Ganvam responde a las dudas habituales del sector de la posventa
El tema de las garantías, de lo que puede o no hacer el automovilista y el taller es siempre un asunto controvertido y que genera muchas dudas en el sector. Precisamente, para resolver estas cuestiones frecuentes, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) cuenta con una nueva publicación “Las obligaciones de garantía en la venta y reparación de vehículos” con el objetivo de aclarar todos los problemas que surjan a este respecto.
Así, en lo que se refiere a la garantía legal obligatoria, el vendedor no puede imponer al comprador pasar las revisiones y mantenimientos necesarios durante el periodo de garantía en su taller o en uno concreto. De hecho, esa limitación sería contraria al Real Decreto legislativo 1/2007 y conllevaría limitaciones a los derechos del consumidor. Es decir, lo que el cliente paga lo hace donde él quiere.
Otra cosa es que, como consecuencia de falta de mantenimiento o de que este haya sido inadecuado, el vehículo presente algún problema. En ese caso, es cierto que el comprador no podrá reclamar la reparación en garantía de aquellos fallos que presente el coche.
Sin embargo, eso no significa que la garantía quede anulada en su totalidad, sino únicamente en aquellos problemas derivados de ese mantenimiento “defectuoso”. Así, habrá que ver si el servicio prestado por ese tercero ha sido perjudicial, en cuyo caso sí podría invalidar la garantía.
Por otro lado, no hay que olvidar que el automovilista también puede realizar reparaciones no incluidas en garantía en cualquier otro taller -un cambio de aceite o de neumáticos, por ejemplo-. Evidentemente si esa intervención no es correcta y surgen problemas, el comprador no podrá reclamar su reparación en garantía.
No obstante, independiente de lo anterior hay que tener en cuenta finalmente la garantía comercial voluntaria que ofrecen vendedor o fabricante. Las condiciones de la garantía comercial no son impuestas por la ley, sino que el garante las establece libremente, pudiendo incluir la obligación de realizar las revisiones y mantenimientos en un taller concreto. De incumplirse esta condición, se perdería la garantía comercial pero nunca la garantía legal obligatoria.