Aspectos clave de la ley hipotecaria
Si eres propietario de una hipoteca o tienes en mente firmar una, seguro que este texto es de tu interés. Tras la entrada en vigor el pasado mes de junio de la nueva Ley Hipotecaria, las dudas en torno al contenido de esta legislación han ido propagándose sin pausa a lo largo del imaginario colectivo y de los comparadores financieros como credexia.com. Se trata de una reforma que ha traído cambios significativos que afectan de manera directa a los hipotecados, y que a continuación pasamos a describir a través de siete aspectos fundamentales. Y es que entender la normativa es clave para poder someterse a ella.
Formalización
El primer obstáculo que hay que salvar a la hora de tramitar una hipoteca es el relativo a los gastos de formalización. Con la nueva ley, éstos pasan directamente a ser responsabilidad del banco. De esta forma, el usuario tan sólo tendrá que asumir la tasación y despreocuparse de aspectos como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados o los concernientes a trámites de notaría y gestoría.
Tregua cuando asoma el embargo
El margen de maniobra para las personas con hipotecas se ha visto aumentado en casos de embargo. Si la ley anterior señalaba la posibilidad de llevar a cabo un desahucio al cabo de los tres meses de impago, esto ahora ha cambiado. La normativa actual establece que el embargo sólo podrá hacerse efectivo cuando el hipotecado haya consumido un total de doce mensualidades sin pagar.
Cláusulas suelo
Si hubo un punto caliente dentro de la anterior ley hipotecaria que ha venido funcionando como fuente de polémica, ese ha sido el relativo a las cláusulas suelo. La nueva Ley Hipotecaria suprime las cláusulas suelo, y lo hace impidiendo que se fije tope a la baja del porcentaje de interés en aquellas hipotecas de corte variable. Se trata de una medida pensada para proteger al usuario frente a los desplomes del Euríbor.
Subrogación
El cambio de normativa también atañe a la subrogación de la hipoteca, pues trae consigo dos elementos no contemplados hasta el momento: libertad de movimientos y gratuidad. Es decir, el hipotecado disfruta ahora de la opción de cambiar la hipoteca de entidad bancaria a coste cero. Únicamente, los bancos deberán activar entre ellos un sistema de compensación para distinguir entre intereses cobrados e intereses pendientes de cobro.
La importancia del notario
Otra de las modificaciones pasa por reformar el procedimiento notarial contemplado hasta la fecha. El notario ahora adopta un rol más determinante para impedir que se produzcan situaciones de abuso. Para ello, el usuario tiene la obligación de asistir a la notaría como mínimo un par de veces antes de firmar la hipoteca. En la primera consulta, de carácter gratuito, el futuro hipotecado asistirá sin la compañía del banco a resolver todo tipo de dudas. Por su parte, la segunda consulta está orientada a la firma de la hipoteca, ya con la presencia de la entidad bancaria.
La amortización anticipada
En esta línea de mejoras, destaca igualmente la que incorporan aquellas hipotecas que son a tipo de interés fijo. Y es que la nueva ley contempla una rebaja de hasta el 50% en las comisiones por amortización anticipada. A lo largo de la primera década, el hipotecado experimentará una subida del 2%, y del 1,5% en el tiempo sucesivo.
De variable a fijo
La facilidades recogidas en la normativa continúan su curso. En este sentido, se da también un abaratamiento a la hora de cambiar una hipoteca de tipo variable por otra de tipo fijo. Eso sí, el requisito pasa por alcanzar el 0,15% en el primer trienio. El matiz radica en que sin la autorización de la entidad bancaria no será posible materializar este asunto.
En definitiva, siete claves fundamentales para comprender mejor el cambio en la nueva Ley Hipotecaria.