Válvulas de alivio de presión y fugas que dañan el medioambiente
17 de noviembre de 2008
La normativa como punto de partida
Para cumplir con la cuota, la Unión Europea recomienda que la industria utilice medidas para reducir las emisiones de CO2, como por ejemplo optimizar su consumo de energía, renovar equipos ya existentes, adaptando nuevas tecnologías en el proceso y, a más largo plazo, realizar labores de I+D para desarrollar procesos menos dañinos.
Cuando se calculan las emisiones medias anuales, localizar las fuentes de emisión y tomar medidas eficaces es suficiente para disminuir la polución. Sin embargo, muchas veces lo más simple a veces se ignora.
Un ejemplo son las válvulas de seguridad, presentes en la mayoría de industrias para el alivio de presión. La norma API 527 indica que estos equipos son aceptables siempre y cuando puedan demostrar que su nivel de fugacidad es menor a 0,043 metros cúbicos de aire equivalente por día. Esto, aplicado a una planta de proceso que use 100 válvulas de seguridad, puede convertirse en 2000 m3/año de CO2 (o equivalentes) que se fugan a través de las válvulas de seguridad. A un ‘coste’ medio de 20 euros por cada metro cúbico que se sobrepase de la cuota asignada a la empresa puede representar un coste anual muy elevado.
La solución tiene un nombre: el disco de ruptura
Sin embargo, hay una solución muy simple y fiable. Instalar un disco de ruptura entre el proceso y la válvula de seguridad reducirá la emisión de gases y los costes asociados.
Los discos de ruptura son membranas metálicas que abren (rompen) a una presión predeterminada (en este caso a la misma presión a la que se activará la válvula) y siguiendo un patrón también predeterminado, permitiendo así aliviar la presión de forma controlada y protegiendo el equipo. Los discos de ruptura son completamente estancos, lo que significa que las emisiones se reducen a cero. Además, al no estar la válvula en contacto con el proceso se evitan problemas de corrosión (que pueden originar más costes de mantenimiento). De esta forma, además, la vida útil de la válvula se alarga.
Los discos de ruptura llevan demostrado a la industria su fiabilidad desde hace más de 60 años. Estos ‘puntos débiles’ pueden ser los ‘puntos fuertes’ de su proceso, y también pueden serlo del medio ambiente.