El sanitario portátil contribuye a hacer ‘más inteligentes’ nuestras ciudades
No se puede hablar de ciudad inteligente si ésta no cuida su higiene. Un municipio puede implementar las últimas TIC’s, las soluciones más innovadoras o un sistema de gestión vanguardista, pero si sus calles no reúnen unas condiciones mínimas de salubridad, en ningún caso estamos ante una ‘smart city’. En este sentido, los sanitarios portátiles juegan un papel protagonista en las urbes, al permitir a los ciudadanos satisfacer sus necesidades fisiológicas más básicas de una forma cómoda, higiénica y sumamente flexible. La asociación Aespe lleva fomentado el empleo de estas soluciones desde su creación en el año 2007. Aprovechamos la reciente celebración de su Asamblea General en Madrid, para profundizar, con su presidente, en el potencial de este sector.
Cómo es posible que en pleno siglo XXI los millones de turistas que visitan muchos de los lugares más emblemáticos de nuestro país, tengan que acceder a una cafetería o a un bar para orinar. O que las miles de personas que se concentran en manifestaciones, conciertos u otro tipo de eventos multitudinarios que se organizan en nuestro país se vean en muchos casos obligados a hacer sus necesidades en la misma calle. O que en las playas de numerosos municipios de España no haya aún instalados unos baños públicos. Pues estas situaciones se dan todavía en nuestro país, y, lamentablemente, en numerosas ocasiones.
A pesar de la evolución que han seguido nuestras ciudades a lo largo de los últimos años, la higiene, un aspecto crucial ya no sólo para el buen desarrollo de las urbes sino también para la salud de sus habitantes, sigue siendo un ámbito descuidado en muchos casos.
“Una ciudad no puede ser nunca inteligente si no cuida su higiene. Y en este sentido, el saneamiento, y ya no sólo el portátil sino en su concepción más amplia, tiene que ser un elemento básico en las ciudades. Se trata de cubrir una necesidad primaria de las personas y en el caso del sanitario portátil, de poder dar un servicio fundamental allí donde no puede llegar el saneamiento tradicional”, señala Félix Manuel Aldabas, presidente de Aespe, la Asociación Española de Alquiladores de Sanitarios Portátiles Ecológicos creada en el año 2007 para defender los intereses del sector.
Freno a su desarrollo
Muy orientado inicialmente a cubrir las necesidades de los trabajadores de la obra, con la caída de la construcción en España el sanitario portátil ha ido derivando cada vez más su presencia al sector de los eventos. El uso de estos productos en actos organizados de forma temporal, permite controlar la gestión de aguas fecales urbanas en grandes, medianas y pequeñas concentraciones de personas, reduciendo el impacto de éstas sobre el ecosistema.
De hecho, desde hace más de 30 años existe una norma en España (Real Decreto 2816/1982-‘Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas’), que en su artículo 31 regula la instalación de estos sanitarios, señalando que “por cada 500 espectadores habrá 4 inodoros, la mitad destinados a señoras; y por cada 125 espectadores habrá un urinario”.
Como señala Félix Manuel Aldabas, “por ley, cuando abres un establecimiento, tienes que tener un baño. Por tanto, lo mismo debería suceder en el caso de los eventos, porque aunque éstos sean temporales también estás ofreciendo en ellos a los asistentes bebida y comida”.
En España aún existe un alto potencial de desarrollo para el sanitario portátil.
Al margen de los eventos, la Administración también debería velar por que en los lugares públicos donde se suele producir grandes concentraciones de personas, ya sean puntos turísticos, playas, manifestaciones, etc., los ciudadanos también puedan disponer de baños públicos. Como se señala desde Aespe, éste es un servicio que tiene que ofrecer la propia Administración, no viéndose obligado el ciudadano a entrar a un bar o a otro tipo de local para cubrir esa necesidad. “Evidentemente, a los dueños de los bares y cafeterías, no les gusta que una persona que no está consumiendo en su local entre en su baño o aseo. Es un servicio que ofrece a sus clientes pero no tiene por qué hacerlo accesible a todo el mundo. Esto es algo que debería dar la propia Administración”, indica el presidente.
A pesar de que en España se aprecia una mayor concienciación medioambiental, en el caso del sanitario portátil aún estamos a años luz de la implantación que ya tiene este producto en otros países de nuestro entorno. Según los datos que maneja la asociación, en Alemania, por ejemplo, donde cuentan con una población de 80 millones de habitantes, disponen de unos 160.000 sanitarios. Por el contrario, en España, con una población cercana a los 45 millones de habitantes la flota de sanitarios apenas ronda las 15.000 unidades. “En los diferentes viajes que he tenido la oportunidad de realizar, he podido apreciar la evolución que está siguiendo el sanitario portátil fuera de nuestro país. Por ejemplo, en un viaje que realicé a Croacia me llamó especialmente la atención cómo se han colocado sanitarios portátiles a lo largo de las autopistas para que los conductores puedan parar en cualquier momento a cubrir sus necesidades”.
Evidentemente, la crisis económica que ha afectado a nuestro país en estos últimos años ha frenado el desarrollo de este sector, sobre todo teniendo en cuenta los ajustes presupuestarios que han tenido que acometer muchos ayuntamientos, diputaciones y comunidades autónomas. “Está claro que las administraciones públicas tienen sus limitaciones presupuestarias pero la higiene de las ciudades es uno de los aspectos que nunca deberían descuidar, porque afecta directamente a la salud de sus ciudadanos. De todas formas, aún falta el empuje del usuario, que éste demande realmente la instalación de los sanitarios portátiles. El día que lo exijan como una necesidad, como un derecho que la Administración debe cubrir, ésta se verá obligada a instalar los sanitarios”, añade Félix Manuel Aldabas.
Desde Aespe se lleva trabajando intensamente desde hace tiempo para que la Administración permita a los ciudadanos disfrutar de este derecho. De hecho, como miembro del Comité Europeo, Aespe tiene como una de sus misiones divulgar la norma europea EN-16194 relativa a los sanitarios portátiles, publicada por Aenor en junio de 2012 (UNE 16194), y orientar a todos los órganos públicos del deber de cumplirla para garantizar la higiene, la sanidad pública y la seguridad ciudadana.
Un futuro prometedor
Con un marco normativo que debería fomentar su expansión, una concienciación medioambiental cada vez mayor y una previsible recuperación del sector de la construcción, al sanitario portátil se le abre un futuro prometedor. “Estamos convencidos de que en 2015 nuestro mercado avanzará. Los aspectos medioambientales van cogiendo fuerza en nuestro país y eso beneficia a nuestro sector. Además, el ciclo alcista que ya se aprecia en la economía, aunque sea moderado, será beneficioso para todos”, concluye el presidente de Aespe, quien confía en que este crecimiento se haga de forma profesional y con el acompañamiento de las autoridades competentes.
Desde luego, una favorable evolución del sector del sanitario portátil sería una gran noticia para la economía de nuestro país, porque, como se apunta en un estudio de Aespe, el crecimiento de este mercado supondría trabajo y riqueza: por cada 100 sanitarios portátiles que se instalan se crean 1,5 puestos de trabajo y se requiere poner en activo un camión para hacer su limpieza y mantenimiento. Es decir, llegando a una cifra en nuestro país de unos 45.000 sanitarios se generarían 675 nuevos puestos de trabajo. Confiemos en que se den las condiciones adecuadas para que este desarrollo se pueda producir.