Introducción a la Huella de Carbono: una herramienta para mejorar la competitividad de las empresas

El cambio climático es la variación global del clima de la Tierra debido a causas naturales y antrópicas. Aunque existe un acuerdo general sobre estas conclusiones, hay una gran incertidumbre con respecto a la magnitud del cambio.

El efecto invernadero habla del cambio en el estado de equilibrio de la temperatura del planeta debido a la presencia de una atmósfera gaseosa que absorbe y emite radiación infrarroja (calor). Los gases de efecto invernadero (GEI) representan el 1% del volumen de la atmósfera y están formados por dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y gases fluorados (SF6, HCF’s y PFC’s).

Los gases de efecto invernadero calientan la atmósfera por una eficiente absorción térmica de la radiación infrarroja emitida por la superficie terrestre. Como resultado de esta absorción, la atmósfera también irradia calor en todas las direcciones, incluido hacia la superficie terrestre.

Existe un organismo internacional, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) promovido por las Naciones Unidas, que en sus informes de evaluación establecieron que en las próximas décadas, se prevé un calentamiento aproximado de 0,2 °C por década, basado en una serie de escenarios hipotéticos y por los cuales, si no hay un cambio en la tendencia, se producirá un calentamiento superficial medio de la Tierra entre 1,8 °C y 4 °C, y un incremento del nivel del mar entre 18 cm y 59 cm.

En 1992 durante la Cumbre de Río, se crea la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (UNFCC) y posteriormente los países acuerdan reunirse cada año a través de la Conferencia de las Partes (COP) para llegar a acuerdos globales en materia de cambio climático.

En 1997 se firma el Protocolo de Kyoto que incluía un acuerdo de reducción del 5% de las emisiones de GEI por todos los países firmantes y una reducción del 8% en la Unión Europea (UE). Dicho acuerdo no fue ratificado por EE UU ni China, causantes del 50% de emisiones de GEI.

En 2009 durante la celebración de la COP 15 en Copenhague se consigue el primer acuerdo firmado por todos los países (incluido EE UU y China) y se aceptan el límite de los 2 °C como objetivo a medio plazo y poner en marcha mecanismos de financiación para la mitigación y adaptación al cambio climático de los países en vías de desarrollo.

Mientras tanto en la UE, se aprueba en 2014 un nuevo Paquete de Energía y Cambio Climático y se compromete en 2030, a reducir en un 40% las emisiones de GEI respecto 1990, a través de un uso del 27% de energías renovables y un 25% en eficiencia energética.

A finales de este año 2015, se celebrará en París la COP 21 donde se espera alcanzar un acuerdo global de todos los países de lucha contra el cambio climático.

La Huella de Carbono (HC) es la herramienta utilizada para describir el cálculo de emisiones de todos los gases de efecto invernadero asociados a organizaciones, eventos o actividades, o al ciclo de vida de un producto en orden a determinar su contribución al cambio climático. Se expresa en toneladas de CO₂ equivalente.

La HC contribuye a la reducción de las emisiones de GEI en el marco de la mitigación del cambio climático, a través de la creación de un mercado de productos y servicios bajo en carbono que de respuesta a la demanda social actual.

La HC permitirá definir mejores objetivos, políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorro de costes mejor dirigidas, reducir emisiones GEI y sobre todo identificar oportunidades de ahorro de costes.

Aprovechando el 'know how' interno de las organizaciones y estableciendo la interacción de la I+D+i con otros departamentos y divisiones de la organización, es posible incorporar el impacto de emisiones en los procesos de selección de proveedores, materiales, diseño de producto, etc.

Por tanto, la HC es una herramienta de ayuda a la toma de decisiones y a la planificación estratégica de la organización.

En el pasado, las empresas medían su HC centrándose en sus propias emisiones, pero actualmente cada vez la medida de las emisiones no sólo se centra en la empresa sino a lo largo de toda la cadena de suministro. Debido a la necesidad de combatir el cambio climático, es necesario poder disponer de organizaciones y/o productos con una menor HC y que, por tanto, serán las más demandadas en el futuro.

Es por ello, que existen 2 maneras de calcular la HC:

• La Huella de carbono de Organización (HCO) que mide las emisiones y absorciones (remociones) de GEI de todas las actividades dentro de la organización
• Huella de carbono de Producto (HCP) que mide las emisiones y absorciones (remociones) de GEI durante el ciclo de vida del producto, desde la extracción de materias primas hasta el fin de vida del producto.

Existen diversos estándares y referencias de cálculo para la HC, algunas de ellas se centran en HCO (GHG Protocol, ISO 14064, ISO 14069) y otras en HCP (PAS 2050, ISO 14040, ISO 14067).

También existen otros reconocimientos o marcas a nivel autonómico o nacional como son 'Acords Voluntaris' de la Oficina Catalana de Cambio Climático o el 'Registro de Huella de Carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono' del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, respectivamente.

El objetivo es el cálculo de la contribución de una organización, producto o servicio al calentamiento global expresado en CO₂ equivalente.

Por tanto, el alcance debe ser consistente con el objetivo y se deben definir los límites del sistema y el límite temporal de los datos (definición de año base). También será de capital importancia, la elección de los factores de emisión o bases de datos y las asunciones y limitaciones del estudio.

Una vez identificados los límites organizacionales, se debe decidir qué tipo de emisiones se incluirán en el análisis de la HC. Se diferencian 3 tipos de alcance:

• Alcance I: emisiones directas que resultan de las actividades de control propias de la empresa.
• Alcance II: emisiones indirectas derivadas del uso de energía (electricidad comprada, vapor o calor importado)
• Alcance III: otras emisiones indirectas no controladas por la organización (extracción y transporte de materia prima, uso de productos, …). Es opcional.

El cálculo de la HC se realiza mediante los datos obtenidos de las fuentes de emisión de GEI existentes. Los métodos de cuantificación pueden estar basados en cálculos, mediciones o en una combinación de ambos.

Las guías de apoyo para los cálculos normalmente contemplan las dos posibilidades: medición y empleo de valores por defecto.

Aunque existen herramientas sectoriales, las más habitualmente empleadas son las 'Calculadoras online', pequeñas aplicaciones accesibles a través de Internet y que permiten un primer acercamiento al concepto de HC. Su resultado no es exhaustivo pero constituyen un buen punto de partida para conocer las implicaciones de la HC.

Si el objetivo de nuestro estudio es la HCP de un determinado producto (un determinado perfume, un vino o una pintura) deberemos considerar todo el ciclo de vida del producto, desde la extracción de materias primas hasta el fin de vida del mismo.

En primer lugar hay que buscar si existe una Regla de Categoría de Producto (RCP) específica para el producto que se quiera hacer el cálculo. Dichas RCP son normas especiales, requisitos y orientaciones para un determinado producto que se utilizan en el Análisis de Ciclo de Vida (ACV).

A continuación se debe definir la Unidad Funcional (UF) que servirá para proporcionar una referencia a la que estén relacionadas las entradas y salidas (materias primas, energía, residuos, …) en cada fase del proceso: (frasco de colonia de 50 ml, botella de vino de 0,75l o envase de pintura de 500 g). El resultado de la cuantificación de la HCP deber en forma de 'masa CO₂/UF'.

Para el cálculo deberemos contemplar el uso de materias primas tanto del producto como de su embalaje, su transporte, la producción, envío al cliente final y generación de residuos al final de uso (enfoque ACV).

La selección y calidad de los datos será primordial en el cálculo (por ejemplo, no es necesario inventariar todas las materias primas si éstas tienen impacto reducido o nulo en la cuantificación y los datos son de escasa calidad), de manera que la etapa de inventario será la más larga y en la que debe trabajarse con más cuidado para evitar incorporar errores que puedan afectar a los resultados finales.

Por último, se deberán asignar los impactos y realizar el cálculo de emisiones de manera que obtendremos: masa CO₂/frasco de colonia de 50 ml o masa CO₂/botella de vino de 0,75l o masa CO₂/envase de pintura de 500 g.

Para el cálculo del impacto potencial de calentamiento global (cambio climático), se deberá:

• Multiplicar datos inventario (mmpp, transporte, consumo energía, residuos, ….) por factores de emisión (kg GEI /Unidad física o energética)
• Multiplicar la masa de GEI por los factores de caracterización (para convertir los kg de GEI a CO₂ eq según factores del IPCC 2007)

Por ejemplo, si queremos conocer el impacto de una botella de vidrio, deberemos identificar los datos de inventario (botella de vidrio de 400g con tapón metálico de 1g y cajá de cartón de 400g que contiene 30 botellas) y los factores de emisión o impacto asociados (bases de datos) y proceder al cálculo de emisiones:

No obstante, podemos definir los límites del sistema, mediante un planteamiento que contemple la extracción y transporte de materias primas hasta el fin de uso del producto o bien excluir alguna de las etapas. Los límites a definir serán:

• De puerta a puerta (gate to gate)
• De la cuna a la puerta (cradle to gate)
• De la cuna a la tumba (cradle to grave)

Todo proyecto de HCP lleva asociado un informe que recoja la metodología de cálculo para que pueda ser verificado y un proyecto de comunicación de los resultados.

La Huella de Carbono es una herramienta útil y eficaz para las industrias.

La mejor manera de iniciarse en el cálculo de la Huella de Carbono es mediante la HCO que mide las emisiones y absorciones de GEI de todas las actividades dentro de la organización.

La incorporación de la HCP al diseño de nuestros productos nos permite identificar ahorros para la empresa, ya que las reducciones de emisiones GEI van asociadas a mejoras en la eficiencia energética y la disminución del uso de materias primas durante la fabricación de los productos, lo que redunda en ahorros económicos para las empresas.

El hecho de que una organización pueda decidir los límites de la Huella (puerta a puerta, de la cuna a la puerta, …) supone que no se pueda utilizar un determinado cálculo (por ejemplo, 0,00117 kg CO₂eq/botella de vidrio) para comparar 2 huellas de organizaciones diferentes, pero si podrá ser utilizado como indicador de mejora continua dentro de una misma organización (viendo como se reduce en el tiempo al ir aplicando medidas que reduzcan las emisiones).

La comunicación de la HC mejora la imagen de los productos y las empresas y los posiciona en el mercado de bajo carbono, promoviendo su sostenibilidad.

Actualmente, numerosas empresas comienzan a implantar Políticas de reducción de emisiones y Políticas de promoción de sostenibilidad de la organización como resultado de la sensibilización social por el cambio climático y el cálculo de la Huella de Carbono es una buena manera de abundar en estas políticas.