emisiones.
En comparación con otros sectores similares, como podría ser el de la maquinaria de herramienta, el nivel de desarrollo de actividades de ecodiseño y ecoeficiencia en MOP en España es relativamente bajo [10].
Descripción del estado de uso del ecodiseño y la ecoeficiencia a nivel internacional en el sector de la MOP. Aplicaciones en máquinas y empresas de referencia
A nivel internacional, la utilización del ecodiseño y la ecoeficiencia sigue un patrón similar al español. Muchas empresas que poseen un sistema de gestión certificado ISO 14001, han aplicado políticas medioambientales centradas principalmente en la reducción de emisiones, residuos y ruidos, pero no han publicado hasta el momento documentación concreta referente al ecodiseño de sus productos. Una excepción es el caso de los motores diésel de combustión ya mencionado anteriormente. Otro ejemplo excepcional es el de Hitachi, que hace referencia en su reporte medioambiental del 2001 al ecodiseño (diseño ambiental) aplicado a una excavadora hidráulica (MOD.ZX200) [11].
En publicaciones del sector, como pueden ser IM International Mining, Automation in Construction, International Journal of Construction Education and Research o el Journal of Constructional Steel Research, es difícil encontrar referencias de ecodiseño y ecoeficiencia aplicadas. En definitiva, los ejemplos concretos de la aplicación del ecodiseño en sector de la MOP no son muy numerosos y las acciones de mejora de los índices de ecoeficiencia en general se limitan, como se mencionó anteriormente, al tratamiento de residuos, control de emisiones y el reciclado.
Definición de la tendencia tecnológica en el sector de la MOP
Las perspectivas a futuro respecto a la implementación sistemática de técnicas de ecodiseño y ecoeficiencia en las empresas del sector responden principalmente a dos factores:
- La legislación ambiental (influencia directa).
- La presión que puede recibir el sector de sus clientes (influencia indirecta de la legislación) o de otros actores sociales.
Ambos factores se identifican claramente dentro de las empresas como razones de peso que justifican la realización de estudios de ecodiseño y ecoeficiencia [12]. Por lo general, la incorporación de políticas ambientales en las compañías responde a un convencimiento de que esto les traerá beneficios futuros, relacionados en primer lugar con poder responder a los clientes y en segundo lugar con el simple cumplimiento de la normativa ambiental.
En el caso de la MOP, su principal cliente, el sector de la construcción, está sometido a una fuerte regulación medioambiental (como la introducida en el Código Técnico de la Construcción [13]), dado su alto nivel de impacto asociado. Es de esperarse entonces que esta presión se traslade progresivamente también al sector de la MOP (principalmente en relación con el uso de los productos), conforme el nivel de exigencias vaya aumentando.
Por otro lado, respecto a la influencia directa de la legislación ambiental sobre el sector, pese a que actualmente se limita a generar la mejora de determinados componentes concretos, es probable que surjan nuevas exigencias que fuercen al sector a una mayor utilización del ecodiseño y la ecoeficiencia.
Posibilidades de uso del ecodiseño y la ecoeficiencia en la MOP
El ecodiseño es aplicable en principio a cualquier producto o servicio. Sin embargo, es en aquellos casos donde el impacto ambiental es relativamente alto donde su utilización será lógicamente más necesaria. En el caso de la MOP es posible identificar una serie de fuentes de agresión al medioambiente como las de mayor influencia para este sector en concreto:
- Emisiones
- Ruido
- Residuos
- Consumo de recursos en su fabricación o en uso
- Daño a salud de los usuarios y seguridad
Respecto a las emisiones, principalmente asociadas a los motores de combustión utilizados, pese a que como se mencionó ya existe una legislación que está generando algunas respuestas concretas en el sector, la actividad es aún muy incipiente. El objetivo ecoeficiente marcado es el de llegar a niveles de emisiones considerablemente más bajos que los actuales (Tier4-StageIII) para todos los tipos de motores, como los utilizados en dumpers, carretillas, excavadoras, niveladoras, cargadoras, manipuladores, etc. En este sentido, hay mucho trabajo de ecodiseño pendiente por hacer, desde el estudio de nuevas tecnologías hasta la implementación de las soluciones que se generen. Aparecen también las posibilidades de los nuevos sistemas de generación de energía que, aunque hasta el momento no existen evidencias de que el sector de la MOP lo esté planteando como una vía de mejora de sus productos, constituyen soluciones de gran interés. Es probable que la utilización de otros combustibles (como el hidrógeno o el gas natural licuado) o de energías alternativas (como la solar), sobre las que se están realizando grandes avances en otros sectores como el de la automoción, llegue también a la MOP en el medio o largo plazo.
En cuanto al ruido, como clase de contaminación ambiental, existe una tendencia en la MOP en intentar minimizarlo (tanto para los propios operarios de las máquinas como para otras personas). Sin embargo, las soluciones en general apuntan más a agregar aislamientos acústicos que a intentar disminuir las fuentes del ruido. El ecodiseño, como herramienta, permitiría en estos casos evaluar ambos tipos de soluciones y definir cual es la óptima. En este sentido, podría aplicarse no sólo sobre la maquinaría mencionada anteriormente, sino también sobre maquinaria más pequeña como tronzadoras, cortadoras, pulidoras, perforadoras, dobladoras, andamios eléctricos, etc. Respecto a la generación de residuos y su minimización, las tecnologías analizadas suelen aportar importantes mejoras no sólo en relación con la posibilidad de reciclado de los componentes, sino también en temas concretos de mantenimiento (repuestos), reutilización y aumento de la durabilidad. En el caso concreto de la MOP pueden ser medidas de gran interés.
La minimización del consumo de recursos junto con la minimización del daño a la salud de los usuarios son criterios aplicables a toda la MOP en general, la implementación del ecodiseño y la ecoeficiencia se presentan también como vías de mejora de estos aspectos.
Finalmente, conforme se avance en estas temáticas medioambientales, la aplicación del ecodiseño y la ecoeficiencia podrán generar nuevos productos, una maquinaria que además de cumplir con los requerimientos funcionales logre reducir su impacto ambiental.
Retos y necesidades para su implementación en el sector
La principal dificultad con la que se encuentran las empresas a la hora de implementar el ecodiseño y aumentar su ecoeficiencia en el sentido amplio es, como se mencionó con anterioridad, que ambos requieren en muchos casos dar un salto de envergadura hacia nuevas tecnologías (materiales y procesos) y planteamientos que a su vez demandan enormes esfuerzos. En muchos casos, puede significar cambios no asumibles en el corto y medio plazo por las compañías, algo que lógicamente es aún más crítico en el caso de las pequeñas y medianas empresas.
Independientemente de esto, otras dificultades que se pueden presentar están relacionadas directamente con la aplicación de las metodologías asociadas. En la realización de un ACV por ejemplo, en determinados casos puede no contarse con la información de partida necesaria para llevar a cabo el estudio. A partir de aquí, la valoración del impacto ambiental del sistema de producto analizado podría dificultarse enormemente, o incluso podrían generarse resultados cuya validez no se puede asegurar.
En cuanto a las necesidades de recursos, la implementación del ecodiseño y ecoeficiencia se llevan a cabo a través de una serie de metodologías específicas mediante las cuales se podrán realizar las evaluaciones ambientales pertinentes. Algunas de las más utilizadas son por ejemplo los Análisis de Ciclo de Vida (ACV), las Evaluaciones de Comportamiento Ambiental, los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), los Análisis de Riesgos Ambientales, las Evaluaciones de Eco-indicadores, entre otros. La realización de estos estudios requiere en la mayoría de los casos la utilización de programas de análisis específicos, bases de datos e información sobre los materiales y procesos involucrados, y usuarios experimentados que logren desarrollar los métodos adecuadamente. Sin embargo, en muchos casos estos estudios pueden subcontratarse, en cuyo caso las inversiones de I+D a nivel interno para el desarrollo del ecodiseño y la ecoeficiencia ya no tendrían por qué ser tan elevadas.
Evaluación del impacto de la aplicación de estas tecnologías
En primer lugar, el ecodiseño y la ecoeficiencia son para las empresas medios para el desarrollo de productos menos agresivos con el medioambiente y por lo tanto, una vía de contribución al desarrollo sostenible. En el caso concreto de la MOP, su aplicación resulta especialmente adecuada como respuesta a las necesidades del sector de la construcción, su principal cliente, donde la minimización de los impactos ambientales es de enorme importancia.
En segundo lugar, la utilización del ecodiseño y la ecoeficiencia ha demostrado ser una forma de aumentar la competitividad de las empresas. La mejora de la imagen corporativa asociada a los “productos verdes” o “amigables con el medioambiente” tiene efectos directos en el mercado dentro de una sociedad con una conciencia ambiental cada vez mayor. Esto es de particular importancia en el sector de la MOP, sobre el cual no existe en general una imagen positiva desde el punto de vista medioambiental. Este aspecto puede concretarse sobre los productos en la obtención de las llamadas ecoetiquetas, nacionales o europeas, que certifiquen la sensibilidad ambiental de la empresa.
En términos estrictamente económicos, la utilización de las técnicas analizadas contribuye en muchos casos a la reducción de los costes asociados a la obtención y el tratamiento de las materias primas, a la producción y el consumo energético, al transporte y distribución de productos, y al tratamiento de los residuos generados. Los gastos asociados a seguros son en general más bajos para aquellas empresas que desarrollen políticas medioambientales.
Existen además otros beneficios económicos que pueden conseguir las empresas por acogerse a los diferentes sistemas de gestión medioambiental promovidos por las administraciones [14].
Finalmente, la tendencia actual es claramente hacia regulaciones medioambientales cada vez más estrictas que en algún momento alcanzarán al sector de la MOP en forma más directa. Supone un cambio en el concepto tradicional del diseño que cuanto antes sea asumido por las empresas, más fácil les será luego adaptarse a un entorno en el que la temática ambiental será de una enorme importancia. Lógicamente, este cambio aportará nuevas soluciones y generará también nuevas oportunidades tecnológicas.
Referencias bibliográficas
[1] Biasco, E. (2002), ‘Ante el primer decenio de la conferencia de Río de Janeiro sobre el medioambiente y el desarrollo’, Preparación de la Cumbre Mundial sobre el desarrollo sostenible, Johannesburgo 2002.
[2] Heras, I. (2006), ‘ISO 9000, ISO 14001 y otros estándares de gestión: pasado, presente y futuro’, Biblioteca Civitas Economía y Empresa.
[3] Directiva europea 2005/32/CE, (2005), ‘Requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos que utilizan energía’, Diario Oficial de la Unión Europea.
[4] Schmidheiny, S. (1992), ‘Changing Course: A global business perspective on development and the environment’, World Business Council for Sustainable Development (WBCSD).
[5] ‘Guía para la ecoeficiencia’, (2000), Fundació Fórum Ambiemtal.
[6] ISO Survey 2004, ISO Central Secretariat.
[7] Brezet, H. (1997), Dynamics in EcoDesign Practice. in: UNEP IE: Industry and Environment. Vol. 20 N. 1–2, January–June.
[8] Weizsäcker, E. von, Lovins, A.B. and Lovins, L.H. (1997), Factor Four. Doubling Wealth-Halving Resource Use. The New Report to the Club of Rome, Earthscan, London.
[9] Joslin, S. (2006), ‘Air fresheners: the onus to meet EPA diesel engine emission standards is on equipment manufacturers’, Recycling Today.
[10] http://www.invema.es - Gestión Industrial / Medio Ambiente / Ecodiseño
[11] Hitachi Group, (2001), “Environment report 2001”.
[12] ‘EcoDesign: European State of the Art’, European Commission — Joint Research Centre Institute for Prospective Technological Studies Seville, 2000.
[13] Código Técnico de la Construcción, (2006), Ministerio de Vivienda Español.
[14] Rieradevall, J., Doménech, X., Milà, Ll., (2002) ‘ACV aplicada al sector nacional d’envasos de cartró. Estudi d’un expositor de cartró’, Grupo de Investigación en Ecodiseño Elisava.